Ni caso
Quiz¨¢ los enviados especiales a la nada disimulen la supresi¨®n de los corresponsales en el extranjero
A¨²n no sabemos muy bien el pecado que hemos cometido para que los noticiarios televisivos se parezcan tanto a los peri¨®dicos de sucesos anunciados a voz en grito durante nuestra infancia: ¡°Le pega catorce hachazos ¡°, ¡°Ovnis avistados en Tomelloso¡±. Ya sab¨ªamos que la informaci¨®n que nos importaba hab¨ªa que ir a buscarla a otro lugar. Pero ahora cada d¨ªa se llena m¨¢s el telediario de acuchillados a la puerta de una sala de fiestas, de accidentes de avioneta y estallidos de bombonas de butano. Completan el panorama informativo los enviados especiales a las nevadas y los chubascos fuertes. Es habitual que la televisi¨®n desplace al pobre corresponsal local al epicentro del fuerte viento y mande la cr¨®nica mientras se le vuela el flequillo, le arrastra una ola o le llega literalmente la nieve hasta el entrecejo. De seguir as¨ª, la informaci¨®n meteorol¨®gica se va a convertir en profesi¨®n de riesgo.
Pero quiz¨¢ estos enviados especiales a la nada est¨¢n para disimular la supresi¨®n casi radical de los corresponsales en el extranjero. Ahorrado el dispendio de tener a un periodista en lugares de conflicto, disponemos de unidad m¨®vil para cubrir el granizo de Socu¨¦llamos. Este desplazamiento del centro de la noticia provoca la desconexi¨®n. Donald Trump ha querido ver en los ni?os asesinados por los bombardeos con gas sar¨ªn en Siria una raz¨®n de peso para sostener tres cuartos de hora de guerra a distancia. Pese a las bases norteamericanas en Espa?a no tenemos ni la m¨¢s ligera pista de a qu¨¦ conducen estos arrebatos. Da la sensaci¨®n de que las grandes potencias militares est¨¢n atrincheradas en el monte y que practican la guerra de guerrillas con misiles y drones a distancia.
La informaci¨®n internacional nos ayudar¨ªa a comprender lo poco importantes que hemos de sentirnos. Es f¨¢cil de entender cuando en menos de un a?o vemos girar el debate sobre la separaci¨®n de Escocia de Reino Unido. El Brexit ha variado los apoyos externos como si el tablero de ajedrez se hubiera volteado para demostrar que el blanco y el negro son opuestos entre ellos, pero intercambiables para todos los dem¨¢s. Siria, con sus millones de desplazados, es un estado de ¨¢nimo. Una peonza estrat¨¦gica que se agita sin importar la crueldad de ver morir con constancia a sus habitantes durante m¨¢s de cinco a?os mientras se les niega a los huidos el estatuto de refugiados. En la Europa acosada por atentados indiscriminados, los ide¨®logos de la invasi¨®n de Irak pasean su tron¨ªo por las infraentrevistas de una televisi¨®n bertinizada donde el periodismo est¨¢ vetado. ?Har¨¢ tiempo de playa esta Semana Santa?
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