Yo s¨ª leo EL PA?S
Autobiograf¨ªa m¨ªnima de un lector de peri¨®dicos
Hace ahora un a?o y tambi¨¦n hac¨ªa fr¨ªo. Aquel hombre a¨²n no se hab¨ªa quitado el abrigo cuando me vio llegar al muy ilustre escenario vac¨ªo del Reina Sof¨ªa. Me dijo, al verme, se?al¨¢ndome con su dedo ¨ªndice:
¡ª Que conste que ya no leo tu peri¨®dico.
En un tiempo, hace cuarenta a?os, eso no se dec¨ªa nunca, de ning¨²n peri¨®dico. Porque leer peri¨®dicos no solo era una costumbre sino una obligaci¨®n. Le¨ªas este peri¨®dico, le¨ªas aquel peri¨®dico; incluso se dec¨ªa que leyendo varios peri¨®dicos te pod¨ªas hacer una composici¨®n de lugar.
Es que era un lector de EL PA?S que presum¨ªa de no leerlo. Como si as¨ª ganaran fuerza sus argumentos, desmejorando el esfuerzo de los periodistas, uno a uno
Ahora se ha puesto de moda decir que no lees peri¨®dicos. Viste m¨¢s a¨²n decir un peri¨®dico determinado. Declarar apestado un peri¨®dico es una novedad de los tiempos. Ahora lo hace en Estados Unidos un No Lector declarado. Una de las variantes de la No Lectura del que nos lee afecta a este peri¨®dico en el que trabajo precisamente desde hace cuarenta a?os.
¡°Que conste que ya no leo tu peri¨®dico¡±. Entre las variantes que pude adelantar como respuestas eleg¨ª esta: ¡°Pues t¨² te lo pierdes¡±. ?l insisti¨® con sus razonamientos, que proven¨ªan de aquella jaculatoria que parec¨ªa un eureka: no le hab¨ªa gustado aquel editorial, no ten¨ªa sentido aquel comentario, ese reportaje defend¨ªa a sus contrarios, aquel no era suficientemente duro con los malos, sus buenos eran maltratados por el peri¨®dico en el que trabajo, etc¨¦tera.
Cuando ya chorreaba tinta simp¨¢tica su discurso le pregunt¨¦ c¨®mo sab¨ªa tanto de lo que publicaba el peri¨®dico si ya no lo le¨ªa.
¡°Es que lo leo en la edici¨®n digital¡±.
No se trataba, pues, de un No Lector, sino de un lector, digamos, clandestino. Del mismo modo que en el siglo pasado ¨¦l hubiera ido por la calle con EL PA?S bajo el brazo para significarse, ahora se significaba diciendo que no le¨ªa EL PA?S¡ en papel.
Entre las cosas que pude haberle dicho a este paradigma de persona que dice no leer lo que lee hay una muy simple, que no se me ocurri¨® en ese momento. ¡°Pues yo s¨ª leo EL PA?S¡±. Leo tambi¨¦n La Vanguardia, el Abc, El Peri¨®dico de Catalu?a, La Raz¨®n¡ Leo El Mundo, leo el As, leo el Marca, leo los digitales y leo otros peri¨®dicos que har¨ªan la lista muy larga. Leo los peri¨®dicos extranjeros que est¨¢n al alcance de mi limitado don de lenguas. Y leo mucho, siempre leo, desde que soy ni?o leo: me encontraba con recortes de peri¨®dicos en el suelo y los agarraba para leerlos, le¨ªa los prospectos, las etiquetas de las camisas. Me pas¨¦ la vida leyendo.
Y, claro, leo EL PA?S. No conozco vida m¨¢s plena que la que da la abundante lectura de peri¨®dicos, de libros, leer, leer, leer en papel, leer en la pantalla, leer como si la vida solo tuviera orden si leyeras. Leer millones de vidas en un d¨ªa, contadas por compa?eros que tienen el don de la escritura o el don de la indagaci¨®n. Leer. ?Puede haber sentimiento democr¨¢tico m¨¢s pleno que el del que lee para discutir lo que lee, del que lee para saber m¨¢s o para saber lo que el otro ya sabe?
