Gina Miller: ¡°La cordura ha saltado por los aires con el ¡®Brexit¡±
LO AS?PTICO de las oficinas donde Gina Miller recibe a El Pa¨ªs Semanal?tiene una explicaci¨®n. Por motivos de seguridad decidi¨® trasladar indefinidamente su centro de operaciones a este edificio de alquiler, tan elegante y bien equipado como impersonal. Muchas cosas han cambiado en la vida de Miller desde que decidi¨® enfrentarse al Gobierno de Theresa May en los tribunales.
La primera ministra brit¨¢nica, argument¨® Miller, no pod¨ªa proceder con la salida de Reino Unido de la Uni¨®n Europea sin la autorizaci¨®n del Parlamento. El Supremo le dio la raz¨®n, en una hist¨®rica sentencia que daba a los diputados voz en el Brexit. Un poder que, seg¨²n Miller, los ¡°cobardes¡± legisladores desperdiciaron al secundar sin enmiendas los planes de May.
Para entonces, Miller ya era v¨ªctima de una brutal campa?a de acoso por parte del sector m¨¢s radical del populismo antieuropeo. Algo que, lejos de amedrentarla, la ha animado a seguir con su causa, decidida a volver a los tribunales ante cualquier intento de sortear el escrutinio parlamentario al que oblig¨® la m¨¢s alta instancia judicial del pa¨ªs.
Votante laborista, ¡°avergonzada¡± por el actual rumbo de su partido, representa un tipo de activismo de nuevo cu?o que no encaja en la pol¨ªtica tradicional. Y, a sus 51 a?os, encarna como pocas figuras la dram¨¢tica grieta que el Brexit ha abierto en Reino Unido. Para unos, es un ejemplar de la m¨¢s soberbia ¨¦lite adinerada que desprecia al pueblo y osa cuestionar su decisi¨®n soberana. Para otros, es una suerte de hero¨ªna que, con un elevado coste personal, ha dado voz a la mitad del pa¨ªs y aporta un poco de cordura en un debate enloquecido.
Como siempre, la persona no encaja en ninguno de esos dos polos que tiran del personaje. Para ella, su lucha ¡°es legal, no pol¨ªtica¡±. Pero no por ello menos trascendente.
¡°los pol¨ªticos profesionales deben asumir con honestidad que parte del problema es culpa suya, disculparse y empezar a pensar a lo grande¡±.
Miller naci¨® en Guyana y su padre, un opositor al r¨¦gimen populista de Forbes Burnham, la envi¨® a estudiar a Reino Unido a los 10 a?os para ahorrarle la complicada situaci¨®n que atravesaba su pa¨ªs. Pronto el dinero dej¨® de llegar y Miller tuvo que buscarse la vida con trabajos de camarera y limpiadora mientras estudiaba. Hoy es cofundadora de una firma de inversi¨®n privada de la City, tiene una fundaci¨®n filantr¨®pica, es vegetariana y vive en una casa de siete millones de libras en el exclusivo barrio de Chelsea. Est¨¢ casada por tercera vez y es madre de tres hijos; uno de ellos, que crio soltera tras el fracaso de un tormentoso primer matrimonio, con una grave discapacidad.
Hasta ah¨ª, lo que est¨¢ permitido ver. El elegante traje blanco, los modales exquisitos y la cordial sonrisa son solo parte de la barrera que protege a la verdadera Gina Miller. ¡°Siempre he llevado una armadura invisible, pero ahora es una armadura integral¡±, asegura. ¡°Mi marido me dice que es una pena que nadie me conozca realmente¡±.
Despu¨¦s del fallo del Supremo pidi¨® a los diputados que usaran ¡°su inestimable experiencia y pericia¡± para marcar el camino del pa¨ªs. ?Cree que lo hicieron? No. Creo que todos se comportaron como cobardes. Deber¨ªan haber votado de acuerdo con su conciencia y con lo que creen que es mejor para el pa¨ªs. Algo muy raro ha sucedido con el Brexit. La cordura y el sentido com¨²n parecen haber saltado por los aires y solo quedan la emoci¨®n y el miedo. Que los pol¨ªticos respondan a estos sentimientos es muy peligroso. Estoy muy decepcionada.
