La inesperada muerte, con 29 a?os, del fot¨®grafo chino m¨¢s controvertido
Apadrinado por Ai Weiwei y enfrentado al gobierno chino por su arte arriesgado, Ren Hang viv¨ªa su momento de explosi¨®n
La ¨²ltima foto que ¨¦l mismo public¨® en su Instagram est¨¢ realizada dos d¨ªas antes de morir. Se encontraba justo en el momento de explotar art¨ªsticamente. 2017 iba a ser el a?o de la consagraci¨®n del artista chino Ren Hang. Casi de forma simult¨¢nea, el pasado enero el museo FOAM de ?msterdam y el Museo de Fotograf¨ªa de Estocolmo le dedicaban sendas exposiciones monogr¨¢ficas. Los medios hablaban de ¨¦l, su obra se cotizaba al alza y, esta misma semana, la editorial de referencia Taschen publicaba un volumen dedicado ¨ªntegramente a su obra, algo sorprendente para un artista tan joven.
Y, de repente, el pasado jueves, un mes antes de cumplir los treinta a?os, Ren Hang fallec¨ªa inesperadamente. Lo anunci¨® el diario belga De Morgen, que aportaba un dato adicional procedente de "personas de su entorno": que el artista chino m¨¢s prometedor de su generaci¨®n se hab¨ªa suicidado en Berl¨ªn, donde estaba de paso por trabajo.
"Una de mis exposiciones fue cancelada por el gobierno chino por su contenido sexual, y en otra ocasi¨®n un visitante escupi¨® sobre una de mis fotos", declar¨®
La noticia ha sumido en la perplejidad al mundo del arte. El mism¨ªsimo Ai Weiwei, considerado como uno de los artistas vivos m¨¢s influyentes del mundo, hab¨ªa apadrinado a Ren Hang al incluirle en la terna de artistas emergentes chinos (y cr¨ªticos con el r¨¦gimen) que conformaban la exposici¨®n colectiva Fuck Off 2, celebrada en 2013 en el Groninger Museum.
El joven fot¨®grafo sol¨ªa hablar sin tapujos de su depresi¨®n. En su p¨¢gina web dej¨® constancia de esta enfermedad que, seg¨²n todos los indicios, podr¨ªa haberle llevado a atentar contra su vida. Bajo el t¨ªtulo My depression se agrupan distintas anotaciones y poemas en chino en las que Hang apunt¨® sus obsesiones, su desesperaci¨®n y sus crisis existenciales.
¡°Cada a?o pido el mismo deseo: morir antes¡±, escribi¨® en una de sus ¨²ltimas entradas en la popular red social china Weibo, publicada en enero, en v¨ªsperas del A?o Nuevo chino. En ocasiones empleaba un lenguaje que recuerda que, adem¨¢s de artista pl¨¢stico, se consideraba poeta. ¡°Llevo tantos a?os intentando curarme, compartiendo mi yo entre el papel de m¨¦dico y de enfermo¡±, dijo a mediados de 2016. ¡°Si la vida es un abismo sin fondo, cuando salte, la ca¨ªda sin fin ser¨¢ tambi¨¦n una forma de volar¡±, a?adi¨® entonces. La editorial Taschen envi¨®, antes de la muerte, una nota de prensa a los medios definiendo al artista as¨ª: "Hang es un rebelde at¨ªpico. De complexi¨®n delgada, t¨ªmido por naturaleza y propenso a episodios de depresi¨®n".
Contra todo pron¨®stico, el reconocimiento internacional no le hab¨ªa tra¨ªdo sosiego, tal y como confesaba su editora, Dian Hanson, a la BBC. "Ren llevaba sumido en una profunda depresi¨®n desde octubre, y se hab¨ªa agravado por los acontecimientos pol¨ªticos globales. Finalmente, el dolor ha sido demasiado para ¨¦l".
A pesar, incluso, de que el propio Hang negara estar interesado en hacer arte pol¨ªtico, tal y como declar¨® a Dazed en 2015: "Las ideas pol¨ªticas de mis im¨¢genes no tienen nada que ver con China. Es la pol¨ªtica china la que se empe?a en obstaculizar mi trabajo".
