Un Lannister siempre se implica
Nikolaj Coster-Waldau, actor protagonista de la serie ¡®Juego de Tronos¡¯ y embajador del PNUD, libra en Kenia otra dura batalla: en defensa de los ODS y contra la desigualdad de g¨¦nero
¡°Este es un gran ejemplo de personas que se re¨²nen para divertirse y, al mismo tiempo, plantear una cuesti¨®n muy importante¡±, comenta Nikolaj Coster-Waldau. Su voz es apenas audible en medio de la algarab¨ªa, los gritos de ¨¢nimo a las jugadoras y la m¨²sica atronadora. ¡°El f¨²tbol es bueno para eso. Re¨²ne a gente de diferentes ¨¢mbitos y nos da la oportunidad de aclarar que hay asuntos que nos afectan a todos. Lo que hacemos aqu¨ª no es pol¨ªtica. Simplemente estamos diciendo: ¡®Junt¨¦monos para luchar por derechos humanos b¨¢sicos como la educaci¨®n, la libertad y la justicia¡±.
El actor dan¨¦s, conocido por interpretar uno de los papeles protagonistas (y duraderos), Jamie Lannister, en la existosa serie estadounidense Juego de Tronos, habl¨® con EL PA?S durante su visita de dos d¨ªas a Nairobi, la capital de Kenia. All¨ª Coster-Waldau arbitr¨® dos partidos de la Copa del Mundo de los Objetivos Mundiales, un torneo de f¨²tbol femenino aficionado que ha celebrado su tercera edici¨®n. ¡°Estoy muy involucrado en estas cuestiones. Cuando me pidieron que apoyase la causa, me pareci¨® l¨®gico aceptar¡±, explicaba el hombre que da vida al?Matarreyes en la producci¨®n de HBO y que ha sido nombrado embajador de Buena Voluntad por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
El torneo en el que empu?¨® el silbato y las tarjetas pretende concienciar sobre los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible acordados por 193 pa¨ªses en 2015 como las metas que el planeta debe alcanzar en 2030. ¡°Colaborar con Eir Soccer era la forma perfecta de conseguir que todos se involucrasen en la consecuci¨®n de los ODS¡±, comentaba Boaz Paldi, portavoz de PNUD. ¡°Es importante que los ciudadanos los conozcan para que puedan hacer que sus gobiernos se responsabilicen¡±.
A Coster-Waldau, reconocido activista social en la vida real, le cuesta destacar uno solo de los objetivos: ¡°La gracia de los ODS es que los 17 tienen sentido, y ninguno puede pasarse por alto¡±. Pero al final admite que, siendo padre de dos ni?as, siente un especial inter¨¦s por el n¨²mero 5, que pretende alcanzar la igualdad de g¨¦nero universal y dar voz a las mujeres. ¡°No tiene sentido que haya mujeres discriminadas por serlo¡±, reflexiona. ¡°Mis hijas tienen la suerte de haber nacido en un lugar con igualdad de derechos, m¨¢s o menos. Pero no podemos olvidar que este no es el caso para miles de millones de mujeres de todo el mundo¡±. Y anima a todos a pelear por ello.
¡°Mis hijas tienen la suerte de haber nacido en un lugar con igualdad de derechos, m¨¢s o menos. Pero ese no es el caso de miles de millones de mujeres en el mundo¡±
Esa lucha por la igualdad tambien triunf¨® entre los 24 equipos de f¨²tbol que se enfrentaron el pasado 5 de marzo en Nairobi, cada uno de los cuales tuvo que decantarse por uno de los 17 ODS. ¡°Escogimos el n¨ªumero 5 porque en mi comunidad ni siquiera nos permiten hablarles directamente a los hombres. De hecho, piensan que nosotras no deber¨ªamos hablar en absoluto¡±, dice riendo Halima, una exuberante madre de seis hijos que vive en el norte de Kenia y jug¨® el torneo con su equipo, las Hodi Champs. ¡°Y m¨ªranos ahora: ?estamos hablando, animando, hasta jugando al f¨²tbol!¡±.
Las Hodi Champs est¨¢n capitaneadas por Fatuma Abdulkatir, una keniana, abogada de formaci¨®n, que lo dej¨® todo para volver a su casa, en las lejanas y conservadoras regiones del norte de Kenia, y promover la paz entre comunidades enfrentadas a trav¨¦s del f¨²tbol. ¡°Siempre he sentido pasi¨®n por el deporte, pero nunca me dieron la oportunidad de practicarlo. Di mi primera patada a un bal¨®n a los 25 a?os, y decid¨ª que era una forma buen¨ªsima de reunir a la gente¡±, explica . Su organizaci¨®n, la HODI (Iniciativa para el Desarrollo en el Cuerno de ?frica), empez¨® a organizar torneos femeninos en 2008. ¡°Al principio todos se opon¨ªan; a los representantes comunitarios les parec¨ªa una verg¨¹enza, y los padres pensaban que nadie se casar¨ªa con sus hijas por eso. Hasta me atacaron¡±, recuerda.
A ocho de las 12 ni?as que se apuntaron al principio las raptaron para obligarlas a casarse, y Abdulkatir estuvo a punto de abandonar la idea. Pero desde entonces, cada vez m¨¢s mujeres como Halima se han unido al movimiento, y han utilizado su posici¨®n para dar voz a otras mujeres y ni?as de la comunidad. ¡°Les ense?amos a nuestras ni?as a ser ellas mismas, a cuidar su salud, a saber administrar su dinero y a hacerse o¨ªr; y usamos el f¨²tbol para manifestarnos contra la mutilaci¨®n genital femenina y el matrimonio a edades demasiado tempranas¡±, explica la promotora de la iniciativa.
Las mujeres de las Hodi Champs trabajan ahora como educadoras para la salud en 13 escuelas, y en los ¨²ltimos tres a?os ninguna ni?a ha abandonado el colegio antes de tiempo. En personas como Halima y Fatuma est¨¢ el camino hacia el ¨¦xito de los ODS, asegura Victor Ochen, otro embajador de Buena Voluntad de PNUD que en 2015 se convirti¨® en el candidato m¨¢s joven al Premio Nobel. Ochen tambi¨¦n hizo de ¨¢rbitro en el torneo: ¡°El verdadero cambio se produce a escala de comunidad. Debemos movilizar a las personas, y por eso estamos hoy aqu¨ª¡±, declaraba Victor a EL PA?S. ¡°Naciones Unidas puede sacar un maravilloso programa en Nueva York, pero si se queda ah¨ª, no alcanzaremos los ODS para 2030. Mediante el deporte atraemos a los j¨®venes y demostramos que solo trabajando juntos y haciendo todo lo que podamos dentro de nuestras comunidades lograremos hacer realidad el cambio¡±.
¡°Esto es lo que realmente me gusta de la Agenda 2030¡±, remachaba el hombre que hay tras el televisivo Jamie Lannister. ¡°No es una cuesti¨®n Norte-Sur. Intentamos demostrar que solo tendremos una oportunidad si personas de todo el mundo nos involucramos de verdad en estas causas", insist¨ªa Coster-Waldau. "No podemos esperar sin m¨¢s que, por ejemplo, los mayores contaminantes cambien sus pol¨ªticas as¨ª como as¨ª. Cada uno debe hacer lo que pueda, y tenemos que trabajar juntos¡±.
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