Los taquillazos de Vladimiro Montesinos

ME SIENTO y le doy al play. All¨ª, al lado de Vladi ¡ªVladimiro Montesinos, exagente de la CIA, abogado de narcotraficantes y finalmente jefe del Servicio de Inteligencia (SIN) del dictador Alberto Fujimori¡ª, est¨¢n el entonces due?o de una de las m¨¢s importantes cadenas de televisi¨®n vendi¨¦ndole por 10 millones de d¨®lares su l¨ªnea editorial, el alcalde de El Callao arreglando su postulaci¨®n a la alcald¨ªa de Lima o el due?o del banco m¨¢s poderoso de Per¨² pidi¨¦ndole una ¡°ayudita¡± con el poder judicial, por decir algunos. Hay muchos v¨ªdeos que no hab¨ªa visto en mi vida. Me intriga uno rotulado como ¡°Cumplea?os de Montesinos¡±. En ¨¦l, la plana mayor de las Fuerzas Armadas de Per¨² aplaude con las orejas al Rasput¨ªn y una cantante le dedica varios valses mientras el asesor sonr¨ªe, consciente de su poder, con sus cuatro mechas de pelos sobre la calva.

El museo Lugar de la Memoria (LUM) puso al alcance de todo el mundo la colecci¨®n de m¨¢s de 150 vladiv¨ªdeos con buen audio y resoluci¨®n ¨®ptima.

Piensen en los trajes de Camps y en G¨¹rtel, en los correos electr¨®nicos de Urdangarin, la contabilidad B del PP y los papeles de B¨¢rcenas. Ahora imaginen qu¨¦ pasar¨ªa si todos esos grandes momentos de la corrupci¨®n de Espa?a se hubieran grabado en v¨ªdeo y pudieran verlos en YouTube cuando quisieran. En Per¨² se puede. El museo Lugar de la Memoria (LUM) puso al alcance de todo el mundo la colecci¨®n de m¨¢s de 150 vladiv¨ªdeos ¨Cs¨ª, les llamamos as¨ª cari?osamente¨C con buen audio y resoluci¨®n ¨®ptima, y los peruanos hemos puesto las palomitas en el microondas para este cine en casa, con la participaci¨®n especial de nuestros mejores g¨¢nsteres pol¨ªticos.

Durante una d¨¦cada, de 1990 a 2000, el se?or Montesinos soborn¨® a medio pa¨ªs desde una salita de sof¨¢s de falso cuero marr¨®n en las instalaciones del SIN. Una salita que se ha vuelto m¨ªtica para los peruanos. Por ah¨ª circularon ministros, congresistas, militares, jueces, fiscales, banqueros, due?os de medios. Todos fueron filmados en v¨ªdeos caseros sin saberlo, recibiendo fajos de billetes, favores y encargos, porque la c¨¢mara escondida era el vicio privado de Montesinos, y un seguro as bajo la manga para cuando fuera necesario. Y lo fue. Cuando apareci¨® el primer v¨ªdeo de un congresista recibiendo 15.000 d¨®lares por pasarse a las filas del fujimorismo, el primero en caer fue el presidente de la Rep¨²blica, que se dio a la fuga y renunci¨® al cargo por fax, acabando con sus planes de perpetuarse en el poder. Gracias a los vladiv¨ªdeos, cayeron muchos m¨¢s y cumplieron penas de c¨¢rcel.

Doy al play a otra joya de la vladivideoteca, en la que Montesinos se acerca a un espejo para apretarse la corbata al cuello y se hace un gui?o a s¨ª mismo, en realidad a la c¨¢mara que se esconde detr¨¢s de su imagen. Era el hombre m¨¢s poderoso de Per¨² y lo sab¨ªa. De lo que no parec¨ªa ser consciente es de que la megaloman¨ªa se ha cargado m¨¢s tiranos que las bombas. Puede que pase en la c¨¢rcel toda su vida, pero lo m¨¢s importante es que la memoria en Per¨² empieza a ser algo al alcance de un solo play.