Cuarentena
Evitar que el programa de un partido de extrema derecha se cuele en el gobierno requiere de la coordinaci¨®n permanente del resto de formaciones
El ascenso de los partidos de extrema derecha ha abierto los interrogantes de por qu¨¦ los votantes los apoyan y qu¨¦ debe hacer el resto de partidos ante el ascenso de una formaci¨®n populista. Se ha escrito mucho sobre lo primero y menos sobre las formaciones a quienes les toca convivir con un partido de extrema derecha. ?Deben coordinarse las fuerzas pol¨ªticas para impedir que el populismo gobierne?
Este es el dilema actual, por ejemplo, en los Pa¨ªses Bajos, donde los principales partidos han optado por la estrategia de la cuarentena, que consiste en aislar al partido de extrema derecha de las negociaciones para formar Gobierno. Sus l¨ªderes han anunciado que no considerar¨¢n como potencial socio de coalici¨®n al partido de Geert Wilders, el PVV (Partido por la Libertad), al que las encuestas vienen otorgando el mayor porcentaje de voto en las pr¨®ximas elecciones del 15 de marzo.
?Hasta cu¨¢ndo puede ser viable esta estrategia? Evitar que el programa de un partido de extrema derecha se cuele en el Gobierno requiere de la coordinaci¨®n permanente del resto de formaciones. Pero las posibilidades de que el pacto de exclusi¨®n se quiebre aumentan a medida que los partidos que lleven largo tiempo en la oposici¨®n se impacienten por llegar al Gobierno. La cuarentena siempre es vulnerable al oportunismo de los partidos que se coordinan.
Una segunda cuesti¨®n es si el aislamiento que se les impone no hace sino avivar el discurso populista. La exclusi¨®n puede ser f¨¢cilmente interpretada por sus l¨ªderes como el castigo de unas ¨¦lites que dan la espalda a lo que el pueblo vota libremente. Wilders ha definido su exclusi¨®n como ¡°la arrogancia del poder¡±.
La alternativa es dejarles gobernar. Convertirse en parte del establishment o tener que realizar concesiones para llegar a acuerdos podr¨ªa erosionar el apoyo a esos partidos, como ha ocurrido con el partido de los Verdaderos Finlandeses. El peligro es, obviamente, que sus l¨ªneas program¨¢ticas se conviertan en acci¨®n de gobierno. Un riesgo que solo puede amortiguarse cuando el poder est¨¢ muy repartido y las instituciones ejercen de contrapeso efectivo a sus excesos. @sandraleon_
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