C¨¦sar Strawberry: "Gente incluso que no me traga, ve absurda mi condena"
El l¨ªder de Def Con Dos nos cuenta c¨®mo vive la sentencia del Supremo que anula la absoluci¨®n de la Audiencia Nacional y le condena a un a?o de prisi¨®n por unos chistes publicados en Twitter
Cuando se conoci¨® la sentencia del Tribunal Supremo que anula la absoluci¨®n dictada por la Audiencia Nacional y condena a C¨¦sar Strawberry a un a?o de prisi¨®n por unos chistes publicados en Twitter, el diario El Pa¨ªs public¨® un editorial bajo el t¨ªtulo de 'Gatillo (judicial) f¨¢cil'. En ¨¦l se afirmaba que la decisi¨®n del Supremo de pedir el ingreso del m¨²sico en la c¨¢rcel, acusado de enaltecimiento del terrorismo, es desproporcionada y no respeta la libertad de expresi¨®n ni la prudencia.
Hemos querido hablar con el propio C¨¦sar Monta?a Lehmann para saber c¨®mo vive ¨¦l este proceso, mientras trabaja en el nuevo disco de Def Con Dos (sale el 24 de marzo), una nueva gira con el grupo y las ponencias a las que es invitado para hablar de su caso judicial. "Como analista pol¨ªtico aficionado, estoy bastante contento con el hecho de que todos aquellos que nos acusaron de lanzar mensajes mesi¨¢nicos o agoreros estuvieran equivocados. Como persona de carne y hueso, lo he digerido bastante peor".
Tus letras para Def Con Dos han sido, muchas veces, predicciones exactas de acontecimientos y fen¨®menos sociales. ?C¨®mo no fuiste capaz de predecir tu propia detenci¨®n?
Aunque siempre supe que podr¨ªa pasarme, reconozco que ya hab¨ªa descartado que sucediera a estas alturas de mi vida. No obstante, viendo la deriva ideol¨®gica que iba tomando el pa¨ªs, mi instinto me dec¨ªa que vendr¨ªan problemas, pero no imagin¨¦ que el sistema llegase a considerarme tan chungo.
¡°A ver, que parece una tonter¨ªa pero yo fui juzgado y absuelto en la Audiencia Nacional, que es un juzgado especial, donde se dirimen causas muy graves. No he sido juzgado en Disneylandia.¡±
Y, si de verdad no lo esperabas, ?por qu¨¦ crees entonces que ha sucedido?
En mi caso han influido varios factores. El primero de ellos es que me vienen vigilando desde hace tiempo (esto es algo que he podido comprobar). Hicieron una investigaci¨®n prospectiva y me metieron en un archivo con m¨¢s gente a la que aplicar el 'Derecho Penal del enemigo'. Es decir, como creen que eres el enemigo deciden perseguirte. Lo segundo es que (esto lo he deducido por la reacci¨®n de los agentes que vinieron a detenerme) no sab¨ªan muy bien qui¨¦n era yo. Es decir, s¨ª sab¨ªan que era m¨²sico y que era conocido pero, en realidad, no sab¨ªan que podr¨ªa llegar a tener tanta presencia medi¨¢tica. Supongo que, no s¨¦, creer¨ªan que encajaba m¨¢s en un perfil de activista de ultraizquierda que hubiera justificado, siempre desde su perspectiva, mi detenci¨®n.
?Crees que se sorprendieron al descubrir qui¨¦n eras?
Yo creo que s¨ª, creo que no esperaban detenerme a m¨ª. Que esperaban a otra persona, a lo mejor, m¨¢s agresiva o m¨¢s f¨¢cil de soliviantar. Incluso a alguien que no se iba a poder defender o que no iba a tener argumentos v¨¢lidos para defenderse p¨²blicamente.
Aunque el grupo estaba en horas bajas, vuestros fans demostraron que segu¨ªan ah¨ª agazapados listos para mostrar su apoyo.
