?pica al huso
La idea de retrasar los horarios es rid¨ªcula y no aporta ninguna consecuencia econ¨®mica
Solo una variable como el tiempo provoca el error conceptual que se observa en las discusiones horarias actuales: creer que las referencias de medida afectan a la vida. Nadie vincula los atascos o la siniestralidad de tr¨¢fico con la referencia kilom¨¦trica de la Puerta del Sol. Nadie asocia nuestra capacidad de reconocer la fiebre o el aumento global de la temperatura con usar un term¨®metro cent¨ªgrado o uno fahrenheit. Pero los expertos horarios al uso insisten en vincular falazmente la referencia temporal (el huso) con problemas vitales como la conciliaci¨®n, la falta de sue?o, la productividad, la fecundidad, el c¨¢ncer, el estr¨¦s y el absentismo laboral.
El ¨²ltimo ejemplo es la proposici¨®n no de ley del Grupo Parlamentario Popular que insta al Gobierno a analizar en detalle la incidencia de "volver al huso GMT" y en cuya ruborizante exposici¨®n de motivos el grupo hace suyas las tesis de la Asociaci¨®n para la Racionalizaci¨®n de los Horarios Espa?oles (Arhoe), plagadas de errores conceptuales e hist¨®ricos y de apelaciones fantasiosas a nuestros indicadores vitales.
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Inmerso en la ret¨®rica falaz del lobby horario y hu¨¦rfano de asesor¨ªa cient¨ªfica el Grupo Popular no es consciente de lo que pide al Gobierno: que analice las consecuencias econ¨®micas de retrasar los horarios espa?oles una hora. Volver al huso GMT (sic) es retrasar los horarios espa?oles. El grupo tampoco percibe el embate que propina al Gobierno. Ning¨²n pa¨ªs del mundo ha retrasado la hora oficial en tiempos de paz debido a sus efectos econ¨®micos a corto plazo: adelanta la salida y puesta del sol, genera ocio matinal diurno (poco provechoso econ¨®micamente) y sustrae ocio vespertino diurno (m¨¢s provechoso). Adem¨¢s, los pocos cambios de huso vistos en pa¨ªses de la OCDE en tiempos de paz suelen fracasar: la estabilidad del huso es apreciada en las sociedades modernas.
El retraso es tambi¨¦n contrario a lo que han venido haciendo los trabajadores espa?oles en las ¨²ltimas d¨¦cadas: adelantar en lo posible la entrada al trabajo para poder adelantar en lo posible la salida del trabajo. La m¨¢xima expresi¨®n de este deseo es el 34% de trabajadores preguntados en la ¨²ltima Encuesta de Empleo del Tiempo (2010) que realizan una jornada intensiva matinal. ?Querr¨ªan convertir una jornada de ocho a tres? en una jornada de nueve a cuatro?.
Ning¨²n pa¨ªs del mundo ha retrasado la hora oficial en tiempos de paz debido a sus efectos econ¨®micos a corto plazo
La idea de retrasar los horarios es tan rid¨ªcula que ni la propia Arhoe se la toma en serio: tambi¨¦n quiere, a la vez, adelantar los horarios vespertinos. El trilerismo horario es as¨ª, promete salir a la 6pm (hora de Londres) ocultando que solo ofrece seguir saliendo a las 7pm (hora de Berl¨ªn).
La asociaci¨®n, y al parecer el Grupo Popular, quiere recortar la pausa para el almuerzo, algo que ya hacemos sin modificar la hora oficial. Adem¨¢s de ese 34% de trabajadores sin pausa, otro 22% reporta una pausa de una hora. Ninguno de ellos pueden reducirla y solo pueden compensar el retraso de la entrada con un retraso a la salida: una hora de su ocio vespertino se convierte en ocio matinal. ?C¨®mo conciliar¨¢n mejor? El 26% de trabajadores con larga pausa ver¨¢ retrasada su entrada al trabajo, acortada su pausa y saldr¨¢ a la misma hora. ?C¨®mo conciliar¨¢n mejor?
No mezclemos huso y vida. Si el Grupo Popular cree que es interesante adoptar la hora de Londres deber¨ªa proponer que nuestros relojes y horarios se expresen en esa hora: entremos a trabajar a las 7am, hora de Londres, en vez de a las 8am, hora de Berl¨ªn, aunque sea lo mismo; comamos a la 1pm, hora de Londres, en vez de a las 2pm, hora de Berl¨ªn, aunque sea lo mismo; y as¨ª sucesivamente. Aparte del l¨ªo general, incluso este sutil cambio tendr¨ªa efectos secundarios en el turismo, porque los turistas s¨ª retrasar¨ªan sus actividades en Espa?a y ver¨ªan anochecer una hora antes. ?Ser¨ªa beneficioso?
Por contra, si el Grupo Popular, o cualquier otro, quiere mejorar la conciliaci¨®n entonces sugiero que se centren en propuestas sectoriales que ataquen problemas concretos en vez de jugar con aspectos globales ajenos a los problemas. Dejemos la ¨¦pica horaria irracional: ni el huso causa nuestros problemas, ni impide soluciones, ni su cambio nos redime.
Jos¨¦ Mar¨ªa Mart¨ªn Olalla es profesor de F¨ªsica de la Universidad de Sevilla.
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