Xenofobia inaceptable

Resultan absolutamente inaceptables las declaraciones del l¨ªder de la extrema derecha holandesa, Geert Wilders, quien ha comenzado su campa?a electoral asegurando que en Holanda hay demasiada ¡°chusma marroqu¨ª¡±. Que un racista y xen¨®fobo confeso como Wilders encabece los sondeos para las elecciones generales de marzo es una buena muestra de c¨®mo el veneno populista ha sido inoculado en sociedades hist¨®ricamente tolerantes como la holandesa.

La obsesi¨®n marroqu¨ª en el impresentable discurso pol¨ªtico de Wilders no puede tomar por sorpresa a nadie. Ya el pasado diciembre fue condenado por la justicia holandesa por insultos y discriminaci¨®n contra los marroqu¨ªes en diferentes intervenciones. Parece que el l¨ªder del Partido para la Libertad (PVV) cree haber encontrado un fil¨®n con vistas a unos comicios que servir¨¢n de importante term¨®metro de la extrema derecha en Europa a apenas un mes de la celebraci¨®n de las presidenciales francesas, en las que el Frente Nacional de Marine Le Pen aspira a ocupar El El¨ªseo.

Con sus insultos, Wilders no solo pone sobre la mesa su escaso respeto a las normas de convivencia m¨¢s elementales que configuran el proyecto europeo del que Holanda es miembro fundador, sino tambi¨¦n una pasmosa ignorancia en t¨¦rminos de geopol¨ªtica para alguien que aspira a gobernar un pa¨ªs occidental miembro de la OTAN. Parece que el l¨ªder del PVV no conoce el crucial papel que est¨¢ desempe?ando Marruecos en la contenci¨®n del yihadismo, la principal amenaza para Europa en estos momentos. Y que no sabe nada de los exitosos esfuerzos llevados a cabo por Mohamed VI y el clero alau¨ª ¡ªel predominante en Marruecos¡ª para evitar que el yihadismo se infiltre tanto en el pa¨ªs como en las comunidades marroqu¨ªes a lo largo de Europa. Wilders es un xen¨®fobo que desconoce lo que pasa a su alrededor, pero que trata de explotar la frustraci¨®n de sus compatriotas. Esperemos que no tenga ¨¦xito.