Marruecos cierra en falso

El nuevo Gobierno nombrado por el rey de Marruecos la pasada semana deja a los islamistas del Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD) en mal lugar ante sus militantes y electores. Y eso no contribuye a afianzar la estabilidad de la que ha hecho gala Marruecos desde que Mohamed VI hered¨® el trono en 1999. El PJD gan¨® las legislativas del 7 de octubre con los mejores resultados de su historia: 125 esca?os sobre los 395 del Parlamento, superando en 18 diputados el resultado de las elecciones de 2011, donde tambi¨¦n vencieron. Para gobernar, le hac¨ªa falta fraguar alianzas con otros partidos.

El secretario general del PJD y jefe de Gobierno hasta hace un mes, Abdelilah Benkir¨¢n, se neg¨® a aceptar las condiciones que le exig¨ªan las otras fuerzas pol¨ªticas, en su mayor¨ªa pr¨®ximas a las directrices del Palacio Real. Finalmente, el rey destituy¨® a Benkir¨¢n y nombr¨® jefe de Gobierno al n¨²mero dos del PJD, Saaded¨ªn el Otmani. El Otmani acept¨® en cinco d¨ªas todo lo que Benkir¨¢n hab¨ªa rechazado durante cinco meses. Y por fin, la semana pasada el rey pudo nombrar Gobierno, con seis partidos y 39 carteras, y donde los islamistas, que aportan el 52% de los parlamentarios a la coalici¨®n, solo dispondr¨¢n de 11 carteras (el 28% del total).

Que nadie se llame a enga?o. Los islamistas del PJD, m¨¢s all¨¢ de asumir las directrices del Gobierno, tienen sus propia escala de valores. El propio Benkir¨¢n, que acaba de renunciar a su acta de diputado, denunci¨® en 2015 a un canal p¨²blico por retransmitir un concierto de Jennifer L¨®pez. Sin embargo, nadie gana debilitando a los islamistas del PJD, quienes ¡ªa diferencias de otros musulmanes marroqu¨ªes¡ª han aceptado al rey como l¨ªder espiritual de los creyentes y han sido leales al jefe de Estado. Un Gobierno que no refleja el resultado de las urnas contribuye al descr¨¦dito de la pol¨ªtica en un pa¨ªs donde, en las ¨²ltimas elecciones, solo votaron 5,7 millones de personas de los 28 que pod¨ªan hacerlo.