Lisboa, genealog¨ªa de un colapso tur¨ªstico
El monocultivo tur¨ªstico pone en jaque el derecho a la vivienda digna en la capital portuguesa
El pasado mes de enero aparec¨ªa en los medios portugueses una carta abierta, ¡°Morar em Lisboa¡± (Vivir en Lisboa), que alertaba de las dificultades que enfrenta una gran parte de la poblaci¨®n lisboeta a la hora de acceder a la vivienda de forma justa. La misiva, firmada por organizaciones ciudadanas y de vecinos, as¨ª como por un nutrido grupo de acad¨¦micos y profesores del ¨¢mbito de las ciencias sociales y de los estudios urbanos, advert¨ªa de las derivas obscenas que esta cuesti¨®n estaba provocando en las vidas de los habitantes de la capital portuguesa. Durante los ¨²ltimos 3 a?os la subida de los precios de los alquileres se ha situado entre el 13% y el 36%, siendo del 46% en el caso de precio de compra, lo que coloca a los residentes en la situaci¨®n de gastar hasta un 60% de sus rendimientos familiares en asegurarse un lugar para vivir, algo muy alejado del derecho a la vivienda que promulgan tanto la Constituci¨®n portuguesa como la Nueva Agenda Urbana de la ONU.
Por supuesto que a estas alturas ya nadie niega cuales son las causas de esta cat¨¢strofe que est¨¢ descomponiendo los barrios y devorando las ciudades, no solamente en Lisboa: la apertura descontrolada al turismo de masas y a la atracci¨®n de inversores de todo tipo, as¨ª como la vergonzante renuncia de las administraciones p¨²blicas a contener las fuerzas del capitalismo inmobiliario y de la gentrificaci¨®n en beneficio de los derechos de los habitantes y del tejido social de las ciudades. En este sentido, la carta se?ala con mucha raz¨®n las responsabilidades compartidas tanto por la industria tur¨ªstica transnacional como por las autoridades lisboetas y portuguesas, responsables de legislar para facilitar los desahucios y de animar con incentivos fiscales muy generosos las actividades de los inversores y especuladores, quienes est¨¢n adquiriendo vivienda masivamente con el pretexto de la rehabilitaci¨®n y con la finalidad de destinarlo a usos tur¨ªsticos. La guinda final la ponen las llamadas ¡°econom¨ªas colaborativas¡±, desde AirBnB hasta Uber, unos dispositivos que a parte de ocultar grandes propietarios dispuestos a huir de sus obligaciones fiscales, han servido tambi¨¦n para encubrir profundas desigualdades estructurales, proporcionando actividad econ¨®mica a peque?os propietarios en el l¨ªmite de la empleabilidad: quienes no encuentran trabajo se ven obligados a poner su casa o su coche al servicio de las actividades econ¨®micas urbanas.
Si quisi¨¦semos trazar una genealog¨ªa hist¨®rica que nos condujese hasta la situaci¨®n actual de monocultivo tur¨ªstico tendr¨ªamos que pasar, claro est¨¢, por la triada de eventos que colocar¨¢n a Lisboa en pocos a?os en el ranking de las ciudades m¨¢s atractivas para visitar y para invertir. Como si fueran descomunales campos de experimentaci¨®n, las ciudades (y sus habitantes) deben someterse al orden excepcional y festivo de los macro-eventos para que los inversores locales y extranjeros puedan evaluar la idoneidad de las infraestructuras, del ambiente urbano y de la conducta de sus ciudadanos, como un ensayo antes de poner rumbo hacia la mercantilizaci¨®n total del espacio y de la vida de las ciudades.
Lisboa empez¨® su andanza hacia el Olimpo de las ciudades-mercanc¨ªa con la Capitalidad Europea de la Cultura en 1994, un evento que sirvi¨® para re-dise?ar el perfil y el aspecto de ciertas ¨¢reas de la ciudad central, en aquel entonces sumamente degradadas. En una intervenci¨®n puramente cosm¨¦tica, consistente en pintar las fachadas de unos 70 edificios que se encontraban en bastante mal estado, los organizadores dise?aron una serie de rutas ¡°culturales¡± que ir¨ªan a se?alar lo que es hoy uno de los recorridos m¨¢s turistificados de la ciudad: El Chiado y el Bairro Alto. La celebraci¨®n de la Exposici¨®n Universal 4 a?os despu¨¦s, en 1998, supone ya una vuelta de tuerca m¨¢s en la proyecci¨®n internacional de la ciudad, semejante a lo que supusieron las Olimpiadas de 1992 para Barcelona. La Expo vino acompa?ada adem¨¢s por la re-cualificaci¨®n urbana de toda una zona situada en los l¨ªmites municipales, donde se construy¨® vivienda, hoteles y los pabellones en s¨ª (uno de los cuales acabar¨ªa albergando el futuro Casino de Lisboa), adem¨¢s de grandes infraestructuras, entre ellas un centro comercial gigantesco, una estaci¨®n central de ferrocarril dise?ada por Calatrava y el segundo puente sobre el r¨ªo Tajo. A prop¨®sito del estuario del Tajo, esa nueva centralidad urbana que constitu¨ªa la Expo se volcaba de pleno sobre el elemento mar¨ªtimo como factor de atracci¨®n, lo que adem¨¢s conectaba con el tema de la feria: ¡°Los oc¨¦anos, un patrimonio para el futuro¡±.
