?Por qu¨¦ a algunos les encanta mandar hasta en la comunidad de vecinos?
Todo depende de a qu¨¦ responde nuestra motivaci¨®n: logro, afiliaci¨®n o poder
Hay personas que se orientan a resultados pase lo que pase, otros que prefieren sentirse uno m¨¢s del grupo de amigos y otros que les encanta mandar aunque sea en la comunidad de vecinos.
Esas diferencias dependen de la motivaci¨®n que tengamos. Lo que nos mueve a las personas ha sido un tema de estudios desde hace m¨¢s de un siglo, pero fue David McClelland, profesor de Harvard, quien sugiri¨® una clasificaci¨®n m¨¢s sencilla. McClelland clasific¨® las necesidades sociales que tenemos cualquiera de nosotros en tres grandes grupos: logro, afiliaci¨®n y poder. Todos tenemos de las tres necesidades, pero lo interesante es entender cu¨¢l es la que m¨¢s nos mueve o cu¨¢l es m¨¢s importante en el trabajo que desempe?amos. Ve¨¢moslas:
- A las personas orientadas al logro les motiva alcanzar resultados, superarse a s¨ª mismas (o a otros), les gustan los retos, aguantan bien el estr¨¦s y, por supuesto, son exigentes. Pueden trabajar bien solos y les gusta cualquier retroalimentaci¨®n positiva. Si tom¨¢ramos de referencia el deporte no profesional, sino el que hacemos la mayor parte de los mortales, la pr¨¢ctica del atletismo ser¨ªa un buen ejemplo de motivaci¨®n al logro.
- Los afiliativos ponen el foco en las relaciones con las personas, les cuesta trabajar solos, prefieren la colaboraci¨®n a la competici¨®n y tienden a conformarse con las normas del grupo. En el caso del deporte, las personas afiliativas preferir¨ªan todos aquellos que se practiquen en equipo o como me dijo una persona en un taller de liderazgo, ¡°a m¨ª me gusta jugar al f¨²tbol con los amigos por las ca?itas de despu¨¦s¡±. Un buen ejemplo afiliativo, sin duda.
- A las personas orientadas al poder les atrae influir en otros, expresan emociones abiertamente y se esfuerzan porque el resto puedan seguirles. En este apartado, necesitamos diferenciar dos tipos de poder: el individualista o personal, que podr¨ªa resumirse en ¡°el poder lo tengo para salirme con la m¨ªa a costa de otros¡± (cuando alguien se aprovecha de un determinado puesto, ya sabemos qu¨¦ clase de motivaci¨®n tiene); o poder institucional o socializante, que su capacidad de influencia lo orienta a la consecuci¨®n de objetivos comunes, como caracteriza a muchos l¨ªderes. En el caso del deporte, las personas orientadas al poder preferir¨¢n ser capit¨¢n, entrenador o ¨¢rbitro (en las artes marciales o boxeo, por ejemplo, tambi¨¦n se observa mucho este perfil y no siempre institucional).
Si conoces cu¨¢l es tu motivaci¨®n, sabr¨¢s qu¨¦ tipo de trabajo preferir¨¢s
Pues bien, todos tenemos las tres motivaciones. Ninguna es mejor o peor. Simplemente, su eficacia depende del tipo de trabajo que estemos desarrollando. De una forma u otra, a cualquiera de nosotros nos atrae orientarnos a los resultados, sentirnos parte de un equipo e influir en el resto. La diferencia est¨¢ en la intensidad. Hay personas que por alcanzar un objetivo son capaces de sacrificar su tiempo libre sin problemas (logro), hay quien prefiere quedarse en un trabajo por el ambiente con los compa?eros, aunque se aburra como una ostra (afiliaci¨®n), y hay quienes prefieren trabajar en una casa regional porque tienen el cargo de tesorero (poder). Lo curioso es que dichas motivaciones van cambiando con el tiempo y nos condicionan qu¨¦ trabajos nos gustan m¨¢s o menos y en cu¨¢les somos m¨¢s brillantes.
Si eres una persona muy orientada al logro, busca retos y desaf¨ªos. No te contentes con un trabajo estable pero que te estimula poco. Te acabar¨¢ quemando. Si por el contrario, crees que la motivaci¨®n afiliativa es la m¨¢s importante para ti, cuida las relaciones personales y acepta puestos en donde se prime la colaboraci¨®n, que no la competitividad interna. Y si lo tuyo es el poder institucional (del otro no hablamos), selecciona trabajos que te den visibilidad, que te permitan influir en otros aunque no sea con una posici¨®n jer¨¢rquica. Todo ello es por una raz¨®n muy simple: si tu trabajo no alimenta tus motivaciones, tarde o temprano entrar¨¢s en conflicto. Por ello, vale la pena conocer la motivaci¨®n m¨¢s importante que se requiere en el trabajo que realizas.
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