Hazte O¨ªr y hazte aliado de Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz
El exministro del Interior declar¨® a este grupo ultracat¨®lico de utilidad p¨²blica por su "inter¨¦s general"
Los pol¨ªticos pueden decir misa, pero la verdadera impronta de sus decisiones est¨¢ en el Bolet¨ªn Oficial del Estado. El del 24 de mayo de 2013 recoge la declaraci¨®n por parte del Ministerio del Interior de la organizaci¨®n Hazte O¨ªr como ¡°asociaci¨®n de utilidad p¨²blica¡±. Para ello, el entonces ministro Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz consider¨® que promueve ¡°el inter¨¦s general¡±.
?Hemos dicho inter¨¦s general?
La organizaci¨®n Hazte O¨ªr ha puesto a circular un autob¨²s con un mensaje que agrede a una minor¨ªa, la de unos ni?os con una identidad diferente a la de su cuerpo, como antes ha hecho feroces campa?as contra el aborto y la educaci¨®n sexual en los colegios. El fiscal superior de la Comunidad de Madrid ha abierto diligencias para investigarlo por posible delito de odio y hasta el presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Bl¨¢zquez, que es quien de verdad dice misa, tambi¨¦n lo ha condenado.
El debate se ha situado inmediatamente en un territorio que puede ser estimulante y rico para una sociedad que cambia y que incorpora nuevos derechos y reconocimientos a realidades que antes viv¨ªan en sombras tenebrosas: ?Es libertad de expresi¨®n lo que hace Hazte O¨ªr o es incitaci¨®n al odio? La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, declar¨® ayer en la sede de EL PA?S que ¡°la libertad de expresi¨®n tiene sus l¨ªmites en las leyes¡±.
Vayamos por un momento a otro escenario: el presidente Trump ha revocado una norma de Obama que permit¨ªa a los ni?os el acceso a vestuarios y ba?os del g¨¦nero con el que se identificaran, lo que en su momento (2016) fue considerado un avance en los derechos de la comunidad LGTB. Desandar el camino avanzado no cambia nada para la gran mayor¨ªa de la gente, pero s¨ª entorpece la de una minor¨ªa que hoy se ve obligada a dar un paso atr¨¢s. Es por ello un acto de simbolismo cruel.
Hay una escena de Posguerra, el gran libro de Tony Judt, que narra c¨®mo los alemanes miraban hacia atr¨¢s, se tapaban los ojos y se re¨ªan cuando les pon¨ªan im¨¢genes de los campos de exterminio a?os despu¨¦s del nazismo. Tardaron mucho en querer ver. Y ese fragmento del libro nos coloca ante la evidencia de que empatizar con las minor¨ªas es el primer paso para comprender, para rectificar, para legislar y para avanzar.
Cuando las autoridades o agentes sociales son inmunes a los sufrimientos de las minor¨ªas, como est¨¢ ocurriendo con los refugiados sirios (Europa), cuando desandan el camino avanzado en contra de esas minor¨ªas (Trump) o fletan un autob¨²s que niega la identidad sexual de una minor¨ªa (Hazte O¨ªr) est¨¢n pecando de un mismo defecto, sea delito o no lo sea: falta de empat¨ªa y generosidad. Que adem¨¢s el Gobierno considere a esta organizaci¨®n de utilidad p¨²blica por su ¡°inter¨¦s general¡± es agotador. Por una vez, hagan caso a Bl¨¢zquez y respeten a esos ni?os. Eso s¨ª es de inter¨¦s general.
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