Pele¨® esto con un gran coste personal. ?Vali¨® la pena? Dos cosas, definitivamente, merecieron la pena. Una es que logramos que no se sentara el precedente de que los Gobiernos puedan saltarse al Parlamento, algo muy importante. Y la otra es que el debate que se ha producido en las dos C¨¢maras nunca habr¨ªa tenido lugar si no hubiera sido por este caso. No se habr¨ªa hablado, por ejemplo, de las leg¨ªtimas preocupaciones de los ciudadanos de otros pa¨ªses miembros que residen en Reino Unido.
Las mentiras parecen haberse convertido en el motor de cierta pol¨ªtica. ?Qu¨¦ se puede hacer para combatirlo? Se puede hacer mucho. Los pol¨ªticos profesionales deben mirarse en el espejo y comprender que esto no pas¨® de la noche a la ma?ana. Deben asumir responsabilidades por no haber abordado los problemas subyacentes: los efectos de la revoluci¨®n tecnol¨®gica, la divisi¨®n entre ricos y pobres, la calidad de la educaci¨®n, el envejecimiento de la poblaci¨®n. Son problemas comunes a todos los pa¨ªses occidentales y los pol¨ªticos no los han abordado. Solo han pensado en su cort¨ªsimo tiempo en el poder y no en el cuadro m¨¢s amplio. Deben asumir que parte de esto es su responsabilidad, disculparse y empezar a pensar a lo grande. Hasta que no tengan esa conversaci¨®n honesta con el p¨²blico, la gente no se fiar¨¢.
?Qu¨¦ pasa con el sistema pol¨ªtico si no es capaz de atraer a alguien como usted? Yo no sobrevivir¨ªa en el sistema pol¨ªtico. Tendr¨ªa que vender mi alma, perder mi integridad y mi honestidad. El partido, para ellos, es m¨¢s importante que el pa¨ªs, y eso es un error. Si la pol¨ªtica estuviera por encima de los partidos y tratase sobre la honestidad y las personas, me sentir¨ªa muy atra¨ªda. Pero no veo que eso vaya a suceder pronto. Creo que la gente como yo, que quiere alzar la voz y utilizar su experiencia y su posici¨®n para hacer cosas, debe hacerlo como independiente.
?El Estado de derecho puede frenar el populismo? Es m¨¢s importante que nunca. Una de las razones por las que estamos inmersos en el populismo es porque muchas de las personas que han llegado arriba han tenido ¨¦xito en sus quehaceres, sean cuales sean, pero no se han comportado de manera responsable. Pasa en los negocios y en la pol¨ªtica. Ese vac¨ªo que no llenan los pol¨ªticos debe ocuparlo el Estado de derecho.
?Qu¨¦ hay de la prensa? ?Qu¨¦ ha pasado con los medios de Reino Unido para que el peri¨®dico m¨¢s le¨ªdo acuse en su portada a tres jueces, los que fallaron a su favor, de ser los ¡°enemigos del pueblo¡±? El problema con la prensa es que algunos de nuestros peri¨®dicos son propiedad o est¨¢n gestionados por matones o cobardes. Son unos hip¨®critas que acusan a los jueces de estar politizados cuando ellos no son m¨¢s que animales pol¨ªticos y sus diarios no son m¨¢s que pasquines u hojas de propaganda. No son independientes, no informan, alimentan y agitan una determinada negatividad. Son b¨¢sicamente alborotadores. Se les deber¨ªa pedir cuentas por alimentar tanto odio.
Usted se dijo sorprendida por los niveles de acoso de los que fue v¨ªctima ¡°solo por formular una pregunta leg¨ªtima¡±. Me sorprendi¨® porque no es el Reino Unido en el que pensaba que viv¨ªa. Siempre nos hemos sentido muy orgullosos de ser una sociedad inclusiva, donde pod¨ªas llegar y ser t¨² mismo. La gente que ven¨ªa pod¨ªa traer a su familia, sus valores y sus creencias sin miedo a que se les viera como diferente. Ahora s¨ª eres visto como diferente. Y se les permite decirlo de una forma que no se admit¨ªa antes. Lo que yo trato de explicar es que lo que esos individuos est¨¢n haciendo no solo est¨¢ mal, sino que es ilegal. Es ilegal incitar al odio racial, sexual, xen¨®fobo. Da igual si es en un tuit, en una carta o en un correo electr¨®nico. El medio no importa, lo que interesa es el mensaje que colocas ah¨ª fuera. Todas las personas buenas, en todas partes, deben levantarse y hablar de esto. Dejar muy claro que no toleraremos que nuestra sociedad se derrumbe de esta manera.