Mi perfil, socialmente, estaba bajo en aquellos momentos, hace dos a?os. Con el cambio generacional, cambia el p¨²blico, y nuestra popularidad era m¨¢s baja, dejamos de tener tanta relevancia social y, aunque no hab¨ªamos dejado de tocar, tu perfil se desdibuja. Yo creo que el cerebro de todo esto pens¨® que era un momento de debilidad, y no calcul¨® que segu¨ªamos teniendo un p¨²blico fiel, muchos seguidores que te quieren aunque ya no vengan a todos los conciertos. Mucha gente al leer lo de mi detenci¨®n pens¨®: ¡°?C¨®mo que han detenido al t¨ªo de Def Con Dos? ?Todav¨ªa siguen tocando!¡±. Otra mucha gente nos descubri¨® despu¨¦s de la detenci¨®n, gente joven para la que no ten¨ªamos ninguna trascendencia o que no sab¨ªan ni qui¨¦n ¨¦ramos nos descubri¨® entonces, con el videoclip de Espa?a es idiota. El p¨²blico descubri¨® que ten¨ªamos salud y que segu¨ªamos haciendo cosas interesantes. Def Con Dos se ha ido redescubierto y reivindicado m¨¢s y m¨¢s con toda la pol¨¦mica. O sea, que el efecto ha sido el contrario al buscado. Quer¨ªan enterrarme art¨ªsticamente y nos relanzaron.
?Qu¨¦ es la ¡®Operaci¨®n Ara?a III¡¯, en la que se enmarca tu detenci¨®n?
Una operaci¨®n que se produjo a cinco d¨ªas de las elecciones municipales y cuyo objeto, hasta la fecha, parece que era el de generar miedo a la poblaci¨®n. El hecho de que no se haya levantado atestado policial de ¡°Ara?a III¡±, la convierte en una operaci¨®n que no es real, una especie de montaje publicitario con el que alguien pens¨® que se favorecer¨ªa el voto conservador. Una campa?a de marketing que pretend¨ªa asustar al electorado reavivando el p¨¢nico al terrorismo. Un terrorismo que, afortunadamente para todos, ya no exist¨ªa.
?Cu¨¢l fue tu reacci¨®n cuando los agentes se presentaron en tu casa?
Pues reaccion¨¦ muy tranquilo. En todo momento fueron muy educados conmigo y yo con ellos. Ni ellos ni yo est¨¢bamos dispuestos a montar una escena. Lo que me queda claro, en todo momento, es que no sab¨ªan qui¨¦n era as¨ª que los trat¨¦ como a chavales de treinta a?os que se estaban metiendo en un embolado del que no sab¨ªan mucho. Con mucha educaci¨®n por las dos partes, eso s¨ª.
Y de ah¨ª te trasladaron a una celda de aislamiento.
S¨ª, me metieron en una celda de aislamiento pensada para ser un entorno opresivo que te genere un ataque de ansiedad. Te encuentras en una celda muy peque?a, con una puerta de cierre herm¨¦tico, sin ventanas, con foco luminoso¡
?Sufriste alg¨²n ataque de ansiedad?
Me di cuenta de que no pod¨ªa ponerme nervioso. Soy una persona muy taimada, a la que le gusta mantener el control, y record¨¦ un documental que hab¨ªa visto sobre c¨®mo superar lo de quedarte encerrado en un ascensor. Me sent¨¦ sobre el borde del camastro y me puse en posici¨®n de meditaci¨®n para bajar mis constantes vitales lo m¨¢s posible y evitar que surgiera la ansiedad. Cuando me relaj¨¦ del todo, me tumb¨¦ en el camastro entrando en duermevela y como me molestaba la luz me quit¨¦ un calcet¨ªn y me lo puse en los ojos. As¨ª me qued¨¦.
?As¨ª te descubrieron los agentes?
S¨ª, usan la t¨¢ctica del poli bueno y el poli malo. Uno era muy amable y otro un poco menos pero, en realidad, me trataron bien. Era gente muy joven. J¨®venes educados.
?Pudiste salir en alg¨²n momento de tu celda?
Sal¨ª para declarar. Despu¨¦s volv¨ª y luego me llevaron de la Comandancia de Tres Cantos, que era donde estaba detenido, a una identificaci¨®n en el cuartel de la Guardia Civil de Colmenar Viejo, que est¨¢ a muy poca distancia. En realidad, podr¨ªan haberme identificado y dem¨¢s en la misma comandancia, pero me llevaron al otro cuartel.
?Por qu¨¦ te trasladaron?
Es una t¨¢ctica como otra cualquiera. Te sacan de una celda peque?a y asfixiante y sales a la calle y era un d¨ªa estupendo de primavera, con sol, te sientes de maravilla y eso te predispone, te ablanda. Me metieron en el coche e ¨ªbamos hablando, de forma distendida.
