?2.500 euros por una entrada VIP para Metallica en Espa?a? Esto es lo que recibes a cambio

Lo que antes eran un par de litronas y unos porros en la cola para un concierto de heavy, se ha convertido en algo bastante m¨¢s sofisticado: Metallica ha sacado a la venta esta semana las entradas para sus conciertos en Madrid (3 y 5 de febrero, de 2018) y Barcelona (el 7 del mismo mes), con tres modalidades de paquetes VIP. De primeras, lo que m¨¢s llama la atenci¨®n son los precios de estas opciones, que oscilan entre 200 y ¨Catenci¨®n¨C 2.450 euros (200, 5 y 2.499, para ser precisos).

?Y qu¨¦ tiene un pase cuyo precio casi dobla el sueldo medio espa?ol? The hardwired experience ¨Cas¨ª se llama el m¨¢s caro¨C ofrece, por supuesto, lo m¨¢s deseado para cualquier aut¨¦ntico metalhead: foto y encuentro con la banda (aunque los miembros para conocer en el backstage pueden variar de una actuaci¨®n a otra, dice la letra peque?a). De los otros extras, destacan el acceso a una exposici¨®n, un p¨®ster, una camiseta, cena de snacks y dos tickets de bebida (s¨ª, dos: lo que posiblemente convierta estos cubatas en los m¨¢s caros de la historia¡­).

A partir de ah¨ª, la cosa se rellena con poca o ninguna chicha: ¡°Posibilidad de compra de merchandising sin hacer cola¡± (por si al fan a¨²n le queda dinero), ¡°Atenci¨®n personalizada y staff de cortes¨ªa¡±¡­ Vamos, el ¡°ambiente familiar y trato agradable¡± de toda la vida.

Pero, vayamos a lo verdaderamente importante: la m¨²sica. Con The hardwired experience, el seguidor podr¨¢ ver a Metallica en primer¨ªsima fila, una experiencia tan ¨²nica como estresante: cualquiera se va al servicio en un macro concierto, cuando cada canci¨®n sale a unos 130 euros¡­ Porque, en los detalles de la venta no pone nada de ba?os privados en esta exclusiva oferta -que, por cierto, s¨®lo est¨¢ disponible para 12 personas por fecha.

No es ning¨²n secreto que Metallica siempre han sido astutos con los negocios (sobre todo, su tenaz bater¨ªa, Lars Ulrich ¨Cel Paul McCartney del heavy metal). A finales de los 80, cuando la MTV se convirti¨® en el gran coloso de la industria musical; olvidaron r¨¢pidamente que ellos nunca har¨ªan un videoclip, como hab¨ªan sentenciado pocos antes. La siguiente d¨¦cada ¨Cal pasar el rock duro de los estadios a las salas de aforo medio¨C sustituyeron a Mot?rhead por Oasis como grupo de referencia (y se cortaron el pelo, una verdadera bofetada para miles).

Aunque, el movimiento m¨¢s h¨¢bil de todos vino despu¨¦s, con Some kind of monster (de 2004): atrevido documental, que muestra al grupo azotado por la crisis de los treinta y largos, y dej¨¢ndose llevar por un terapeuta con jers¨¦is imposibles. Contar sus debilidades y tensiones fue morboso, pero sobre todo una buena estrategia porque eclips¨® y justific¨® lo desconcertantemente malo que es el ¨¢lbum que acababan de publicar, St. Anger (de 2003).

En resumen: Metallica lleva m¨¢s de 25 a?os sin sacar un disco que supere el 6,25, pero cada movimiento que hacen es un acontecimiento. No importa que hayan pasado tres d¨¦cadas desde la publicaci¨®n de sus obras maestras ¨Csus cuatro primeros trabajos, porque sus seguidores son como los de Bob Dylan o Bruce Springsteen: son fieles, se resignan y tragan.

Si merece la pena o no pagar 2.499 euros por estar a un palmo del cuarteto -con una par de cubalibres y perritos, ya depende del criterio y la econom¨ªa de cada uno (hay tiempo para ahorrar, eso s¨ª). Otra opci¨®n sino, es pagar ese dinero por un resort con todo incluido, en Canc¨²n: con m¨¢s bebida, m¨¢s comida y ¨Csi hay suerte, ?qui¨¦n sabe?¨C con los miembros de Metallica pululando por ah¨ª¡­ subidos en un carrito de golf.