Estas mujeres est¨¢n revolucionando la fotograf¨ªa feminista
Con su obra, estas fot¨®grafas desaf¨ªan c¨¢nones y visibilizan la vida y las preocupaciones de mujeres como ellas
Aveces aparecen desnudas frente al objetivo, son autorretratos y muestran algo m¨¢s que un cuerpo de mujer desprovisto de vestuario. La mayor¨ªa no siguen las proporciones ¨¢ureas, ni se rigen por los c¨¢nones f¨¦rreos de una delgadez despojada de sinuosidad. Otras permanecen detr¨¢s de la c¨¢mara. Disparan y captan una cierta evoluci¨®n, sus problemas, una sociedad que no les gusta o una vivencia personal. Esas composiciones costumbristas, que a veces hieren sensibilidades, est¨¢n listas para ser reveladas y colgadas en las paredes de las galer¨ªas m¨¢s conocidas de la ciudad o del pa¨ªs.
Ellas se convierten en las integrantes de un movimiento feminista ligado a la fotograf¨ªa que ensalza el papel de la mujer y la empodera. Pero muchas no lo pretenden, cuentan que su causa va m¨¢s all¨¢, que sus fotograf¨ªas no solo llaman la atenci¨®n sobre una reivindicaci¨®n corporal en la que los c¨¢nones son para romperlos o en la que la desnudez tiene un significado muy alejado del sexual. Hablan de la complejidad de lo que implica ser mujer, y lo hacen con un lenguaje audiovisual que trasciende la pura imagen para convertirse en una suerte de performance, audiolibro o gu¨ªa de viaje. Son multidisciplinares y utilizan todos los medios art¨ªsticos a su alcance para transformar su obra en un todo que se resume en la b¨²squeda de una identidad y la cr¨ªtica a una sociedad en la que no se sienten comprendidas.
"Muy sonada fue la serie There will be blood, en la que se pod¨ªa ver a decenas de mujeres realizando actividades habituales mientras estaban con la menstruaci¨®n"
Son el sujeto de creaci¨®n y representaci¨®n, el s¨ªmbolo de una fotograf¨ªa art¨ªstica y reivindicativa pretendida o a la que llegaron por casualidad; el tema de una corriente nacida a finales de los 60. Un movimiento vanguardista, el ¨²ltimo del siglo XX seg¨²n algunos estudiosos, en el que las mujeres, con su visi¨®n, irrumpieron en el mundo del arte. Una corriente aupada en los a?os 70 por Cindy Sherman, Juno Calypso o Francesca Woodman. Inspiraci¨®n para el mundo contempor¨¢neo.
Ahora est¨¢n ellas, mujeres de todas las edades y nacionalidades que han buscado un punto diferencial. Hablamos con tres representantes del movimiento de sus preocupaciones, su visi¨®n sobre el cuerpo femenino y, sobre todo, de fotograf¨ªa.
Ana Casas
Nacionalidad: Mexicana
Edad: 51 a?os
Tema central de su obra: Construcci¨®n de la identidad
? Ana posa desnuda de la mano de su abuela. Ella tambi¨¦n lo est¨¢. Ana est¨¢ seria, su abuela sonr¨ªe, parece haberse liberado de una carga. Esa imagen, forma parte de Album, uno de los proyectos que la fot¨®grafa realiz¨® durante catorce a?os, y en el que busca los or¨ªgenes y la identidad de una mujer, ella misma. "El trabajo naci¨® de unas fotograf¨ªas que hab¨ªa tomado mi abuela durante mi infancia, cuando viv¨ªamos en Viena. En esas im¨¢genes hab¨ªa una parte esencial de mi vida y necesitaba descubrirla". Surgieron as¨ª sus primeras investigaciones, las que la llevaron a completar el ciclo pict¨®rico que hab¨ªa iniciado su abuela con nuevos retratos en los que ambas estaban presentes.
Los proyectos de Ana giran en torno a la idea del descubrimiento y a la evoluci¨®n, tanto f¨ªsica como psicol¨®gica, a los cambios que nos llevan a convertirnos en quienes somos. Ella explora esos resquicios desde una visi¨®n femenina y feminista, seg¨²n han catalogado muchos sus trabajos. En ellos hay desnudez expl¨ªcita, la de un cuerpo desprovisto de ropa, e impl¨ªcita, la de una persona que se descubre metaf¨®ricamente ante el objetivo. Y un discurso que habla de problemas cotidianos y de c¨®mo la sociedad no quiere mirarlos como son en realidad.
"Recuerdo que tuve muchos problemas para publicar Kinderwunsch. Es un trabajo que inici¨¦ cuando me qued¨¦ embarazada de mi primer hijo y complet¨¦ con el segundo", explica. En ¨¦l se ven los cambios corporales de una mujer embarazada, etapas como la lactancia o lo que significa ser madre, con sus mejores y sus peores momentos. Sentimientos encontrados que enfrentan el amor hacia los hijos y la necesidad de un instante de paz y soledad. Pero al final lo logr¨®. Su proyecto se present¨® como exposici¨®n individual en el C¨ªrculo de Bellas Artes, en PhotoEspa?a 2015.
Ana aborda los temas desde una reflexi¨®n personal, se expone y al mismo tiempo se escuda en una construcci¨®n narrativa que permite al observador implicarse. Quiere remover cimientos, y para eso combina im¨¢genes y palabras hasta conseguir obras que ella cataloga como completas. Libros que explican un proceso, su transformaci¨®n y que le permiten interactuar m¨¢s con su trabajo. Busca que su obra se comprenda, pero no se considera feminista. Al menos no m¨¢s all¨¢ de lo que cualquier mujer deber¨ªa ser. Aboga l¨®gicamente por una igualdad de derechos y oportunidades, aunque entiende que sus proyectos se encuadren dentro de esta corriente. "No abandero ninguna causa con mis im¨¢genes. Lo que me parece importante es la posibilidad de hablar de temas que pasan desapercibidos y que marcan nuestra construcci¨®n como mujeres. Son temas que se cruzan con el feminismo, con la pol¨ªtica, pero que en realidad van mucho m¨¢s all¨¢".?