Ha sido implacable denunciando a quienes la atacaron. S¨ª. La polic¨ªa lleva ocho detenciones, y una docena de casos est¨¢n siendo investigados. Hay m¨¦dicos, maquinistas de tren¡; sus cartas est¨¢n bien escritas, usan buen papel. Es un mito eso de que son frikis que se pasan el d¨ªa delante de un ordenador.
?Todav¨ªa tiene que tener cuidado? Ya lo creo. Tengo que ir en un coche especial, me he borrado de las bases de datos p¨²blicas, tengo un bot¨®n del p¨¢nico y medidas antiterroristas en mi casa. Hab¨ªa una campa?a en Facebook para que me violaran en grupo. Es muy raro lo que est¨¢ pasando. Ahora se me echa la culpa de muchas otras cosas aparte de mi intervenci¨®n en el Brexit; no sab¨ªa que era tan poderosa. Los medios han rebuscado a fondo. Mi vida personal, mi carrera, mis negocios¡, han tratado de destruirlo todo. Me plante¨¦ ser m¨¢s cauta, pero sigo aqu¨ª. ?Qu¨¦ tengo que perder? Aunque nadie m¨¢s se alce, yo s¨ª me voy a levantar. Al final, para m¨ª, todo se reduce a una cosa: mi conciencia no me dejar¨¢ dormir por la noche sabiendo que hay gente que est¨¢ siendo amedrentada, apaleada o amenazada por el color de su piel, el pa¨ªs en que nacieron, la vida que quieren llevar o la religi¨®n que eligieron.
?Qu¨¦ siente cuando la incluyen en el estereotipo de la ¨¦lite adinerada que traiciona al pueblo? He sido activista desde hace mucho tiempo y aprend¨ª muy pronto que, cuando los individuos no pueden discutir tu mensaje, te atacan personalmente. Por eso, cuando sucede, me lo tomo como que debo tener raz¨®n. Por lo dem¨¢s, no quiero que la gente horrible y mezquina est¨¦ de acuerdo conmigo. Me preocupar¨ªa que lo estuviera.
Se ha hablado tambi¨¦n del acoso que sufri¨® de ni?a, cuando lleg¨® al internado brit¨¢nico procedente de Guyana. Eso es una invenci¨®n.
?De verdad? Muchas cosas que se han dicho en la prensa no son ciertas. Quer¨ªan sugerir que he esperado 42 a?os para vengarme de las peque?as ni?as blancas que me acosaron. Me hicieron trastadas, pero es lo que los ni?os se hacen unos a otros. Son ni?as comport¨¢ndose como ni?as. Es solo un ejemplo de c¨®mo me sent¨ª de aislada cuando vine a este pa¨ªs.
A su llegada a Reino Unido, su vida no fue f¨¢cil. ?Las dificultades han forjado su vocaci¨®n luchadora? Totalmente. Las cicatrices que me he ganado son las que me hacen ser quien soy. Pero hay algo de naturaleza: he sido un poco as¨ª desde ni?a. Y est¨¢ tambi¨¦n la gu¨ªa de mi padre, que tuvo un gran impacto en m¨ª. Su sentido de la justicia era muy fuerte, y tambi¨¦n su vocaci¨®n de ayudar. La idea de que si eres afortunado debes ayudar a otros es algo con lo que he crecido. Gracias a eso, creo que las cosas dif¨ªciles que he vivido han alimentado un fuego que ya estaba ah¨ª y me han hecho m¨¢s fuerte.
?Qu¨¦ aprendi¨® en la campa?a del refer¨¦ndum? Recorr¨ª el pa¨ªs durante meses defendiendo la permanencia de Reino Unido en la Uni¨®n Europea. Participaba en debates y me di cuenta dos meses antes de la votaci¨®n de que ¨ªbamos a perder. Notaba la indignaci¨®n. La gente quer¨ªa que escucharas su dolor. Quer¨ªan gritar que no eran felices. Durante a?os les hab¨ªan dicho que la raz¨®n por la que estaban as¨ª era Europa, y no les interesaban los hechos. Cuanto m¨¢s tratabas de explicar las cosas, menos escuchaban. Todo era emoci¨®n.
?Qu¨¦ hay detr¨¢s de ese voto? ?Es la indignaci¨®n!
?Justificada? En algunos casos, s¨ª. Son personas que sufren. Pero las soluciones que se les ha proporcionado son falsas. Y sus expectativas, muy altas. Les han prometido un futuro dorado y eso no va a suceder. ?Cu¨¢n enfadados estar¨¢n despu¨¦s? Mi preocupaci¨®n es que en ese momento esa indignaci¨®n se derrame violentamente en la calle. Ese es el elefante en la habitaci¨®n del que nadie habla. Nos dirigimos a un sitio peor del que estamos ahora y a los pol¨ªticos solo les interesan sus esca?os.