?De qu¨¦ hablabas con los agentes en el coche policial?
¡°Gente tan alejada de mi ¨¢mbito musical como Enemigos, Iv¨¢n Ferreiro o M-Clan, me han dado p¨²blicamente su apoyo y su solidaridad, lo que me parece muy destacable. Eso fortalece.¡±
De todo, no s¨¦, les pregunt¨¦ a qu¨¦ edad se jubilaban. Ellos me preguntaban a mi cosas sobre mi trabajo y ah¨ª fue cuando me di cuenta de que no sab¨ªan nada de m¨ª. Ten¨ªan una idea preconcebida totalmente alejada de la realidad. En un momento determinado tambi¨¦n me di cuenta de que quer¨ªan que metiera la pata. Uno de ellos me coment¨®: ¡°Hombre, los tuits no son muy graves pero con el de Miguel ?ngel Blanco te has columpiado, macho¡±. Y yo le contest¨¦: ¡°No s¨¦, t¨ªo. A veces pongo cosas de las que ni me acuerdo¡±. Y comenzaron a hacerme preguntas sobre mis h¨¢bitos, sobre si fumaba petas y me di cuenta de que aquello solo ten¨ªa como objeto que metiera la pata, que me incriminara yo solo, as¨ª que llev¨¦ la conversaci¨®n hacia aspectos art¨ªsticos de mi vida para ponerlos en contexto y ah¨ª fue donde not¨¦ lo poco que se hab¨ªan molestado en saber cu¨¢l era mi perfil en realidad. Como ya he dicho, sospecho que esperaban dar con una persona m¨¢s d¨¦bil, indefensa y vulnerable, una persona que iba a reaccionar peor, Y se llevaron una sorpresa. Creo que mi saber estar les dejo algo desconcertados.
Te han condenado a un a?o de prisi¨®n. ?C¨®mo es posible que haya llegado todo tan lejos?
Ha sido una concatenaci¨®n absurda de hechos que coincide despu¨¦s con los casos de Zapata, los titiriteros, Rita Maestre¡ muchos casos parecidos que comienzan a acumularse, a encajar¡ y luego est¨¢ el fiscal. Esto cae en manos de un fiscal que tiene un pasado raro. Un fiscal que tuvo un problema con un perfil falso de Twitter desde donde se dedica a ironizar, a contar la vida personal de compa?eros de la Audiencia Nacional y emite juicios pol¨ªticos mediocres. Le pillan y, de pronto, le entran las prisas por cambiar su imagen de fiscal un poco progre a un fiscal ultraconservador. Lo que es surrealista, porque da todo el rato la sensaci¨®n de que ve en mi caso la oportunidad de redimir su pasado de tuitero irreverente.
Estamos hablando de un total de seis tuits, ?verdad?
Seis tuits que me han llevado a este largo proceso y a que un fiscal me compare con Adolf Eichmann, que fue uno de los culpables de la Soluci¨®n final y de la muerte de millones de personas (el fiscal Carlos Bautista us¨® esa comparaci¨®n en el juicio en la Audiencia Nacional). Soy inocente. Cualquier ciudadano que se expresa libremente no puede ser juzgado por ejercer un derecho constitucional. Eso crea un precedente peligroso que nos acerca a las dictaduras. Mi caso no es ¨²nico, pero tiene m¨¢s presencia medi¨¢tica. El problema es c¨®mo un Gobierno, el que sea, encaja que se celebren cazas de brujas de este estilo en lo que se supone una democracia, c¨®mo casa eso con la democracia.
Debe de ser una situaci¨®n agotadora. ?Nunca pensaste en rendirte?
