Las trece campanadas del soberanismo
Que los juristas que apoyan el independentismo hayan llegado a justificar la estrategia de la desconexi¨®n unilateral muestra hasta qu¨¦ punto se ha degradado en Catalu?a el respeto a las reglas m¨¢s b¨¢sicas de un orden jur¨ªdico democr¨¢tico
Los juristas del soberanismo catal¨¢n han dado hasta ahora muestras de una gran imaginaci¨®n, recurriendo a interpretaciones forzadas del Derecho vigente para legitimar las diversas ¡°astucias¡± del proc¨¦s. Recordemos las singulares argumentaciones que nos ofrecieron para justificar la tesis seg¨²n la cual no hace falta la autorizaci¨®n del Estado para hacer una ¡°consulta popular¡± sobre la independencia de Catalu?a, aunque s¨ª es necesaria para la celebraci¨®n de un refer¨¦ndum, y ello a pesar de que no existe ninguna diferencia relevante entre consulta popular y refer¨¦ndum. O los esfuerzos dial¨¦cticos que desplegaron para negar que la secesi¨®n de Catalu?a significar¨ªa su salida de la Uni¨®n Europea. Sin olvidar las teor¨ªas que han construido para justificar los sucesivos pasos que se han dado, desde la convocatoria de un ¡°proceso participativo¡± sobre la independencia, hasta la construcci¨®n de ¡°estructuras de Estado¡± a partir de declaraciones parlamentarias de ¡°soberan¨ªa¡±.
Otros art¨ªculos de los autores
Ninguno de sus planteamientos b¨¢sicos ha tenido ¨¦xito, m¨¢s all¨¢ del c¨ªrculo de juristas ya entregados a la causa, cosa que puede comprobarse f¨¢cilmente si se revisa la amplia literatura que se ha publicado en los ¨²ltimos a?os sobre la materia, dentro y fuera de Espa?a. A pesar de los fracasos cosechados, el argumentario jur¨ªdico soberanista se ha seguido enriqueciendo, hasta alcanzar la plenitud con la elaboraci¨®n y defensa de las leyes de desconexi¨®n, especialmente la llamada ley de transitoriedad jur¨ªdica.
Cuando tuvimos noticia de que se estaban poniendo en marcha un conjunto de leyes para desvincular unilateralmente a Catalu?a de Espa?a, no le dimos mayor importancia, por la manifiesta imposibilidad de que tales leyes lograran su objetivo, y dada la absoluta ausencia de fundamentos legales y democr¨¢ticos para respaldar su aprobaci¨®n. Pero con el paso del tiempo, una parte significativa de la opini¨®n p¨²blica catalana de inclinaci¨®n soberanista est¨¢ convencida de la viabilidad de la desconexi¨®n unilateral. Muchos soberanistas tienen reservas acerca del procedimiento ¡°expr¨¦s¡± que sus representantes se proponen utilizar, una vez hayan conseguido reformar el reglamento del Parlamento catal¨¢n para tal prop¨®sito. Y es probable que no compartan la idea de que todo se haga con el mayor secretismo. Pero lo cierto es que, aun recelando de los pocos escr¨²pulos democr¨¢ticos y de la falta de transparencia, han ¡°comprado¡± la teor¨ªa de la desconexi¨®n.
No hace falta ser un gran experto para saber que las leyes de desconexi¨®n constituyen un disparate jur¨ªdico. Los soberanistas argumentan que la separaci¨®n unilateral de Espa?a se puede llevar a cabo de modo perfectamente legal, transitando de la ley a la ley. Dicen con raz¨®n que un determinado acto es legal, o no lo es, seg¨²n cu¨¢l sea el marco legal aplicable. No desconocen que la Constituci¨®n espa?ola (lo mismo que casi todas las constituciones democr¨¢ticas del mundo) no permite la independencia unilateral de un territorio. Y saben que, de acuerdo con el orden constitucional espa?ol, no es posible (como tampoco lo es en la inmensa mayor¨ªa de pa¨ªses), la celebraci¨®n de un refer¨¦ndum unilateral de independencia. Ahora bien, seg¨²n los soberanistas, las cosas son distintas si se cambia el marco legal. En efecto, si se construye un marco legal catal¨¢n, entonces la independencia (y el refer¨¦ndum unilateral) pueden ser perfectamente legales.
