Los drones fracasan en la mayor reserva de rinocerontes del mundo
El Parque Kruger suspende su programa para combatir el furtivismo con aparatos voladores
En los ¨²ltimos cuatro a?os, los furtivos han masacrado casi 4.500 rinocerontes solo en Sud¨¢frica, donde vive la gran mayor¨ªa de estos emblem¨¢ticos animales. Les arrancan de cuajo el preciado cuerno y los dejan desangr¨¢ndose hasta que mueren o una patrulla llega a tiempo de frenar su dolor con eutanasia. Las dimensiones de la barbarie obligaron al gobierno de Jacob Zuma a tomar todo tipo de medidas para tratar de frenar la tragedia, que llevar¨¢ a los rinocerontes a la extinci¨®n en una d¨¦cada. Hace un par de a?os aparecieron en escena los drones, tan de moda, con la promesa de resolver el problema despu¨¦s de reivindicarse ¨²tiles para casi cualquier cosa.
Pero no para salvar a los rinocerontes en el Parque Nacional de Kruger, la mayor reserva de rinocerontes del mundo, que alberga entre 7.000 y 8.300 ejemplares. Sud¨¢frica acaba de cancelar en Kruger el programa de drones que iba a acabar con el furtivismo. "Usamos aviones no tripulados que pueden volar por la noche y encontrar a los cazadores furtivos antes de que maten. Funciona. Est¨¢ demostrado. La caza furtiva se detiene", aseguran en su publicidad Air Shepherd, una compa?¨ªa asociada a este proyecto que puso en marcha la fundaci¨®n Peace Parks.
Sin embargo, Mark McGill, gerente de operaciones t¨¦cnicas de los Parques Nacionales de Sud¨¢frica (SANParks), aseguraba la semana pasada que el per¨ªodo de prueba de los drones fue "muy decepcionante", ya que no se detect¨® a ning¨²n cazador furtivo ni se detuvo a nadie, lamentando que estos aparatos necesitan mucho desarrollo antes de que puedan ser ¨²tiles. Un portavoz de SANParks reconoce que el periodo de evaluaci¨®n, con gran repercusi¨®n en los medios hace un a?o, no cumpli¨® las expectativas y por eso se ha decidido cancelarlo. Ning¨²n parque nacional sudafricano cuenta ya con drones de vigilancia contra furtivos, a pesar de toda la publicidad recibida.
"Los drones no tuvieron ¨¦xito porque se mueven muchos animales en el parque, no solo los cazadores furtivos", explica el responsable de proyectos de SANParks, Tumelo Matjekane. Los?veh¨ªculos a¨¦reos no tripulados desplegados por la empresa sudafricana UDS se sirven de c¨¢maras t¨¦rmicas para detectar a los criminales por la noche, pero las altas temperaturas del Kruger provocan que las rocas desprendan mucho calor, que se confunden a su vez con los innumerables animales que se mueven por el parque. Un caos que confunde a las c¨¢maras infrarrojas, incapaces de detectar con la rotundidad prometida a los furtivos que desangran el Kruger, una reserva del tama?o de C¨¢ceres o Israel (casi 20.000 km2). El programa, puesto en marcha por Peace Parks Foundation, se financi¨® con las importantes donaciones de la Loter¨ªa holandesa y sueca (en torno a dos millones de euros en conjunto) para la lucha contra los furtivos.
Siguen matando m¨¢s de tres rinocerontes al d¨ªa desde hace un lustro, 1.054 el a?o pasado, 662 en el Parque Kruger
"Cada tecnolog¨ªa es costosa, pero tenemos que entender que la inmensidad, robustez y los patrones clim¨¢ticos del Parque Nacional Kruger influyen en el rendimiento de cualquier tecnolog¨ªa. Muchas de las que se han probado en el parque en ocasiones no han sido capaces de soportar algunos de estos elementos", explica a Materia Ike Phaahla, portavoz de los parques. En 2016, mientras estuvo en marcha el programa de drones, se detuvo en el Kruger a 417 furtivos; ni uno gracias a los aparatos voladores.
Sin embargo, Matjekane no cierra la puerta del todo: "Fue un experimento. Si pueden mejorar y cumplir con nuestros requisitos, los usaremos". Desde UDS se defienden asegurando que, al menos, su mera presencia disuad¨ªa a los cazadores. Consultado por Materia, el codirector de la empresa, Otto Werdmuller Von Elgg, se mostr¨® confuso y asegur¨® que pedir¨¢ explicaciones a SANParks esta semana. Hace unas semanas, reconoc¨ªa en The New York Times que solo hab¨ªan divisado furtivos un pu?ado de veces, sin detenciones, y culpaba al parque de no darles apoyo.
Los drones usan c¨¢maras t¨¦rmicas que se confunden con animales y las rocas que desprenden calor por las altas temperaturas del Kruger
En ese mismo reportaje, otros especialistas insist¨ªan en que los drones son una tecnolog¨ªa que se encuentra en fase de desarrollo, y que hacer experimentos "no le sirve al rinoceronte¡±, ya que se siguen matando m¨¢s de tres al d¨ªa desde hace un lustro, 1.054 el a?o pasado, 662 en el Kruger. "Si bien las intervenciones de estilo militar pueden proporcionar victorias a corto plazo, estas vienen con costos financieros y socioecon¨®micos a largo plazo tanto para las personas que viven alrededor de ¨¢reas protegidas como para otros esfuerzos de conservaci¨®n", asegur¨® Jo Shaw, responsable del programa de rinocerontes de WWF en Sud¨¢frica, al conocer las ¨²ltimas cifras de animales cazados.
Medidas desesperadas
El kilo de cuerno de rinoceronte puede valer en el mercado negro unos 60.000 d¨®lares(56.000 euros), lo que lo convierte en un bien muy preciado por los criminales. Eso provoc¨® que el pasado 7 de marzo unos asaltantes arrancaran el suyo a un rinoceronte de un peque?o zoo de las afueras de Par¨ªs, muy lejos de los entornos africanos en los que se mueven los furtivos. Le pegaron tres tiros en la cabeza y le cortaron el cuerno con una motosierra. Dos semanas despu¨¦s, un zoo en?Dvur Kralove (Rep¨²blica Checa) decidi¨® cortar los cuernos de sus 18 rinocerontes de forma preventiva (en la imagen): "Ha sido una decisi¨®n muy dif¨ªcil, pero el riesgo de verlos muertos es muy alto y preferimos priorizar su seguridad", declar¨® Premysl Rabas, director del zoo.?"No podemos ganar la lucha contra la caza furtiva sin atender la demanda de cuerno de rinoceronte il¨ªcito. La falta de una acci¨®n global para controlar el tr¨¢fico transnacional de vida silvestre est¨¢ haciendo fracasar a las personas que protegen a los rinocerontes", denuncia Margaret Kinnaird, l¨ªder de pr¨¢ctica de vida silvestre para WWF.
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