¡®Ahora los padres son ellos¡¯ | El t¨ªpico D¨ªa del Padre
Los de ahora estamos presentes, cuidamos y damos cari?o con todo nuestro coraz¨®n y energ¨ªas. Porque eso ni es un suplicio es hacer de padre
Si no hab¨¦is estado aislados en el monte en las ¨²ltimas semanas, sab¨¦is perfectamente que hoy es el D¨ªa del Padre. Los anuncios lo han repetido unas cuantas veces, para que no nos olvidemos de comprar corbatas, calcetines o alg¨²n regalo bueno.
Yo no s¨¦ si es un invento de los centros comerciales pero ya va bien que lo promocionen, porque las nuevas hornadas de padres creo que lo estamos haciendo bien o al menos le ponemos muchas horas para aprender y mejorar. Y nos toca las narices que a¨²n perviva este t¨®pico caduco del padre desentendido o in¨²til que mira la tele con la cervecita mientras la madre se ocupa de todo.
Por supuesto, si alguien tiene un trabajo lejos de casa (como piloto, comercial o asesino a sueldo) es complicado compatibilizar los horarios del d¨ªa a d¨ªa con el reparto equitativo de tareas. Pero a menos de que el padre sea astronauta y est¨¦ en ¨®rbita, no puede desentenderse de la crianza y de sus horas paternales.
Escrib¨ª mi gu¨ªa para padres, que fue el origen de estas columnas, porque estaba harto de encontrarme que en la gran mayor¨ªa de manuales nosotros ¨¦ramos apenas una nota al pie o un p¨¢rrafo por cap¨ªtulo que dec¨ªa ¡°tenle paciencia a tu pareja¡±. Y lo que estaba destinado a nosotros eran novelas gr¨¢ficas de humor, porque quiz¨¢ piensen que sin dibujos los padres no llegamos a entenderlo.
Estamos todos de acuerdo que el proceso biol¨®gico y el v¨ªnculo inicial es todo para la madre (y los pocos d¨ªas de baja del padre tampoco ayudan a mejorar la situaci¨®n). Pero cuando el beb¨¦ ya est¨¢ destetado o biberonado, las posibilidades son las mismas. Y os aseguro que vemos muchos padres en la guarder¨ªa, en las actividades extraescolares, en los parques jugando con los ni?os¡
La prueba m¨¢s palpable de esto es la gente que nos encontramos haciendo cola en el pediatra o en urgencias. El 90% son parejas con cara de asco de esperar y preocupaci¨®n por la salud del cr¨ªo o por lo que tardan las visitas anteriores. Hacer cola en el m¨¦dico es casi equiparable a mirar muebles en Ikea un s¨¢bado. Pero se hace porque forma parte de nuestra vida, que no todo iba a ser ¡°la sonrisa de un ni?o¡±.
No s¨¦ si los padres ya nos hemos actualizado para siempre o esto s¨®lo ser¨¢ una moda pasajera fruto de una ¨¦poca de conciencia m¨¢xima, donde la crianza ahora es algo socialmente importante, como el running o la leche de soja. Y el tiempo a¨²n no nos ha dado suficiente perspectiva para saber si los ni?os criados con tanto parenting de pedigr¨ª acabar¨¢n siendo la mejor generaci¨®n de la historia o un mont¨®n de ni-nis mimados.
En cualquier caso, los de ahora estamos presentes, cuidamos y damos cari?o con todo nuestro coraz¨®n y energ¨ªas. Porque eso ni es un suplicio, ni ayudar ni colaborar. Simplemente es hacer de padre.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.