Sus fotograf¨ªas experimentaban con el desnudo en un pa¨ªs que censura la pornograf¨ªa desde 1949, y las autoridades no lo ve¨ªan con buenos ojos. "Una de mis exposiciones fue cancelada por el gobierno chino por su contenido sexual, y en otra ocasi¨®n un visitante escupi¨® sobre una de mis fotos", explicaba Hang a Vice. "Son solo dos ejemplos de los problemas que he tenido. Ning¨²n medio chino publicar¨¢ mis libros. Y me han arrestado mientras disparaba fotos en el exterior".
Esta contradicci¨®n ha recorrido la trayectoria de Hang desde entonces: mostrar su obra en todo el mundo con la certeza de saber que nunca ver¨ªa su trabajo expuesto en Pek¨ªn, la ciudad donde resid¨ªa desde los 17 a?os. En 2013, el efecto Ai Weiwei cuaj¨® y Hang particip¨® en 15 exposiciones colectivas. Luego vendr¨ªan las individuales, en Amberes, Copenhague, Frankfurt, Nueva York, Par¨ªs o Viena.
Recientemente, el influyente British Journal of Photography lo defin¨ªa como "uno de los faros gu¨ªa de la nueva generaci¨®n de fot¨®grafos chinos". Y no era para menos: sus im¨¢genes, impactantes y no siempre c¨®modas para el espectador, reflejan la hiperactividad creativa de un adolescente que empez¨® a fotografiar "por aburrimiento" a sus amigos de clase en su apartamento pequin¨¦s.
El rasgo m¨¢s llamativo a simple vista es la celebraci¨®n absoluta de una sexualidad libre, desprovista de prejuicios y de convenciones. "Suelo retratar a mis amigos porque los desconocidos me ponen nervioso", sol¨ªa afirmar. Lo interesante es que, ante su objetivo, los modelos asum¨ªan poses extravagantes sin atisbo de pudor.
En sus im¨¢genes, hombres y mujeres interact¨²an con naturalidad rodeados de extravagantes elementos de atrezzo: animales, alimentos y objetos cotidianos. Algunas fotograf¨ªas ceden todo el protagonismo a los ¨®rganos sexuales de los protagonistas, pero otras evocan escenarios melanc¨®licos: paisajes al atardecer, figuras rodeadas por una naturaleza salvaje, juegos acu¨¢ticos, incluso moda.
Ren Hang naci¨® el 30 de marzo de 1987 en Nong'An, un suburbio de Changchung ubicado en la provincia china de Jilin famosa por su industria automovil¨ªstica. Nunca estudi¨® fotograf¨ªa y sol¨ªa emplear una c¨¢mara instant¨¢nea de forma intuitiva. "Nunca planeo mis sesiones", confesaba en 2013. "Las ideas me vienen sobre la marcha. No controlo mis pensamientos. Vienen con naturalidad". En eso, Ren Hang era genuinamente millennial. Tambi¨¦n en su empleo fren¨¦tico de las redes sociales y los medios digitales. Compart¨ªa frecuentemente su trabajo con sus numerosos fans antes que con sus galeristas o editores, y conceb¨ªa su p¨¢gina web como un diario personal en el que volcar sus obsesiones.
Su editora, en una conversaci¨®n con Hang con motivo de la publicaci¨®n de la monograf¨ªa de Taschen, le arrancaba una reflexi¨®n sobre la naturaleza del triunfo. "?El ¨¦xito? No s¨¦ lo que significa", confesaba el fot¨®grafo. "Me gustar¨ªa que la vida transcurriera sin m¨¢s. Suavemente".
Finalmente, sus deseos no se han cumplido. Tras una trayectoria mete¨®rica que le hab¨ªa tra¨ªdo el reconocimiento del mundo del arte, de la industria editorial e incluso de la cultura pop (colabor¨® con Frank Ocean en el fanzine Boys don't cry), el fallecimiento prematuro de Ren Hang en plena eclosi¨®n creativa y medi¨¢tica es una noticia inesperada y dolorosa. Pero tambi¨¦n el punto de partida de lo que promete ser una nueva leyenda del malditismo contempor¨¢neo. Una de esas leyendas necesarias para recordar que, en ocasiones, ser genial no es f¨¢cil.
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