Cad¨¢veres, un ¨²tero y Reagan: 10 cosas muy locas que no sab¨ªas de David Lynch y sus pel¨ªculas
Alpha Decay edita en Espa?a ¡®El Hombre de Otro Lugar¡¯, que analiza la filmograf¨ªa del director y funciona como fascinante cat¨¢logo de curiosidades
Descifrar el insondable enigma de David Lynch siempre ha parecido poco m¨¢s que una quimera. Como cineasta de extremos (ya en los primeros compases de su carrera su cine ha fascinado tanto como repugnado), explicar su obra siempre ha parecido una tarea tit¨¢nica y es por eso que resulta tremendamente necesaria David Lynch: El Hombre de Otro Lugar del periodista Dennis Lim, que edita en Espa?a Alpha Decay. La importancia de este brev¨ªsimo ensayo de menos de 250 p¨¢ginas -que se leen en un suspiro- ya no es tanto por el personaje que analiza, sino por c¨®mo lo hace. En lugar de optar por la v¨ªa intelectual, de ofrecer interpretaciones de sus pel¨ªculas m¨¢s delirantes que las much¨ªsimas que pueblan Internet desde tiempos inmemorables, el autor propone una disecci¨®n del genio accesible y amena, aunque sin renunciar a la erudici¨®n, para toda clase de p¨²blicos, desde el advenedizo al experto.
El Hombre de Otro Lugar, adem¨¢s de funcionar como una excelente obra de teor¨ªa del cine que no se olvida de ninguna de las pel¨ªculas y series del genio de Missoula (cada cap¨ªtulo se dedica a analizar en profundidad cada uno de sus filmes), ni de sus trabajos fuera del cine en campos como la publicidad, la m¨²sica, la fotograf¨ªa o la carpinter¨ªa, es tambi¨¦n un fascinante cat¨¢logo de curiosidades. El enfoque de Lim no es necesariamente biogr¨¢fico, pero s¨ª presta mucha atenci¨®n a aspectos aparentemente triviales de su vida que han tenido finalmente un papel clave en la fundaci¨®n del mito Lynch.
As¨ª que por si quieres hacer los deberes de cara al estreno de la tercera temporada de Twin Peaks que Movistar+ emitir¨¢ el pr¨®ximo mes de mayo, te proponemos aqu¨ª una lista con los datos curiosos que m¨¢s nos han llamado la atenci¨®n tras leer el libro.
Tuvo su venazo republicano cuando en 1984 vot¨® a Reagan?
Clint Eastwood no fue el ¨²nico gran director republicano, pues en 1984 David Lynch vot¨® a Ronald Reagan para ayudarle a conseguir la reelecci¨®n. Esto es especialmente chocante, pues fueron muchas las voces del mundo de la cultura que se alzaron contra el patriotismo rancio del ex actor. El cineasta, en cambio, encontr¨® grandes valores puramente americanos en su pol¨ªtica y, de hecho, lleg¨® a ser invitado en dos ocasiones a la Casa Blanca. Sin ir m¨¢s lejos, a Terciopelo Azul la cr¨ªtica la consider¨® una pel¨ªcula reaganita. ¡°Lo que m¨¢s me gustaba de ¨¦l es que ten¨ªa un aire de viejo Hollywood, de vaquero, de hombre de campo¡±, aport¨® como convincente argumento en una entrevista.
Pas¨® su adolescencia en su dep¨®sito de cad¨¢veres?
Como dec¨ªamos m¨¢s arriba, algunos de los episodios m¨¢s anecd¨®ticos de su vida han acabado dando forma a su psique y, consecuentemente, a su filmograf¨ªa. Qui¨¦n iba a decir que el origen de la expl¨ªcita violencia de muchas de sus pel¨ªculas se encontrar¨ªa a que, en plena adolescencia, cuando viv¨ªa en Filadelfia, Lynch se reun¨ªa con sus colegas en un dep¨®sito de cad¨¢veres que ten¨ªa al lado de casa. El cineasta labr¨® amistad con sus empleados y consigui¨® tener acceso al ¡°cuarto de las partes¡±, es decir, a donde iban a parar los cuerpos despedazados.
Por poco perdemos un gran cineasta pero ganamos un constructor de casetas
?Qu¨¦ hubiese pasado si Lynch se hubiese tomado demasiado a pecho las cr¨ªticas hacia muchas de sus primeras pel¨ªculas? ?De no ser cineasta, a que se hubiese dedicado? Bien, el de Missoula ha tenido muchas aficiones como la pintura, pero tras el estreno de Cabeza Borradora, cuando a¨²n no se ganaba la vida con el cine, empez¨® a construir cobertizos. Mientras esperaba una oferta para filmar su segunda pel¨ªcula, recog¨ªa madera para construir un garaje, un estudio de pintura, cobertizos para almacenar cosas¡ Al final recibi¨® una llamada para volver al cine, pero estuvo a poco de convertirse en constructor de casetas.
Estuvo en la quiniela para dirigir ¡®El Retorno del Jedi¡¯
Lo que pudo ser y no fue. No es que estemos descontentos con lo que Richard Marquand hizo con el Episodio VI de la saga, pero fantaseamos s¨®lo de pensar de lo que ser¨ªa capaz Lynch con el universo Star Wars. George Lucas le pidi¨® que dirigiese El Retorno del Jedi, pero al final se decant¨® por iniciar ¨¦l mismo su propia serie a partir de la aclamada novela Dune de Frank Herbert. Un proyecto dif¨ªcil pero personal por cuyas duras cr¨ªticas se entiende que quiz¨¢ hubiese sido m¨¢s acertado apostar por ewoks, jedis y Jabba The Hutt.?
