La conciliaci¨®n, el cuento chino que te contaron

?Carrera profesional o maternidad? La pregunta se la formulan en Espa?a miles de mujeres que siguen asumiendo, a veces en solitario, la mayor parte de las responsabilidades familiares y dom¨¦sticas. El 58% de las mujeres renuncian a su carrera para poder educar y disfrutar de sus hijos, frente al 6% de sus parejas, seg¨²n un estudio publicado por Malasmadres y Yo No Renuncio. ¡°Los gobiernos ayudan muy poco. Necesitamos m¨¢s flexibilidad laboral, es primordial para lidiar con todo¡±, sostiene la joven madre Lorena Renedo.

Lorena se qued¨® embarazada justo despu¨¦s de que la echaran de su trabajo. Su hijo tiene ahora tres a?os y ella sigue en paro. Teniendo la familia lejos, Lorena de 34 a?os, no dispone de libertad suficiente para acudir a las entrevistas de trabajo. ¡°En mi situaci¨®n, no recibo ninguna ayuda, pero tampoco podemos dedicar parte de nuestro presupuesto a una guarder¨ªa. Sean p¨²blicas o privadas, cuestan demasiado caras¡±.

Entre la feminizaci¨®n de los cuidados familiares, la precariedad laboral y el dif¨ªcil acceso a la vivienda, las mujeres cada vez postergan m¨¢s la maternidad o renuncian ella?para no tener que dejar a un lado su carrera profesional. Las espa?olas tienen su primer hijo al cumplir la treintena, y muchas se quedan ah¨ª, con un solo hijo. El ¨ªndice de fecundidad es escaso (1,32 hijos), uno de los m¨¢s bajos de Europa. Para revertir la curva demogr¨¢fica, el Gobierno quiere ahora fomentar la natalidad con una campa?a publicitaria que lanzar¨¢ antes de que termine el a?o. ¡°Desde mi punto de vista, esta medida no responde a criterios serios. Lo que hay que desarrollar para rejuvenecer la sociedad espa?ola son las pol¨ªticas de bienestar para personas j¨®venes, pol¨ªticas familiares serias, centradas en la familia, que incidan en las personas j¨®venes. Asistimos a un encanecimiento?(por eso de las canas) del bienestar, es un juego de palabras, pero que refleja la realidad, porque en nuestro pa¨ªs, el grueso de las pol¨ªticas sociales se centra en las edades avanzadas¡±, asegura el doctor en sociolog¨ªa Esteban S¨¢nchez.

Mar¨ªa Heralta trabajaba como inform¨¢tica y le encantaba su oficio. Sufri¨® el despido y al mes siguiente se dio cuenta de que estaba embarazada de su hijo, que ahora tiene cinco a?os. ¡°Antes de ser madre mi pareja y yo ya sab¨ªamos que no podr¨ªamos seguir los dos trabajando con este ritmo fren¨¦tico. Decid¨ª emprender desde casa. Ahora tengo mi tienda en internet, as¨ª puedo cuidar de mi hijo¡±, comenta. Cuando Heralta se qued¨® en paro, se enfrent¨® con la dificultad de encontrar un trabajo con un horario flexible. Piensa que el Gobierno deber¨ªa incentivar el teletrabajo, las jornadas contin¨²as y aumentar la baja de maternidad. ¡°El d¨ªa de ma?ana, ?qui¨¦n te va a pagar las pensiones? Quiz¨¢s van a ser mis hijos, o los de mi vecina. Deber¨ªan incentivar un poco m¨¢s porque hay muchas madres que vuelven al trabajo y se sienten desplazadas, no les aumentan el sueldo ni sus compa?eros les tratan como antes¡±, lamenta.

El informe ¡°Somos Equipo¡±, realizado por Malasmadres a partir de 24.000 encuestas online a mayores de 21 a?os, advierte que la conciliaci¨®n tiene que empezar en casa y eso sigue siendo una asignatura pendiente en nuestro pa¨ªs. Uno de los prop¨®sitos con el que naci¨® el club es asesorar a las madres emprendedoras. ¡°Parece que en esta sociedad la ¨²nica forma de conciliar es emprendiendo, con todos los problemas que conlleva; la mayor¨ªa de las startups femeninas desaparecen, el Gobierno no apoya a los aut¨®nomos y menos a las mujeres¡±, sentencia Laura Baena, la fundadora de Malasmadres. Seg¨²n el estudio, el 48% de las madres profesionales intentan emprender un negocio para poder cuidar de sus hijos.

¡°Creo que la sociedad te ve como alguien incapaz de ser una buena profesional por la necesidades que supone un ni?o tan peque?o y adem¨¢s, los gobiernos no ayudan¡±, lamenta Lorena. ¡°El otro d¨ªa en la farmacia, le dije a la muchacha que pasara buen puente y ella me contest¨®: ¡®Bueno, t¨² est¨¢s siempre de vacaciones¡¯. Y es como, no, yo tengo un trabajo no remunerado, llevo la casa, cuido al ni?o, no paro, no estoy todo el d¨ªa de pingoneo. Me gustar¨ªa sentir el estr¨¦s del trabajo, pero si no me dejan la posibilidad de buscar uno, ?Qu¨¦ voy a hacer?¡±, explica Lorena, algo ofendida, mientras coloca el dibujo favorito de su hijo en el televisor del sal¨®n.

El cuidado de los ni?os y de la casa, no es cosa de mujeres, ¡°es de los dos¡±, recuerda Mar¨ªa. El estudio de Malasmadres destaca tambi¨¦n que un 54% de las mujeres profesionales son las principales responsables de las tareas invisibles del hogar. Se refiere a tareas que las mujeres hacen sin siquiera darse cuenta, tareas de gesti¨®n o de organizaci¨®n por ejemplo.

¡°Nos siguen interesando muchas m¨¢s cosas a parte de la maternidad y parece que no est¨¢ preparada esta sociedad patriarcal para este nuevo modelo de madre. Hay un modelo de madre arraigado que conecta con valores tradicionales muy marcados, que no es lo que estamos viviendo en nuestra generaci¨®n¡±, asegura Baena.

Para iniciar el cambio y abordar el problema de la conciliaci¨®n laboral, esta emprendedora sugiere seguir tres pasos. Primero, el m¨¢s lento; la concienciaci¨®n social y la educaci¨®n. Segundo, palancas de cambio para racionalizar los horarios y ofrecer m¨¢s flexibilidad. El Club ha lanzado una iniciativa popular que ha recogido m¨¢s de 300.000 firmas, para pedir incentivos fiscales para PYMES que implanten jornadas continuas con flexibilidad horaria. Y tercero, la implicaci¨®n del hombre. ¡°Trabajar en la corresponsabilidad dentro del hogar hacia fuera para que el hombre est¨¦ implicado en el cuidado de los hijos.¡±, concluye Baena, sin poder reprimir una mirada desafiante.