Yo creo que ellos pensaron que tirar¨ªa la toalla pero no lo he hecho. No tienen en cuenta un detalle: tengo fortaleza. Pensaron que yo no le iba a dar importancia a mi carrera, al grupo y su trayectoria, a nuestras letras, a nuestro mensaje. Pensaron que yo no iba a valorar eso y, la verdad, eso es lo que tengo. A lo mejor piensan que todo eso es una tonter¨ªa y que pod¨ªa renunciar a ello pero no estoy dispuesto a hacerlo. Es mi identidad art¨ªstica y voy a defenderla. Mi carrera es lo que me ha dado la vida que tengo y llevo fatal contradecirme. Creo que Def Con Dos y todas las cosas en las que me he embarcado tienen que ver con ser coherente con uno mismo. No puedo renegar de esa coherencia y va en mi naturaleza no renegar de lo que pienso. A lo que voy es a que no me voy a dejar quitar algo en lo que creo. Insisten en quit¨¢rmelo y yo no me dejo. As¨ª que las cosas van creciendo y creciendo hasta llegar a este punto. No tengo lazos sentimentales dependientes, no tengo hijos, no tengo pareja, no me pueden poner en la posici¨®n dif¨ªcil de que un hijo m¨ªo escuche malos comentarios en el colegio sobre m¨ª o cosas parecidas, no me pueden presionar por ah¨ª.
?C¨®mo se te ocurre meterte en un berenjenal como Twitter?
Yo me hago una cuenta de Twitter despu¨¦s de veintipico a?os de carrera como C¨¦sar Strawberry. La gente que me sigue lo hace por mi trayectoria, por los trece discos, por los cinco libros, porque salgo en la tele¡ por lo que sea. Pero es gente que sabe c¨®mo hablo, c¨®mo me comunico, que conoce a Def Con Dos, la imagen que proyecta y el mensaje. Todo eso est¨¢ contextualizado en mi personaje, todos los tuits que he escrito. Lo que ha hecho el Tribunal Supremo es obviar ese contexto e ir a la literalidad de los mismos, salt¨¢ndose todos mis derechos. Eso es peligroso, porque es contrario al derecho. En general, todo esto, es parte de una maniobra de un sistema que ha perdido la verg¨¹enza a la hora de tratar a un pa¨ªs entero.
?Qu¨¦ sientes cuando lees la repercusi¨®n internacional de tu caso y el apoyo de otros pa¨ªses?
Me siento muy agradecido de contar con el apoyo de Amnist¨ªa Internacional, por ejemplo. El caso ha salido en much¨ªsimos medios extranjeros, pero lo que m¨¢s me ha sorprendido es ver que un peri¨®dico conservador como el Wall Street Journal ven¨ªa a hablar de la preocupante deriva ideol¨®gica de Espa?a. Otros medios han tratado a la noticia como un s¨ªntoma malo de que algo anda bastante mal en Europa, de que podr¨ªa cundir el mal ejemplo en otros pa¨ªses.
Parece un desenlace desmesurado para algo que comienza desde el humor.
Me condenan porque hay cierta inseguridad del sistema. A la gente insegura no le gusta el humor y no hay persona m¨¢s peligrosa que una persona insegura y con poder, porque no mide sus reacciones. Nuestra clase pol¨ªtica tiene poca capacidad autocr¨ªtica pero, lo m¨¢s absurdo, es que demuestren que, adem¨¢s, no quieren ser criticados por mal que lo hagan. Hoy te piden respeto y que te calles por respeto y bla, bla, bla. Y, al d¨ªa siguiente, te est¨¢n metiendo en la c¨¢rcel por hacer una broma con la excusa de que no tienes respeto.
?C¨®mo valoras la Ley Mordaza?
A m¨ª me hace gracia que se relacione casi exclusivamente a la derecha con el tema de la Ley Mordaza, porque creo que la izquierda ha colaborado tambi¨¦n en que la gente se autocensure. Hay un discurso que se est¨¢ imponiendo que va de no molestar, de mantener el ultra respeto por absolutamente todo, que la gente se sienta bien con lo que piensa, que no se pueda criticar nada. Aparentemente, ese discurso que tendr¨ªa que ver con la libertad lo ha asumido la izquierda muy bien pero, en realidad, est¨¢ impuesto desde la derecha. La izquierda ha dejado de ser cr¨ªtica. Lo pol¨ªticamente correcto ha convertido al lenguaje, por ejemplo, en una entelequia completamente desquiciada, en algo que te¨®ricamente para ser v¨¢lido tiene que reflejar todas las realidades en una sola frase, no importunar, y eso es imposible. A partir de ah¨ª se establece de lo que se puede hablar y de lo que no. Porque, en el fondo, todo el mundo est¨¢ c¨®modo cuando nadie le remueve, cuando nadie le puede criticar, cuando puede pedir silencio y que se le escuche. Mi caso, como el de otra pe?a, se produce justamente por eso, porque se elige la literalidad del mensaje, se va a lo que pone y no d¨®nde lo pone, con qu¨¦ intenci¨®n, entonaci¨®n o en qu¨¦ contexto.