Finalmente, un tercer gran evento culminaba este ciclo para la ciudad poco antes de la crisis de 2008: la Eurocopa de la UEFA. Si la capitalidad europea hab¨ªa puesto Lisboa en el mapa del turismo cultural, y la Expo hab¨ªa mostrado las posibilidades de explotar la ciudad como un destino ligado a las actividades mar¨ªtimas, la Eurocopa a?adir¨ªa el elemento del ocio nocturno como factor de atracci¨®n de turistas. ?Y de qu¨¦ manera!
En apenas unos pocos a?os, el que hab¨ªa sido el epicentro de las celebraciones y los excesos alcoh¨®licos de los hooligans de toda Europa durante aqu¨¦l verano de 2004, el Bairro Alto, se transform¨® en el destino de ocio nocturno urbano low-cost por excelencia para los j¨®venes de clases medias-bajas tanto de las islas brit¨¢nicas como de las poblaciones m¨¢s cercanas del estado espa?ol. En pocos a?os la vida nocturna se ha ampliado hasta colonizar nuevos espacios en la ciudad, generando din¨¢micas de segregaci¨®n socio-espacial tanto de sus antiguos usuarios como de los vecinos, que han huido v¨ªctimas del ruido nocturno y de una nula pol¨ªtica de planificaci¨®n urbana. La ¨²ltima etapa de este proceso de atracci¨®n de visitantes vino dada precisamente por la crisis, que beneficiaba destinos baratos como Lisboa, as¨ª como por la inestabilidad pol¨ªtica de los pa¨ªses norte-africanos a partir de 2011, que desviaba un gran flujo de turistas hacia la capital portuguesa. El consenso p¨²blico-privado sobre los beneficios del turismo llev¨® a las administraciones a gastar millones de euros en campa?as publicitarias promoviendo la ciudad como destino de fin de semana, lo que fue recompensado por los galardones de la industria, los World Travel Awards, con la concesi¨®n del Europe¡¯s Leading City Break Destination en 2009, 2010 y 2013, y del Europe¡¯s Leading Cruise Port & Destination en 2014 y 2016. La expansi¨®n y abaratamiento tanto de la industria del transporte mediante las compa?¨ªas low-cost como del alojamiento mediante plataformas como Booking o AirBnB, pusieron el resto de ingredientes para la turistificaci¨®n de Lisboa.
Hoy, la ciudad entera se encuentra sacudida por las din¨¢micas de cambio y transformaci¨®n propiciadas por las apuestas del pasado por una pol¨ªtica urbana neoliberal: la apertura de nuevos espacios gourmet y de lujo inaccesibles para los habitantes, el desplazamiento de la poblaci¨®n m¨¢s vulnerable hacia una periferia invisible, o el colapso circulatorio cotidiano en una ciudad ya de por s¨ª mal planificada a nivel viario. El colectivo art¨ªstico Left Hand Rotation, public¨® el pasado noviembre su visi¨®n particular de esta sacudida, emparentando el tremendo impacto de la turistificaci¨®n en Lisboa con otro evento traum¨¢tico en la historia de la ciudad: el terremoto de 1755. Su documental Terramotourism quedar¨¢ como testimonio de una ¨¦poca que, al igual que el terremoto que destruy¨® completamente la ciudad en el siglo XVIII, vino a cambiar para siempre el perfil de la ciudad.
* Daniel Malet Calvo es doctor en antropolog¨ªa social por la Universidad de Barcelona y miembro del GRECS-UB, del Institut Catal¨¤ d'Antropologia y de la red antropol¨®gica sobre estudios tur¨ªsticos, Turismograf¨ªas. Actualmente en Lisboa, como investigador del Centro de Investiga??o e Estudos de Sociologia (CIES-IUL), trabaja sobre el impacto de los estudiantes Erasmus en la econom¨ªa urbana, as¨ª como en la relaci¨®n de los mismos con las din¨¢micas de gentrificaci¨®n nocturna en Lisboa. Coordina el blog del grupo de investigaci¨®n LXNIGHTS, del que es tambi¨¦n miembro.
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