?A qu¨¦ pa¨ªses les sale m¨¢s cara la violencia?
Am¨¦rica Latina y el Caribe pagan el doble por el crimen que las regiones desarrolladas, seg¨²n un estudio del BID
El crimen sale caro. Especialmente en Am¨¦rica Latina y el Caribe. La violencia le cuesta a la regi¨®n un m¨ªnimo de un 3,5% de su Producto Interior Bruto, sobre todo en gastos directos, como seguridad, prisiones y justicia, pero tambi¨¦n teniendo en cuenta algunos indirectos, como la productividad perdida por las muertes y los encarcelamientos. Este coste relativo es el doble que el de los pa¨ªses desarrollados, seg¨²n el estudio Los costos del crimen y de la violencia, publicado este mes por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Los datos no son sorprendentes, a tenor de la realidad de la regi¨®n. Los logros en la reducci¨®n de la pobreza extrema ¡ªdesde 1995 a 2008 se recort¨® a la mitad, anticip¨¢ndose en siete a?os a los Objetivos de Desarrollo del Milenio¡ª no han ido de la mano con la rebaja de la violencia. Al contrario: el crimen y la violencia en la regi¨®n se encuentran en niveles epide?micos, seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS). En ella habita el 9% de la poblaci¨®n mundial, pero se registra cerca de un tercio de los homicidios de todo el mundo. Esto la convierte en la m¨¢s violenta, zonas de guerra aparte. Seis de cada diez robos se cometen con violencia y el 90% de los asesinatos quedan sin resolver. Sus prisiones tambi¨¦n se han convertido en las ma?s abarrotadas del planeta.
El estudio divide los costos en tres grandes cap¨ªtulos. El primero es el social, que incluye tanto la productividad perdida por presos y v¨ªctimas mortales como el descenso de la calidad de vida por delitos violentos. Todo esto suma el 0,64% del PIB. El segundo, el gasto privado en seguridad por empresas y hogares para prevenir la violencia, asciende al: 1,37%. Por ¨²ltimo, la inversi¨®n p¨²blica en el sistema judicial, los servicios policiales y la administraci¨®n de prisiones: 1,51%.
Los costes de la violencia equivalen a los que se gastan en infraestructuras, o al doble de lo que se invierte en la ni?ez en la regi¨®n
¡°Las estimaciones son conservadoras¡±, apunta Laura Jaitman, editora del documento. Es as¨ª porque solo incluye los costes directos y algunos ligeramente indirectos, como son los sociales, pero no tiene en cuenta todo lo que se pierden en turismo o inversi¨®n de empresas. ¡°La idea era hacer un estudio comparable y sistem¨¢tico con elementos que se pudieran medir¡±, explica.
Con todo, los costes son considerables si se comparan con otras partidas: es el mismo dinero que la regi¨®n destina a infraestructuras, el doble de lo que se dedica a ni?ez y equivale a la renta del 30% m¨¢s pobre de la poblaci¨®n en este mismo territorio.
El estudio incluye 17 pa¨ªses de Am¨¦rica Latina y el Caribe y, para comparar, una muestra representativa de seis pa¨ªses desarrollados: Estados Unidos, Reino Unido, Australia, Alemania, Canad¨¢ y Francia. La contraposici¨®n revela que, aunque en porcentaje del PIB el coste p¨²blico es similar en ambos casos, los Gobiernos latinoamericanos y caribe?os destinan el 5% de sus presupuestos en seguridad: el doble que los pa¨ªses desarrollados. ¡°Esto demuestra que los Estados est¨¢n preocupados por el problema y gastan dinero para atajarlo. La proporci¨®n de polic¨ªas por habitante es el doble que en Estados Unidos, por ejemplo. Con este informe queremos lanzar preguntas: ?se est¨¢n gastando bien los presupuestos? ?podr¨ªan ser m¨¢s efectivos?¡±, cuestiona Jaitman.
Los datos no son homog¨¦neos. Var¨ªan mucho en funci¨®n de los pa¨ªses. Honduras y El Salvador lideran la clasificaci¨®n (en t¨¦rminos relativos, ver gr¨¢fico), con m¨¢s de un 6% de su PIB perdido por la violencia, casi el doble de la media regional. Son cifras que se corresponden con la tremenda violencia en Centroam¨¦rica, donde la tasa de asesinatos es de 60 por cada 100.000 habitantes, 20 veces superior, por ejemplo, que en Chile.
Las cifras muestran tambi¨¦n el perfil de las v¨ªctimas y victimarios. En el tri¨¢ngulo norte (El Salvador, Honduras y Guatemala), la mitad de los fallecidos son hombres de entre 15 y 30 a?os, fruto de la delincuencia organizada, que muchas veces est¨¢ relacionada con el narcotr¨¢fico, pero no siempre: tambi¨¦n hay conflictos territoriales y pol¨ªticos que la explican. ¡°Perder una masa tan grande de j¨®venes por la violencia es muy preocupante para el futuro¡±, asegura la autora del estudio, que tambi¨¦n analiza el coste de los feminicidios: el doble que en los pa¨ªses desarrollados.
Este reportaje ha sido posible gracias a la financiaci¨®n del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
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