?Qu¨¦ tal lo llevas?
De dos formas muy distintas: como C¨¦sar Strawberry con cierta y rid¨ªcula satisfacci¨®n intelectual porque, despu¨¦s de muchos a?os avisando de que ¨ªbamos mal, resulta que todo lo que hab¨ªa dicho desde Def Con Dos se ha convertido en realidad. As¨ª que, como analista pol¨ªtico aficionado, estoy bastante contento con el hecho de que todos aquellos que nos acusaron de lanzar mensajes mesi¨¢nicos o agoreros estuvieran equivocados. Como C¨¦sar Monta?a, como persona de carne y hueso, lo he digerido bastante peor. He tenido la t¨ªpica reacci¨®n humana de perplejidad, de pensar ¡°no puede ser que esto me est¨¦ pasando a m¨ª¡±.
¡°No dejo de recibir adhesiones y solidaridad. El ¨²nico miedo que me da es que creo que ese traje, el de representar a todo el mundo, me viene un poco grande¡±
?Te est¨¢ pasando factura, f¨ªsica o psicol¨®gicamente?
Me he tenido que adaptar a una sensaci¨®n surrealista y extra?¨ªsima en la que, ya digo, que mis peores predicciones se han hecho realidad. En cierto modo, esto es como contraer c¨¢ncer. Ten¨ªa m¨¢s posibilidades de contraer un c¨¢ncer que de sufrir esta persecuci¨®n, la verdad. Pero es algo parecido porque tienes que gestionarlo, tienes que saber afrontarlo, tratarlo, curarlo, demostrar fortaleza, y eso que yo me muevo siempre en la dicotom¨ªa de un yo cobarde y un yo muy valiente. De puertas para afuera prefiero mostrar mi yo valiente.
?Qu¨¦ ha sido lo m¨¢s duro de todo este proceso?
Que te detengan, que te registren, que te encierren, que se bajen las fotos ¨ªntimas de tu m¨®vil, que te hagan una ficha policial, que te juzguen, que quieran humillarte p¨²blicamente de este modo, que quieran usarte como cabeza de turco¡ Es un proceso que me hace sentirme como el prota de la pel¨ªcula Brazil, que se enfrenta a una especie de realidad que se ha tornado surrealista y deshumanizada. Ha habido momentos en los que he sentido una soledad tremenda, y ve¨ªa que hab¨ªa gente que no entend¨ªa la gravedad del fondo de esto. He ido ganando batallas pero sab¨ªa que no hab¨ªa motivo para la alegr¨ªa, que no iban a soltar la cuerda, que tendr¨ªa que ir a otro juicio. Es agotador. Con esto me he licenciado en ¡®miedo¡¯, podr¨ªa tener una licenciatura en ¡®miedo¡¯. En c¨®mo funciona, c¨®mo ataca y c¨®mo combatirlo.
?C¨®mo se lo ha tomado la gente de tu entorno m¨¢s cercano?
Ha pasado muchas fases. La primera fue la negaci¨®n de la realidad. Nadie pensaba que esto iba a llegar a ning¨²n lado. Mientras que la cosa ha ido avanzando, han pasado por etapas de miedo y, finalmente, se han sumido en el estupor generalizado.
?Y la gente, en general?
Bueno, yo creo que esto, al principio, fue recibido con bastante tibieza. Igual que en mi entorno. Nadie pensaba que esto fuera a llegar donde ha llegado, todo el mundo pens¨® que se quedar¨ªa en nada, que no ir¨ªa a ning¨²n lado. Pero el caso ha ido creciendo y creciendo en todas partes: en la calle, en los medios. Ha tomado una direcci¨®n y un significado diferente y se ha convertido en un pulso entre la sociedad civil y el poder que ha desembocado en esta situaci¨®n. Insisto, mi caso no es el ¨²nico. Es una causa general con muchos casos particulares. A ver, que parece una tonter¨ªa pero yo fui juzgado y absuelto en la Audiencia Nacional, que es un juzgado especial, donde se dirimen causas muy graves. No he sido juzgado en Disneylandia. Eso ha llegado a la gente.
