As¨ª es
Los pol¨ªticos y los medios ya no proponen argumentos o discusiones razonadas, sino sentimientos
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No vayan a tomar mis palabras por una bronca, queja o serm¨®n, se trata de una mera constataci¨®n: Occidente se ha infantilizado. No es que haya rejuvenecido, ojal¨¢, sino que ha regresado a la edad pueril, aunque sin la gracia de los infantes. Infantil ha sido el Brexit,infantil la elecci¨®n de Trump, y ahora vienen Francia e Italia.
Por infantil entiendo esa etapa en que los humanos a¨²n no hemos adquirido la l¨®gica, el sentido com¨²n, la capacidad de juicio objetivo y todas las virtudes asociadas a la edad que no en balde se llamaba anta?o ¡°edad de la raz¨®n¡±. Esas capacidades intelectuales han sido remplazadas por la sentimentalidad. Y es ella la que intoxica los populismos. Los pol¨ªticos y los medios ya no proponen argumentos o discusiones razonadas, sino sentimientos. Caso extremo, la Alianza de Civilizaciones de Zapatero y Erdogan (?!).
Vean, tambi¨¦n, el cambio de 47 calles de Madrid promovido por el Ayuntamiento de Podemos y PSOE. Un trabajo in¨²til que pone de manifiesto la impotencia del Consistorio. El comit¨¦ ha seleccionado las calles y ha trabajado bien. Ha cumplido con su encargo. Lo absurdo es la tarea misma. Nadie menor de 60 a?os sabe qui¨¦nes eran los hermanos Falc¨®, Carlos Ruiz, Juan Pujol, el cerro Garabitas, y as¨ª hasta 30 caprichos. No digo yo que merezcan calle, digo que es un gasto grotesco cuando los juzgados est¨¢n cay¨¦ndose a pedazos, los hospitales colapsados o el asfalto con socavones de a metro. Es una medida sentimental, una muestra de frivolidad ideol¨®gica.
?La causa? Quiz¨¢s, como cree Theodore Dalrymple en su pertinente Sentimentalismo t¨®xico, el colosal fracaso de la educaci¨®n despu¨¦s de Bolonia. Y la incompetencia de las izquierdas para resolver los problemas de la gente. Las derechas, ya se sabe.
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