No hace falta ser un gran experto para saber que la estrategia del ¡®proc¨¦s¡¯ es un disparate jur¨ªdico
Pero aqu¨ª nos encontramos con el meollo del problema: ?C¨®mo se pasa del marco constitucional existente al nuevo marco legal catal¨¢n? Muy sencillo: el Parlamento catal¨¢n se re¨²ne y aprueba una ley por la que se declara que Catalu?a se desconecta de la Constituci¨®n espa?ola. El Tribunal Constitucional pierde competencia para invalidar la ley, pues la desconexi¨®n ya se ha producido por obra de esa misma ley. Si el Tribunal invalidara la ley, la sentencia ser¨ªa en todo caso irrelevante. As¨ª de f¨¢cil.
Es asombroso que en toda la larga historia del secesionismo, en las diversas partes del planeta, a nadie se le haya ocurrido antes una soluci¨®n tan ingeniosa, que seguramente pasar¨¢ a la historia de la cultura jur¨ªdica occidental como la m¨¢s notable aportaci¨®n de los juristas catalanes del siglo XXI.
Naturalmente, hay un peque?o problema. Aunque el movimiento independentista catal¨¢n mostr¨® una notable fuerza en las elecciones auton¨®micas catalanas, lo cual pone de manifiesto, sin lugar a dudas, que es necesario encontrar una soluci¨®n pol¨ªtica al problema de fondo, lo cierto es que no logr¨® la mayor¨ªa social necesaria para sustentar un proceso de secesi¨®n. Adem¨¢s, los resultados de las sucesivas elecciones generales en Catalu?a mostraron la fragilidad electoral del movimiento. Por ello, y seg¨²n hemos podido saber por filtraciones a la prensa, las leyes de desconexi¨®n que se est¨¢n elaborando introducen el siguiente matiz: la desvinculaci¨®n se har¨¢ por partes. En un primer momento, Catalu?a se desconectar¨¢ de la Constituci¨®n espa?ola, pero s¨®lo a efectos de poder celebrar un refer¨¦ndum unilateral.
La independentismo no ha logrado la mayor¨ªa social necesaria para un proceso de secesi¨®n
En el caso de que el resultado sea favorable a la independencia, se cumplir¨¢ la condici¨®n necesaria para que la desconexi¨®n sea total y definitiva. Entre las muchas consecuencias que est¨¢ previsto que se produzcan, se incluye la amnist¨ªa para toda persona condenada penalmente por su colaboraci¨®n con el proc¨¦s. Si, en cambio, el resultado del refer¨¦ndum fuera desfavorable, Catalu?a se reconectar¨ªa al ordenamiento espa?ol.
Es obvio que esta estrategia soberanista no lleva a ninguna parte. Es de sentido com¨²n pensar que los destinatarios de un sistema jur¨ªdico v¨¢lido no tienen la facultad de optar por desvincularse del mismo, aunque sea por partes. Es posible que quien atraca a un banco haya decidido desconectar de algunos art¨ªculos del C¨®digo Penal, pero ello no impide que ¨¦stos produzcan sus efectos. Que los juristas del soberanismo hayan llegado a justificar la estrategia de la desconexi¨®n unilateral muestra hasta qu¨¦ punto se ha degradado en Catalu?a el respeto a las reglas m¨¢s b¨¢sicas de un orden jur¨ªdico democr¨¢tico. Los ¨²ltimos movimientos del proceso desmienten la afirmaci¨®n de que ¡°esto no va de independencia, esto va de democracia¡±.
Los ingleses dicen que cuando en un reloj suenan trece campanadas, ya no podemos confiar en la exactitud horaria de las anteriores. La adivinanza pregunta: ¡°?Qu¨¦ hora es cuando un reloj da las trece?¡±. Y responde: ¡°Es hora de cambiar de reloj¡±. A nuestro juicio, en el momento en que los juristas del proc¨¦s han pasado a defender las leyes de desconexi¨®n, el soberanismo ha dado las trece campanadas. El tiempo dir¨¢ qu¨¦ pasar¨¢ con el reloj.
V¨ªctor Ferreres Comella es catedr¨¢tico acreditado de Derecho Constitucional en la Universitat Pompeu Fabra; Enric Fossas Espadaler, catedr¨¢tico de Derecho Constitucional en la Universitat Aut¨°noma de Barcelona, y Alejandro Saiz Arnaiz, catedr¨¢tico Jean Monnet de Derecho Constitucional en la Universitat Pompeu Fabra.
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