?Por qu¨¦ necesitamos hablar las cosas que nos molestan?
Es la v¨ªa para reducir futuros conflictos y cuidar nuestras relaciones personales y profesionales
Seguro que alguna vez un familiar o un amigo te ha contestado de malas maneras cuando t¨² has hecho un comentario la mar de inocente. O puede que hayas sido t¨² quien se haya puesto como una fiera sin venir a cuento. Si es as¨ª, olv¨ªdate de justificarlo por ese ¡°simple¡± comentario, porque te ha dicho tal cosa o porque estabas estresado. Seguramente, va m¨¢s all¨¢.
La realidad es que cuando nos salimos de nuestras casillas suele ser por una acumulaci¨®n de peque?as molestias que nos hemos callado a lo largo del tiempo. Tenemos una fantas¨ªa que nos hace da?o. Pensamos que si no decimos ciertas cosas que nos molestan ser¨¢ mejor para los dos. Ah¨ª nos equivocamos. En una relaci¨®n todos tenemos dos contadores inconscientes. El primer contador recoge lo que haces por el otro: invitaciones, favores o ayudas. El segundo contador recoge lo que el otro hace por ti en los mismos t¨¦rminos: invitaciones, favores y ayudas. Pues bien, el problema surge cuando sientes que das m¨¢s que lo que recibes, que el contador de lo que haces por ¨¦l o por ella es muy superior. Cuando t¨² colaboras en el departamento, mientras que tu compa?ero se aprovecha una y otra vez. Cuando eres t¨² quien recoges la habitaci¨®n y el otro la desordena sin parar. Llega un momento, casi siempre inconsciente, que saltas. Puede que sea por una tonter¨ªa, que no venga a cuento. Pero es el momento en el que intentas equilibrar ambos contadores, en lo que se denomina el efecto compensaci¨®n o ¡°ley de la venganza¡± en t¨¦rminos coloquiales.
Cuando nos salimos de nuestras casillas suele ser por una acumulaci¨®n de peque?as molestias que nos hemos callado a lo largo del tiempo
Todos tenemos un concepto interior de la justicia. Por supuesto, es subjetivo. Pero si piensas que una determinada relaci¨®n no es equilibrada y no es justa, de manera inconsciente vas a intentar compensarla. Suele ser a trav¨¦s de maneras indirectas, como hacer comentarios sarc¨¢sticos a la otra persona o ponerte como un basilisco cuando se ha vuelto a dejar el vaso encima de la mesa de las fotos. Lo que sea. El efecto compensaci¨®n es tambi¨¦n una de las claves para comprender los conflictos en el mundo de la empresa. Cuando un jefe es demasiado duro con su equipo, este va a buscar compensar la situaci¨®n con las herramientas que tengan a su alcance, como criticarle, cometer errores de manera consciente o inconsciente, ponerse enfermos y muchas otras acciones que, l¨®gicamente, depender¨¢ de la escala de valores de cada uno. Pero lo interesante es entender c¨®mo somos. Si los dos contadores est¨¢n continuamente funcionando en nuestra cabeza aunque no nos demos ni cuenta, hagamos algo para corregirlo. Y la buena noticia es que se puede conseguir.
Si sabemos decir las cosas a tiempo, evitaremos que se acumulen en el tiempo. Pongamos un ejemplo muy gr¨¢fico y cotidiano: si lavamos los platos despu¨¦s de comer, ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil que se vaya la suciedad. Si por el contrario, los platos sucios se quedan en el lavavajillas durante d¨ªas o se van acumulando en el fregadero, cuando queramos limpiarlos nos dar¨¢ m¨¢s grima. Igual sucede con las palabras no dichas. Cuanto antes hables de lo que te molesta, ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil de corregir los posibles malentendidos. Pero para eso, necesitamos aprender a hacerlo. Necesitamos entrenar lo que se conoce como el ¡°feedback inmediato¡± (y lo siento por el anglicismo), es decir, hablar de lo que te ha molestado u ofendido sin que se pudra en el tiempo. Igualmente, si tienes una actitud que puede ofender a otros como ocurre cuando un jefe es muy coercitivo, por ejemplo, piensa que eso tendr¨¢ consecuencias de manera indirecta. Y ahora, por ejemplo, que el mercado laboral est¨¢ activ¨¢ndose, es muy probable que incremente la rotaci¨®n no deseada como efecto de compensaci¨®n de personas que han aguantado y que est¨¢n esperando dar el salto.
En definitiva, tanto a en nuestra vida privada como profesional tenemos contadores sobre lo que hacemos y lo que el resto hacen por nosotros. En la medida en que se desequilibre, intentaremos compensarlo con acciones normalmente indirectas. Por ello, en la medida que sepamos hablar de lo que nos ha molestado lo antes posible, conseguiremos reducir posibles conflictos. Y en la medida que seamos conscientes de que lo que hacemos afecta a otros y que el resto buscar¨¢ compensar aunque no sea conscientemente, podremos cuidar mejor nuestras relaciones personales y profesionales.
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