Isabel Tallos
Nacionalidad: Espa?ola
Edad: 33 a?os
"Retratar a otra persona se me daba fatal porque no sab¨ªa dirigir a la gente, mis fotos son complicadas y lograr que entraran en mi cabeza me parec¨ªa imposible"
Tema central de su obra:?Autorretrato
? El estudio se ha ido transformando poco a poco en su casa, en un rinc¨®n-refugio en el que vive y fotograf¨ªa a partes iguales. A fin de cuentas, colocarse delante y detr¨¢s del objetivo son dos acciones que viene desarrollando de largo. Es complicado adivinar su edad mientras se encierra en esas cajas que fabrica ella misma. Luego baja la mirada, se cubre de telas o mira desafiante justo al centro de la lente. El resultado son una serie de autorretratos que se amontonan sobre las sillas o que en alg¨²n momento lo hicieron.
Isabel acaricia la treintena mientras sonr¨ªe desde el fondo de un sof¨¢ bajo. Ella quer¨ªa ser pintora y por eso decidi¨® estudiar Bellas Artes. Pero el desencanto t¨ªpico de quien busca identificarse con su arte, al margen de las tendencias, la llev¨® a descubrir la fotograf¨ªa. Encontr¨® de ese modo una nueva forma de mirar a la realidad y "un espacio en el que pod¨ªa hacer cualquier cosa. Adem¨¢s, descubr¨ª que toda nuestra memoria y nuestra realidad est¨¢ basada en fotograf¨ªas". Empez¨® a experimentar con la realidad y un imaginario que se escapa de la ficci¨®n cinematogr¨¢fica. As¨ª nacieron sus mujeres que levitan y muestran un mundo et¨¦reo.
Ingravitas, su primer proyecto, naci¨® a partir de sus trabajos de la asignatura de dibujo, lo present¨® a PhotoEspa?a y logr¨® entrar. Despu¨¦s una exposici¨®n fue llevando a otra, dentro y fuera de Espa?a. Incubadoras, Encriptadas, Claudias, Up side Up, Low cost... Isabel lograba hacerse un nombre en un sector peliagudo, en el que las inversiones para producir eran demasiado grandes. La danza, el cine, la quietud, los silencios y los tiempos de escena se fueron convirtiendo en el hilo conductor de una obra que pronto protagoniz¨® ella. "Los autorretratos eran un ritual para m¨ª. Siempre he dormido mal y aprovechaba las noches para trabajar. El retratar a otra persona se me daba fatal porque no sab¨ªa dirigir a la gente, mis fotos son complicadas y lograr que entraran en mi cabeza me parec¨ªa imposible".
El feminismo que se emanaba de sus retratos no fue pretendido. "Era bastante ignorante en ese momento, y me he castigado mucho a m¨ª misma por haberlo negado cuando me lo dec¨ªan. No s¨¦ si de modo inconsciente hab¨ªa feminismo en mis fotos. Ahora estoy mucho m¨¢s concienciada y, si volviera, cambiar¨ªa totalmente el discurso". Habla en pasado cuando se refiere a su fotograf¨ªa. Se enamor¨® de ella siendo muy joven, e igual que en una mala experiencia de la que uno sale dolido, la dej¨® aparcada. Decidi¨® experimentar en campos como los videojuegos, en los que, como explica, la mujer tiene que seguir luchando para no ser tratada como un ser extra?o. "Quiz¨¢ es que empec¨¦ muy joven y me cans¨¦ pronto, pero tal vez retome la fotograf¨ªa alg¨²n d¨ªa".?
Arvida Bystr?m
Nacionalidad: Sueca
Edad: 25 a?os
Tema central de su obra: Cuerpo femenino y sexualidad
? Las cerca de 2.000 publicaciones de su cuenta de Instagram en tonos pastel se ha convertido en uno de los portfolios feministas m¨¢s comentados de la red. Con opiniones a favor y en contra del arte de la joven sueca con residencia en Los ?ngeles, las fotograf¨ªas de Arvida hablan de mujeres, de sus cuerpos, de sus cambios fisiol¨®gicos y de una sexualidad, seg¨²n explica ella, exenta de erotismo.
Su definici¨®n de la belleza, que defiende como algo abierto a los cambios, y un feminismo arraigado en su modo de enfocar el mundo la han llevado a desterrar im¨¢genes que resultan da?inas y opresoras para la mujer. "Pens¨¦ mucho al respecto, pero de alguna manera descubr¨ª que podr¨ªa ver el mundo de manera diferente a como lo hac¨ªan otras personas", explica.
Ella pertenece a una corriente de j¨®venes fot¨®grafas que han utilizado las redes sociales para reclamar igualdad. Instagram les ha servido no solo para darse a conocer, sino para ponerse en contacto entre ellas y hacer trabajos juntas.
Las propuestas de Arvida nunca est¨¢n exentas de pol¨¦mica. Muy sonada fue la serie There will be blood, en la que se pod¨ªa ver a decenas de mujeres realizando actividades habituales mientras estaban con la menstruaci¨®n. "Me pareci¨® interesante esa serie porque nadie se hab¨ªa atrevido a mostrar en fotograf¨ªas algo tan cotidiano. Desde que se public¨® ese trabajo en Internet se empez¨® a tratar de un modo m¨¢s cercano el tema", puntualiza. Sus foto normalizan el cuerpo de la mujer y sus procesos.?
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