Un hombre con una misi¨®n: retener el ¡®Guernica¡¯
Manuel Borja-Villel, director del Reina Sof¨ªa, ante la pol¨¦mica del traslado del cuadro al Prado: "Es una idea infantil, reaccionaria y absurda"
Este a?o abundan las emociones fuertes en el panorama muse¨ªstico espa?ol. Miguel Zugaza abandona la direcci¨®n del Prado. El Thyssen celebra su vig¨¦simo quinto aniversario. El Guggenheim Bilbao, el vig¨¦simo. Y el Museo Reina Sof¨ªa presenta una exposici¨®n alrededor del Guernica que est¨¢ siendo el acontecimiento art¨ªstico del momento (hasta septiembre). Ahora que se invoca el fantasma de su traslado al Prado con la excusa de la pr¨®xima rehabilitaci¨®n del Sal¨®n de Reinos a cargo de Norman Foster, Manuel Borja-Villel (Burriana, Castell¨®n, 1957), director del Reina Sof¨ªa, parece consciente de encontrarse en un punto cr¨ªtico.
¡°La salida del Guernica de este museo es una idea infantil, reaccionaria y adem¨¢s absurda¡±, alega. ¡°El Reina Sof¨ªa se cre¨® a partir de ese cuadro. Se han dicho muchas tonter¨ªas, como que Picasso quer¨ªa que el Guernica estuviera en el Prado: no hay ni una prueba de eso, s¨®lo que Sempr¨²n oy¨® que Jacqueline oy¨® que Picasso dijo¡¡±.
"El Reina Sof¨ªa se cre¨® a partir de ese cuadro. Se han dicho muchas tonter¨ªas, como que Picasso quer¨ªa que el 'Guernica' estuviera en el Prado: no hay ni una prueba de eso, solo que Sempr¨²n oy¨® que Jacqueline oy¨® que Picasso dijo¡¡±
Desde la caja acristalada de su despacho madrile?o del Reina Sof¨ªa ubicado en la ampliaci¨®n acometida por Nouvel, habla con serenidad no exenta de socarroner¨ªa, pero se muestra implacable al exponer sus principios. As¨ª, se explaya acerca de lo que denomina la ¡°parquetematizaci¨®n de la sociedad¡±, una de cuyas manifestaciones ser¨ªan ¨Catenci¨®n¨C ¡°los Guggenheims, que ya no son museos sino centros comerciales refinados¡±.
Incide en la idea cuando defiende que los directores de museos deben ser ante todo ¡°profesionales y no gestores¡±. Lo que puede parecer un ox¨ªmoron incorpora en realidad un dardo contra la tendencia general a sustituir a los directores con formaci¨®n curatorial por managers. ¡°Dan menos problemas porque tienen un modo de entender la instituci¨®n pol¨ªtico, no art¨ªstico¡±, apunta. En la cuesti¨®n del arte y el mercado asegura: ¡°Ah¨ª el problema es que el objetivo es el beneficio, una din¨¢mica que puede resultar autodestructiva: muchos artistas con un alto estatus en el mercado son irrelevantes en el ¨¢mbito art¨ªstico, como Damien Hirst o Jeff Koons¡± (seguro que recuerdan la taquillera retrospectiva de este ¨²ltimo en el Guggenheim hace un par de a?os).
Bien, parece claro lo que no debe ser un museo de arte contempor¨¢neo seg¨²n Borja-Villel. Queda por determinar lo que s¨ª debiera ser, o si, como los futuristas, propone su destrucci¨®n. ¡°No se trata de eso, ya que de todos modos los museos casi se han destruido solos y de ellos quedan las ruinas. Se trata de c¨®mo podemos hacer algo a partir de esas ruinas. Quiero creer que en la ¨¦poca actual pueden ser un espacio privilegiado para cambiar la sociedad¡±, comenta.
¡°Los Guggenheims ya no son museos, sino centros comerciales refinados¡±
Despu¨¦s alude a los m¨¢s de tres millones de visitantes anuales que reciben los diferentes espacios del Reina Sof¨ªa. Un momento. ?Entonces es ese ¨¦xito comercial lo que lo legitima? ¡°Para empezar, m¨¢s que comercial, yo hablar¨ªa de ¨¦xito popular. De lo que se trata es de mantener un servicio p¨²blico haci¨¦ndolo sostenible. Sin necesidad de blockbusters. La exposici¨®n de Dal¨ª lo fue en su d¨ªa, y volver¨¢ a serlo la de Picasso, pero no es eso lo que se busca. El Reina Sof¨ªa quiere atraer una variedad de p¨²blicos, unas m¨²ltiples minor¨ªas¡±.
Esta temporada, a la exposici¨®n sobre el Guernica se sumar¨¢n, entre otras, las dedicadas a primeros espadas contempor¨¢neos como Franz Erhard Walther, Doris Salcedo, Esther Ferrer o ¨C?por fin!¨C a la generosa donaci¨®n recibida de la galerista Soledad Lorenzo, particularmente ambiciosa en su voluntad de contar un periodo hist¨®rico del arte a partir de un determinado gusto, que es en realidad el de la historia viviente del mercado art¨ªstico en nuestro pa¨ªs.
Llegados a este punto, conviene recordar que con este 2017 finalizar¨¢ el plazo de vigencia de la ¨²ltima renovaci¨®n de Borja-Villel como director del Reina Sof¨ªa. ?Tiene previsto continuar en el cargo despu¨¦s de esto? ¡°Yo, aunque soy del Bar?a, siempre digo que me gusta ir paso a paso. Partido a partido [el mantra de Simeone]. Y a¨²n tengo partido por delante¡±.
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