Limpi¨® el desierto de M¨¦xico de escorpiones, serpientes y cactus
No fue por falta de esfuerzo que Dune acabase siendo un proyecto fallido. En las intenciones megal¨®manas de David Lynch y sus productores, los De Laurentiis, estaba que los decorados y escenarios fuesen, en la medida de las posibilidades, reales. Cuenta la leyenda que ordenaron a un grupo de 300 hombres peinar un ¨¢rea de 40 kil¨®metros cuadrados de Samalayuca, en el desierto de M¨¦xico, para limpiar sus dunas de cualquier animal: serpientes, escorpiones y hasta cactus. Hasta ah¨ª lleg¨® su obsesi¨®n. La prensa, por supuesto, ya afilaba los cuchillos al ver que era la pel¨ªcula m¨¢s cara que Universal hab¨ªa hecho hasta la fecha, con un presupuesto de m¨¢s de 40 millones de d¨®lares.
El petirrojo de ¡®Terciopelo Azul¡¯ result¨® ser disecado
A vueltas con lo escabroso del cine de Lynch, al final de Terciopelo Azul aparece un petirrojo masticando un escarabajo. M¨¢s all¨¢ de las interpretaciones de esta imagen (al parecer, el ave simboliza el amor), en la ¨¦poca corrieron r¨ªos de tinta que apuntaban a que el p¨¢jaro era mec¨¢nico. Finalmente se demostr¨® lo contrario y la historia de su origen bien dar¨ªa para un hilo argumental de alguna de sus retorcidas pel¨ªculas. El director de fotograf¨ªa, Frederick Elmes, trajo un petirrojo con un aspecto lastimoso, as¨ª que acabaron usando uno que fue golpeado y matado por un autob¨²s lleno de ni?os. El conductor lo disec¨® para convertirlo en el petirrojo m¨¢s famoso de la historia.
El asesino Bob era inicialmente un tramoyista
Twin Peaks, por supuesto, tiene un papel central en este ensayo y ocupa unas generosas 30 p¨¢ginas llenas de suculentos an¨¢lisis y fascinantes curiosidades. En ellas descubrimos, entre otras cosas, que fue la casualidad la que nos brind¨® a Bob tal y como ahora le conocemos. Durante el rodaje del episodio piloto, mientras se filmaba una escena con Sarah Palmer, un tramoyista, Frank Silva, aparece reflejado en el espejo y nada m¨¢s verlo Lynch le dio tan legendario papel. Tambi¨¦n que esa fuese la ¨²ltima toma del cap¨ªtulo.
Guarda en casa un ¨²tero conservado?
Aqu¨ª viene algo tan freak como escabroso. A Lynch le un¨ªa una amistad muy estrecha con Raffaella De Laurentiis, una de las muchas hijas de Dino. De hecho, fue ella quien propuso a su padre a Lynch para dirigir Dune. Durante su rodaje pasaron un a?o y medio juntos en M¨¦xico. Unos a?os m¨¢s tarde se revelar¨ªa que el director guardaba en su escritorio un ¨²tero conservado regalo de su amiga, que se hab¨ªa hecho una histerectom¨ªa y quiso que ¨¦l lo preservase como recuerdo. En 2007, el genio de Missoula matiz¨® la informaci¨®n: ¡°Nunca estuvo en mi escritorio, lo tengo en casa no s¨¦ d¨®nde¡±.
La casa de ¡®Carretera Perdida¡¯ fue en realidad su casa
Desde 1986 y durante m¨¢s de una d¨¦cada, David Lynch vivi¨® en Beverly Johnson House, un edificio modernista de cemento obra del hijo mayor del c¨¦lebre arquitecto Frank Lloyd Wright cerca de la carretera de Mulholland Drive. Ya en los 90, ampli¨® el recinto y adquiri¨® dos casa adyacentes, una sirvi¨® como despacho de producci¨®n y la otra la habilit¨® como estudio de producci¨®n y sala de grabaci¨®n y edici¨®n. Pues bien, esa la casa que se ve en Carretera Perdida, que reform¨® para la ocasi¨®n.
Su ¨²ltima contribuci¨®n al cine fue un Ice Bucket Challenge
Del estreno de Inland Empire, su ¨²ltima pel¨ªcula, hace ya diez a?os, y aunque unos comentarios de Laura Dern iniciaron el rumor de que podr¨ªa estar trabajando en un nuevo filme, Lynch ha pasado estos ¨²ltimos a?os ocupado en charlas, lanzando ropa deportiva femenina, editando discos y revisando su material de archivo cinematogr¨¢fico para hacer m¨¢s caja con jugosas ediciones de coleccionista. Hasta que en mayo veamos los nuevos cap¨ªtulos de Twin Peaks, se podr¨ªa decir que lo ¨²ltimo que ha filmado es un v¨ªdeo de un minuto de duraci¨®n en favor de la ELA en plena fiebre Ice Bucket Challenge. Como con todas sus obras, en Internet abundan an¨¢lisis de todos sus detalles (que no son pocos, pues se tira un cubo de agua y caf¨¦ helado mientras toca con la trompeta Over the Rainbow y nomina a Vladimir Putin.?
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