Presumir de no leer un peri¨®dico en particular no es un alarde, es una estupidez, con perd¨®n para aquel se?or que sigui¨® hablando sin quitarse el abrigo, y es que hac¨ªa un fr¨ªo sin tasa. Este peri¨®dico que rodea este blog, y que tiene una versi¨®n en papel, que es mi preferida, con perd¨®n de los que prefieren el digital, me da el confort del orden que otros han elegido para m¨ª. Hay historias humanas, del extranjero y de Espa?a, hay entrevistas de piedra, de m¨¢rmol y de humo, hay un esfuerzo enorme de reporteros que se juegan cada d¨ªa el oficio de contar sin saber que al cabo de sus d¨ªas o de sus noches alguien va a decir, como si fuera un hallazgo:
¡ª Que conste que ya no leo tu peri¨®dico.
Luego preguntas por qu¨¦ no lo lee y te das cuenta de que es una pose. Lo leen, como lo leo yo, pero dicen no leerlo para que sepamos que ¨¦l no piensa como EL PA?S, como si el peri¨®dico pensara, solo pensara para sentar en el suelo a los que piensan distinto, como si el peri¨®dico no pensara para que otros rebatan su pensamiento, su estrategia o su idea; como si el peri¨®dico solo tuviera editoriales, y todo fuera un editorial, hasta las farmacias de guardia, los resultados del f¨²tbol, las cartas al director o los crucigramas. Como si un peri¨®dico no fuera un peri¨®dico sino un espejo en el que nos vi¨¦ramos guapos, de acuerdo con nosotros mismos, felices de ser entendidos sin discusi¨®n alguna. Como si no hubiera ah¨ª periodistas, que pasan fr¨ªo o calor, que viajan y buscan, que retuercen el cuello del cisne, como quer¨ªa Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez, para llenar los d¨ªas del tormento y el orden que supone contar la vida.
Luego preguntas por qu¨¦ no lo lee y te das cuenta de que es una pose. Lo leen, como lo leo yo, pero dicen no leerlo para que sepamos que ¨¦l no piensa como EL PA?S
Cuando me encontr¨¦ con este hombre al cabo de un a?o, ahora mismo, en la reciente y breve primavera, iba en camiseta, y me habl¨® de un editorial de EL PA?S, otra vez. No hay derecho, ese editorial de tu peri¨®dico. Se lo sab¨ªa de memoria. ?Y la informaci¨®n, le¨ªste la informaci¨®n? S¨ª, tambi¨¦n hab¨ªa le¨ªdo la informaci¨®n. ?Entonces?
En esta ocasi¨®n no le pregunt¨¦ c¨®mo nos le¨ªa si no le¨ªa EL PA?S.
Es que era un lector de EL PA?S que presum¨ªa de no leer EL PA?S. Como si as¨ª ganaran fuerza sus argumentos, desmejorando el esfuerzo de los periodistas, uno a uno. No nos le¨ªa, o as¨ª simulaba, para que sufriera un ente que no ten¨ªa ni ojos ni cara ni sudor ni l¨¢grimas. No nos le¨ªa porque nos estaba leyendo.
Ah, ahora espero los comentarios. A los que comenten les sugiero que lean antes la noticia que les regalo ahora:
Tres preguntas para el lector antes de comentar las noticias
"Si una persona va a debatir algo, es importante que sepa lo que est¨¢ en el art¨ªculo y lo que no est¨¢ en el art¨ªculo", afirman desde la cadena p¨²blica noruega NRK. Si te interesa la historia, sigue leyendo la noticia aqu¨ª
[*Las p¨¢ginas que ilustran esta entrada pertenecen a la edici¨®n de EL PA?S SEMANAL y del peri¨®dico EL PA?S del pasado domingo 12 de marzo de 2017.]
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