Estafas

La polic¨ªa desmantel¨® en una localidad gerundense un taller donde se falsificaban Ferraris y Lamborghinis a partir de coches m¨¢s modestos. En estos tiempos no me parece un delito demasiado grave: ?ni siquiera original! ?No es lo mismo, mutatis mutandis,que hacen los partidos pol¨ªticos en sus congresos? Se coge un viejo partido conservador, falsamente piadoso y sinceramente clerical, corrupto de arriba abajo, y se le pone una carrocer¨ªa importada de Cupertino, pavonada con declamaciones de integridad acrisolada, y ya tenemos un deportivo pol¨ªtico de alta gama. O se pilla un cent¨®n de grup¨²sculos aficionados al cantonalismo incordiante y al retromarxismo demag¨®gico (hoy ¡°populista¡±), se cubre con un chasis teleg¨¦nico modelo Gran Timonel y se le dota no de un nuevo cambio de marchas sino de marchas para el cambio: ya tenemos un b¨®lido revolucionario para entusiasmo de ne¨®fitos y jubilados. El cabecilla de los tunos tuneadores se exculpa diciendo que los compradores sab¨ªan lo que compraban pero quer¨ªan fardar. Igual ocurre en pol¨ªtica. ?Qui¨¦n no sabe que aquellos no quieren acabar con la corrupci¨®n, sino disimularla hasta que sea olvidada y puedan volver a empezar??No sobran evidencias hist¨®ricas de que el comunismo gobernante solo ha tra¨ªdo miseria carcelaria y ejecuciones, sin excepci¨®n? Pero ellos a fardar de partidos de alta gama...

Junto al taller de los falsificadores, la polic¨ªa encontr¨® tambi¨¦n instalaciones para el cultivo de marihuana. ?Excelente complemento! Para disfrutar plenamente del viaje en un ultradeportivo ful hay que colocarse un poco: as¨ª creeremos ir rumbo a la Europa sin d¨¦ficit ni inmigrantes, o hacia la revoluci¨®n anticasta, tan radical como la guillotina y tan amorosa como un d¨ªa de San Valent¨ªn (tipo Botines Colombo). Bien fumaos y a toda pastilla en un Ferrari falsificado: ?Vistalegre?II!