?Pensaste en alg¨²n momento que quedar¨ªa todo en una mala pesadilla?
El perfil del fiscal me hizo sospechar siempre que hab¨ªa un trasfondo de persecuci¨®n inquisitorial que llevar¨ªa esto al esperpento. Han absuelto a Rita Maestre, a Guillermo Zapata, a los titiriteros¡ entend¨ª que, por una cuesti¨®n de cambio de cromos, no pod¨ªan absolverme a m¨ª porque no iban a mandar el mensaje de que, al final, hab¨ªan absuelto a todo el mundo, que est¨¢bamos en ¡°absolvilandia¡± vamos. As¨ª que siempre sent¨ª que, dependiendo de c¨®mo fuesen los otros casos, me iba a comer el marr¨®n entero o s¨®lo la mitad. Si mi sentencia hubiera salido junto a la detenci¨®n de los titiriteros no habr¨ªa recurrido nadie, mi caso hubiera perdido fuelle, pero no ha sido as¨ª. Da la sensaci¨®n de que todo cumple una especie de calendario, que las cosas pasan cuando tienen que pasar.
?Notas que la gente se corta m¨¢s en redes sociales despu¨¦s de tu caso?
Mi caso tiene como objeto de ejemplarizar. La misma sentencia observa que si tuviera menos seguidores, seguramente, ni me hubieran juzgado, lo que es delirante. Yo creo que la gente s¨ª est¨¢ asustada y he percibido que el personal le da al asunto un poco m¨¢s de ingenio. Espero que todo esto no sea en balde y repercuta en la calidad intelectual de los comentarios y en la calidad art¨ªstica de los memes, que la gente se lo curre m¨¢s. El lenguaje es muy amplio y muy rico y con 140 caracteres se pueden sugerir miles de cosas que den esquinazo al criterio penal. Creo que tambi¨¦n estas cosas agudizan el ingenio y se puede esquivar a la censura como se hac¨ªa en el franquismo. La gente va menos al rollo expl¨ªcito y m¨¢s a sugerir.
?Tuviste la sensaci¨®n de que todo el mundo se hab¨ªa vuelto loco?
Qu¨¦ va, hay un comportamiento muy coherente del sistema judicial en todo esto. El juez De la Mata archiv¨® el caso porque dijo que todo formaba parte del discurso art¨ªstico. Esto se va de madre, insisto, cuando el fiscal Carlos Bautista, se empecina con mi caso hasta llegar a compararme con Adolf Eichmann. Hay una red de ultraconservadores enquistados en el Sistema que hacen de esto bandera porque parec¨ªa que faltaba gente por condenar, que hab¨ªa que aumentar el n¨²mero de detenciones, de condenas, que hab¨ªa que seguir asustando a la gente y este fiscal es el que les sirve para llevar a cabo todo el asunto. De hecho, intenta que se me juzgue tambi¨¦n por injurias a la Corona y no es capaz. El sistema judicial no ha fallado, las cosas han ido bien, todas las sentencias absolutorias estaban bien sustentadas. Voy a juicio y lo gano. Vuelven a recurrir y lo gano. Y entonces llega el Supremo y me condena. Esto refleja un nivel de manipulaci¨®n insultante para la propia carrera judicial. Hay muchos jueces y magistrados perplejos con el arbitrario giro final. Soy algo parecido a una disculpa para que el Tribunal Supremo haya convertido mi caso en una discusi¨®n sobre el sexo de los ¨¢ngeles.
?Te han pasado cosas curiosas a ra¨ªz del caso?
