La lucha (sin fondos) contra la despoblaci¨®n rural
La sociedad de la informaci¨®n impulsa 'smart cities', pero no pone el mismo empe?o en generar pueblos inteligentes
Explicaba el soci¨®logo estadounidense Amos H. Hawley que los peregrinos puritanos se pusieron en marcha para asegurarse la libertad religiosa, los alemanes del Palatinado para encontrar la posibilidad de expresarse libremente en cuestiones pol¨ªticas y los campesinos del sur de Italia para lograr un fin m¨¢s vulgar: la ganancia econ¨®mica. Sea por un motivo o por otro, las migraciones han salpicado todas las culturas y se han sucedido a lo largo de los siglos.
Se dice que las poblaciones migran (emprenden un movimiento de salida seguido de otro de retorno al lugar de origen), emigran (cambian de h¨¢bitat sin billete de vuelta) o son n¨®madas (siguen una pauta c¨ªclica en sus constantes desplazamientos). Espa?a forma parte de esos pa¨ªses en los que se ha producido un crecimiento patol¨®gico de las grandes ciudades y una incesante y aguda despoblaci¨®n del campo. Este desequilibrio lo ilustra mejor que nada el Instituto Nacional de Estad¨ªstica: de los 8.125 municipios actuales, m¨¢s del 60% cuenta con menos de 1.000 habitantes y en casi 1.300 Ayuntamientos hay menos de 100 personas censadas en el padr¨®n. El mundo rural, aislado, deshabitado y envejecido, sin infraestructuras ni servicios, sobrevive encerrado en s¨ª mismo. La sociedad de la informaci¨®n y la comunicaci¨®n impulsa las smart cities, pero no pone el mismo empe?o en generar pueblos inteligentes. En los n¨²cleos rurales m¨¢s deprimidos no se usan las tarjetas de cr¨¦dito ni se efect¨²an pagos inal¨¢mbricos con el tel¨¦fono m¨®vil (es probable que ni siquiera haya cobertura).
En centenares de poblaciones ubicadas en la meseta o en zonas serranas inh¨®spitas no hay escuelas ni consultorios m¨¦dicos ni sucursales bancarias. Los empleados de estas entidades peregrinan para llevarle a la gente el dinero que retiran de sus cuentas corrientes. Un gran n¨²mero de municipios viven ajenos a la era de Internet. Las empresas de telecomunicaciones no invierten en un territorio con clientela menguante. Sin posibilidad de ir a un cine o leer un peri¨®dico, la ¨²nica fuente de ocio e informaci¨®n es la televisi¨®n (generalmente, TVE-1, cuyo granero de espectadores est¨¢ en los n¨²cleos demogr¨¢ficos m¨¢s peque?os), y los cat¨®licos practicantes la ¨²nica misa que tienen a su alcance es la de La 2.
Para intentar atajar la brecha entre ambos polos, el rural y el urbano, la Conferencia de Presidentes Auton¨®micos acord¨® en enero tomar medidas enfocadas a frenar el ¨¦xodo de los pueblos. Se ha creado para ello el Comisionado del Gobierno frente al Reto Demogr¨¢fico, organismo cuyo objetivo es enderezar el desequilibrio de la pir¨¢mide poblacional, un fen¨®meno especialmente grave en Espa?a, donde 10 comunidades presentan un saldo vegetativo negativo. La puesta en marcha de esta entidad es loable. Lo preocupante es que, seg¨²n reconoce el Gobierno, su creaci¨®n ¡°no supondr¨¢ incremento del gasto p¨²blico¡±. Ser¨ªa interesante saber c¨®mo piensa luchar contra la despoblaci¨®n y el envejecimiento rural sin dinero.
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