La cara m¨¢s sensible del tiranosaurio
Un equipo de paleont¨®logos ha descubierto una nueva especie, cuyo hocico ten¨ªa un alto grado de sensibilidad t¨¢ctil
La familia del tiranosaurio rex acaba de ganar un nuevo miembro. Un equipo internacional de paleont¨®logos ha descubierto el?Daspletosaurus horneri, un tiranosaurio de nueve metros de largo y dos metros de altura, que vivi¨® en la regi¨®n de Montana (EE UU) hace entre 71 millones y 75 millones de a?os. La investigaci¨®n indica que esa especie evolucion¨® directamente de su pariente geol¨®gicamente m¨¢s viejo (el?Daspletosaurus torosus), a trav¨¦s de una rara forma de evoluci¨®n conocida como anag¨¦nesis, que se da cuando una especie se transforma gradualmente en una nueva. Ese proceso poco com¨²n en los dinosaurios explicar¨ªa otro hallazgo de los cient¨ªficos: los tiranosaurios ten¨ªan caras como una m¨¢scara escamosa, sin labios, y un hocico con alto grado de sensibilidad t¨¢ctil, como los cocodrilos.?
Los investigadores, liderados por Thomas Carr, experto en la evoluci¨®n del T. rex, utilizaron f¨®siles para comparar el cr¨¢neo de la especie con los de los cocodrilos, aves y algunos mam¨ªferos, y descubrieron que los tiranosaurios pose¨ªan una "compleja red sensorial" basada en un nervio craneal (trig¨¦mino), que tiene funciones de sensibilidad y motricidad.?Jayc Sedlmayr, bi¨®logo experto en anatom¨ªa evolutiva y coautor del trabajo, explica que ese nervio se ha convertido, a lo largo de la evoluci¨®n, en una especie de sexto sentido en diversos vertebrados: funciona como un campo magn¨¦tico para la migraci¨®n de las aves; un sistema que permite a?los ornitorrincos identificar el riesgo de predadores y a las serpientes a encontrar sus presas; ayuda a los cocodrilos a identificar las diferentes vibraciones en el agua y convierte la trompa de los elefantes en una especie de mano sensible.
"Lo mismo ocurri¨® con toda la cara de los tiranosaurios", concluye Sedlmayr. Los cient¨ªficos ¡ªque han publicado este jueves los resultados en la revista Nature¡ª?creen que, gracias a los ¨®rganos sensoriales, esos animales cazaban con m¨¢s precisi¨®n, pero tambi¨¦n pod¨ªan frotar sus caras como parte importante del juego preliminar para la c¨®pula. Las hembras eran capaces de detectar el sitio con la mejor temperatura para poner un nido y los adultos aprend¨ªan?c¨®mo manipular los huevos de manera segura. Algunos de esos comportamientos se parecen al de los cocodrilos, seg¨²n los expertos, pero Sedlmayr tambi¨¦n se?ala que hay similitudes con los humanos. "De alguna manera, los componentes faciales del nervio trig¨¦mino de estos dinosaurios reflejan los nuestros. Ese nervio nos permite sentir los m¨²sculos faciales y afinar y coordinar las manifestaciones emocionales y sociales", explica.?
Los tiranosaurios han estado representados en los medios de comunicaci¨®n ¡ªdesde galer¨ªas de museos hasta ¨¦xitos de taquilla de Hollywood¡ª y posiblemente se convirtieron en los dinosaurios m¨¢s emblem¨¢ticos de la cultura moderna. A Thomas Carr siempre le ha parecido ir¨®nico que no se hubiese estudiado rigurosamente la apariencia de la cara de los animales que ¨¦l define como los "embajadores de la historia natural", a pesar de la disponibilidad de f¨®siles bien conservados, datos publicados sobre sus parientes vivos m¨¢s cercanos (aves y cocodrilos) y m¨¦todos comparativos modernos. "Es un tema que ha estado en mi cabeza desde hace a?os", cuenta.
Para investigarlo, Carr y su equipo fueron m¨¢s all¨¢ de la paleontolog¨ªa y desarrollaron su estudio b¨¢sicamente en el laboratorio, con la disecci¨®n de aves como dinosaurios vivos y cocodrilos como sus parientes vivos m¨¢s cercanos, y basado en las similitudes de los nervios faciales y las arterias encontradas en cada especie. "Los avances tecnol¨®gicos en dataci¨®n radiom¨¦trica [procedimiento que determina la edad absoluta de un f¨®sil] son claves para responder a muchas cuestiones sobre la evoluci¨®n de los dinosaurios", sostiene Eric Roberts, profesor de Geociencia en la Universidad James Cook, de Australia. Para ¨¦l, el descubrimiento de una nueva especie de tiranosaurio es "solo la punta del iceberg" de los posibles hallazgos dentro de los pr¨®ximos a?os.?
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