Ninguna renovaci¨®n, mucha relaci¨®n
La izquierda no parece estar en proceso de cambio, ni en Espa?a ni en el resto de la Uni¨®n Europea
Si lo ¨²nico que puede salvar a la democracia liberal es la renovaci¨®n de la izquierda, como escribi¨® el pol¨¦mico fil¨®sofo Slavoj Zizek, y si es verdad que, perdida esa oportunidad, el peligro de un nuevo autoritarismo aumentar¨¢ sin remedio, no se puede decir que este sea un momento de especial optimismo, por lo menos no en Espa?a ni en Europa.
La izquierda no parece estar en un proceso de renovaci¨®n, ni aqu¨ª ni en la Uni¨®n Europea. Sobre todo si se piensa que esa ¡°renovaci¨®n¡± no es solo la aparici¨®n de nuevos partidos, por muy atractiva que pueda parecer, ni la acumulaci¨®n de declaraciones m¨¢s o menos brillantes de j¨®venes o viejos dirigentes, sino la clara formulaci¨®n de una serie de pol¨ªticas capaces de restablecer la normalidad cuando el estado de excepci¨®n parece haberse convertido en la regla (basta con ver el tratamiento a los refugiados), los enemigos han sido convertidos en criminales y el individuo pasa a ser mercanc¨ªa en el espacio p¨²blico, como recuerda Jos¨¦ Mar¨ªa Ridao en su ensayo sobre el italiano Giorgio Agamben.
El fil¨®sofo italiano ha advertido que si un d¨ªa Grecia abandona la Uni¨®n Europea, la verdadera Europa estar¨¢ en Atenas, no en Bruselas, pero aun as¨ª est¨¢n volviendo a o¨ªrse discursos sobre la salida de Grecia de la zona euro (como soluci¨®n econ¨®mica, en lugar de la cancelaci¨®n de parte de su deuda) y se vuelve a escuchar a determinados pol¨ªticos y expertos economistas que defienden esa expulsi¨®n, sin atender al principio de que la econom¨ªa es un instrumento ¨²til, pero que ¡°no puede saber ni decidir los prop¨®sitos que debe seguir¡±. Ese es el campo de la pol¨ªtica.
Se supone que es ah¨ª donde la izquierda deber¨ªa ser capaz de ofrecer pol¨ªticas claras encaminadas a revertir esa situaci¨®n y a liberar a los ciudadanos de ¡°la presi¨®n del miedo que sirve para prepararles para casi todo¡±. Pero si se presta atenci¨®n al debate dentro de la izquierda europea y espa?ola, no parece que ninguna de estas propuestas est¨¦ asumida o elaborada, ni en Espa?a, ni en Francia o Alemania, ni en el ¨¢mbito nacional ni mucho menos como pol¨ªtica europea dentro de la UE. En la mayor parte de Europa, el miedo al populismo est¨¢ haciendo que quienes se sit¨²an a s¨ª mismos fuera, metan dentro de ese saco a todo lo dem¨¢s, hasta el punto de poner en peligro la pluralidad y el orden democr¨¢tico que pretenden proteger.
En Espa?a los dos partidos que representan la izquierda en el ¨¢mbito estatal, Podemos y PSOE, est¨¢n sumidos en querellas internas propias que no facilitan los debates sobre pol¨ªticas concretas. El futuro de las dos organizaciones depende de sus respectivos congresos, por supuesto, pero tambi¨¦n del de su adversario. Sea cual sea el resultado que se anuncie hoy en Vista Alegre II, Podemos necesitar¨¢ saber qui¨¦n gana las primarias del PSOE para dise?ar su pol¨ªtica a corto plazo y, en sentido contrario, puede que el resultado de Vista Alegre II influya tambi¨¦n en quien ocupe la secretar¨ªa general del Partido Socialista. Los militantes del PSOE no valoran igual a Pablo Iglesias que a ??igo Errej¨®n, ni a la posibilidad de llegar a acuerdos parlamentarios con un Podemos dirigido por uno o por otro.
La fragmentaci¨®n del escenario pol¨ªtico espa?ol es tal que hasta el futuro inmediato del Partido Popular, o mejor dicho, de su Gobierno, depende en buena manera de lo que suceda en el PSOE y en Podemos. Que los populares completen su mandato o convoquen elecciones anticipadas depende m¨¢s de los resultados de hoy y de las primarias socialistas que de la voluntad de Mariano Rajoy y de su flamante congreso.
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