¡°algunos abogados ten¨ªan miedo de estigmatizarse. Yo no dependo de nadie, de que otro me d? un trabajo, y eso me da libertad para alzar la voz¡±.
?Le resulta dif¨ªcil mantener la calma en un debate tan encendido? Tienes que conocer tus fortalezas y tus debilidades. Por el hecho de ser una mujer, en la carrera que he escogido, he sufrido a muchos hombres que gritan. Y he aprendido, por experiencia, que tienes que ser la persona que escucha y responde con calma. Los gritos siempre van a m¨¢s. Necesitas bajar el tono y traer el sentido com¨²n. Es algo que aprend¨ª hace mucho. Pero para eso debes conocer tu tema, hacer los deberes. Te puedes sentir muy aislado, porque las dos partes quieren que est¨¦s con ellos a muerte, y yo me niego. El m¨ªo es un espacio dif¨ªcil, pero s¨¦ que a largo plazo es un lugar mucho mejor.
Decidi¨® actuar cuando, la ma?ana siguiente al refer¨¦ndum, vio a uno de sus hijos llorar. Fue m¨¢s que eso. Le vi llorar y pens¨¦ que de lo que se trataba era de su futuro. El porvenir de nuestros hijos era lo que est¨¢bamos a punto de tirar por la borda. No podemos caminar como zombis. Quer¨ªa que la gente se despertara y viera la necesidad de tener un verdadero debate. Porque nunca lo tuvimos.
No fue la ¨²nica que vio que hab¨ªa una base legal para actuar, ?por qu¨¦ lo hizo sola? Ten¨ªa conversaciones con abogados que dec¨ªan que s¨ª, que ten¨ªa raz¨®n, pero ten¨ªan miedo de estigmatizarse. Y lo entiendo. Tienen carreras, negocios y familias que proteger. Yo soy independiente, no dependo del dinero de otros o de que otra gente me d¨¦ un trabajo. Eso me da mucha libertad para alzar la voz, y ser¨ªa irresponsable por mi parte no usarla. Pero adem¨¢s soy de una minor¨ªa ¨¦tnica, mujer, y me ven como inmigrante. As¨ª que tambi¨¦n era la peor persona para hacerlo porque proporcionaba a todo el mundo un blanco f¨¢cil para atacar.
No es la primera vez que se enfrenta a los poderosos: dirigi¨® una campa?a por la transparencia en la City que le vali¨® el ar¨¢cnido sobrenombre de ¡°viuda negra¡±. Tienes que luchar en las ¨¢reas en las que trabajas, las que conoces. Como trabajo en la City, sab¨ªa qu¨¦ cosas hab¨ªan provocado la crisis financiera. Es un sector importante que no se est¨¢ comportando de un modo moral u honesto y necesitamos reformarlo. Todo el mundo en la City sabe lo que est¨¢ pasando, pero no van a hablar porque perjudicar¨ªa sus m¨¢rgenes de beneficios, pondr¨ªa en riesgo sus empleos, sus bonus¡ De todas formas, el maltrato que sufr¨ª en ese caso fue de tipo intelectual, si sabe a lo que me refiero. Con el Brexit ha sido diferente.
En su 50? cumplea?os dijo a su familia que ahora iba de verdad a portarse mal durante los siguientes 10 a?os. ?Sigue siendo su plan? [Risas] ?Oh, absolutamente! En todas las facetas. M¨²sica, bailar, todo lo que me hace disfrutar. Pretendo vivir la vida a tope. Creo que, como mujer, todo se alinea en la madurez. Te sientes c¨®moda en tu piel, dejas de preocuparte por lo que los dem¨¢s piensan; tienes experiencia, conocimiento, energ¨ªa. Uno de los mensajes que quiero trasladar a las mujeres es que est¨¢s en la cumbre de tu vida cuando has cumplido los 50. As¨ª que sal ah¨ª fuera, asume riesgos, zamb¨²llete, explora, porque no vas a volver a tener la oportunidad. Si no, te sentar¨¢s en una mecedora a lamentarte. Todo el mundo habla de millennials, de j¨®venes innovadoras, de que ellas son las emprendedoras del futuro. ?Pues tambi¨¦n puedes hacer todo eso cuando tienes 50!
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