Gente que me abraza, que me sigue por la calle, que me grita que no baje la cabeza. Despu¨¦s de un mont¨®n de a?os en esto he notado que, de pronto, la gente me da una representatividad que no ten¨ªa. No dejo de recibir adhesiones desde el panadero, a gente de las tiendas donde voy a comprar, de amigos. El ¨²nico miedo que me da es que creo que ese traje, el de representar a todo el mundo, me viene un poco grande. Me asusta un poco porque no s¨¦ si tengo esa talla. El otro d¨ªa un menda en Twitter me dijo que yo le asqueaba, que siempre le hab¨ªa repateado el h¨ªgado pero que entend¨ªa que lo que estaban haciendo conmigo es un dislate. Eso me hace gracia porque, en el fondo, notas que gente muy alejada a ti, incluso gente que no te traga, ve lo absurdo de la situaci¨®n y todo es porque esto es lo que ha prendido la mecha de la alarma social dentro y fuera de Espa?a. Porque no es una cosa que me haya pasado a m¨ª solo y ¡°que se joda porque me cae mal¡±. Es que la gente percibe que pueden ser los siguientes. He notado una solidaridad brutal, de gente que ni conoc¨ªa. En el mundo de la m¨²sica gente tan alejada de mi ¨¢mbito musical como Enemigos, Iv¨¢n Ferreiro o M-Clan, me han dado p¨²blicamente su apoyo y su solidaridad, lo que me parece muy destacable. Eso fortalece.
¡°El lenguaje es muy amplio y rico y con 140 caracteres se pueden sugerir miles de cosas que den esquinazo al criterio penal. Estas cosas agudizan el ingenio y se puede esquivar a la censura como en el franquismo¡±
?Por qu¨¦ crees que casos como el tuyo no han surgido antes?
Bueno, esto no es nuevo. Sobre mediados de los 90 y los primeros 2000 ha habido grupos que lo han pasado mal y que han sido perseguidos, como Soziedad Alkoh¨®lika, que pasan por tres juicios y ganan los tres. En ese momento lo que se pide es que dejen de tocar, que se les proh¨ªba trabajar. Ganan los tres juicios y, bueno, gracias a ellos con mi caso no han ido a por Def Con Dos porque con la sentencia de Soziedad Alk¨®holika asentaron jurisprudencia y sab¨ªan que si iban a por el grupo se iban a estrellar.
?Todo esto ser¨ªa posible cuando empezaste tu carrera musical en los ochenta?
No, para nada. Pero hay una deriva conservadora que comienza con el Tea Party, cuando la derecha moderada desaparece con un vendaval de neoconservadores radicales que imponen un modelo de comunicaci¨®n y una ideolog¨ªa que barre con todo y que, aunque no se diga, es admirado y aceptado. Aqu¨ª imitamos todo lo que pasa en EE.UU y, claro est¨¢, se han dado cuenta de que esa forma de pol¨ªtica tan agresiva da r¨¦ditos. La derecha siempre ha estado ah¨ª, los ultraconservadores siempre han estado ah¨ª pero, all¨¢ por los 90, estaban peor vistos que ahora, hab¨ªa un ambiente menos propicio para ciertos discursos. No olvidemos que, en aquel momento, el Partido Popular intentaba instalarse como un partido de derecha moderada.
?Hab¨ªa m¨¢s conciencia pol¨ªtica?
Que va, salvo casos muy concretos, no la hab¨ªa. Hab¨ªa un concepto m¨¢s l¨²dico de la m¨²sica. En ciertos ¨¢mbitos hab¨ªa m¨¢s punk que un discurso pol¨ªtico convencional. Adem¨¢s, emergieron un mont¨®n de grupos, explotaron muchos g¨¦neros musicales distintos donde no ten¨ªa cabida el mensaje pol¨ªtico. De hecho, el mensaje pol¨ªtico de algunos grupos era menospreciado p¨²blicamente. Ahora hay un concepto m¨¢s claro de la m¨²sica como mecanismo de contestaci¨®n social. Se est¨¢ convirtiendo en un estilo en s¨ª mismo.
?Entonces qu¨¦ ha cambiado?
Ahora existen redes, hay una conciencia m¨¢s conservadora, la gente est¨¢ m¨¢s asustada por la crisis econ¨®mica que nunca, tambi¨¦n hay fiscales ultras que act¨²an sin complejos y un tablero que ha cambiado mucho, a veces da miedo y hay gente que est¨¢ aprovechando para sacar beneficio de todo ello. Este, sobre todo, parece un mundo m¨¢s absurdo y peligroso.
?Eres optimista? ?Crees que se avecinan tiempos mejores?
Tiene que cambiar. Tiene que dar marcha atr¨¢s. Por todos lados hay gente preocupada, hay alarma social, doscientos catedr¨¢ticos y profesionales del derecho penal han firmado un manifiesto mostrando su preocupaci¨®n por esta deriva. Esto tiene que cambiar, porque esta situaci¨®n nos est¨¢ situando a un pasito de la dictadura.
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