Las claves del futuro
Resurge en Francia la idea de que el futuro de las naciones y el fortalecimiento de la UE son inseparables
La campa?a presidencial francesa ha sido sorprendente y ca¨®tica, dominada por el avance populista y las pasiones colectivas, como corresponde a la cr¨ªtica situaci¨®n de Francia. El estancamiento econ¨®mico y social, el aumento de la violencia y la crisis identitaria dividen al pa¨ªs y facilitan la demagogia. La desestabilizaci¨®n institucional y pol¨ªtica hace muy dif¨ªciles unas reformas indispensables desde hace decenios. No obstante, detr¨¢s de las incertidumbres asoman motivos de esperanza tanto para Francia como para Europa.
Aunque los debates han estado dominados por el fracaso absoluto de Hollande en materia de crecimiento, competitividad, empleo, d¨¦ficit y deuda p¨²blica, la situaci¨®n econ¨®mica est¨¢ mejorando en el mundo (3,5%) y en la zona euro (1,7%). Francia, que no ha participado en esa recuperaci¨®n por las medidas fiscales de 2012, podr¨ªa hacerlo si emprende reformas, acelera la creaci¨®n de empleo, mejora su imagen y aprovecha el Brexit para que Par¨ªs sea una de las grandes ciudades del siglo XXI.
La campa?a presidencial ha suscitado un inter¨¦s sin precedentes en el mundo pol¨ªtico y financiero. Se habla de riesgo Francia, pero tambi¨¦n de que Francia sobrevivir¨¢ sea quien sea el pr¨®ximo presidente. En Asia y Norteam¨¦rica ha habido ventas masivas de deuda francesa, que el BCE se ha apresurado a comprar, pero esa no es una soluci¨®n duradera. En cualquier caso, el tiempo de la complacencia se ha terminado.
La pasi¨®n de los franceses por la pol¨ªtica permanece. Se expresa en las primarias, el deseo de una renovaci¨®n ¨¦tica, la movilizaci¨®n en las redes sociales. Es decir, la crisis pol¨ªtica se debe a un problema de oferta, no de demanda. La descomposici¨®n de los partidos tradicionales y la salida de los dirigentes actuales abren la puerta a la reconstrucci¨®n y la renovaci¨®n.
La campa?a presidencial ha suscitado un inter¨¦s sin precedentes en el mundo pol¨ªtico y financiero
En Francia, como en todo el mundo desarrollado, la brecha fundamental ya no es la existente entre derecha e izquierda, sino entre reformistas y populistas, entre un pa¨ªs moderno e involucrado en la globalizaci¨®n y un pa¨ªs excluido y en declive. Los franceses han manifestado su deseo de participar en la reconstrucci¨®n nacional y en un proyecto colectivo.
El debate entre reformistas y populistas, pese a las derivas demag¨®gicas, ha abordado no solo proyectos y programas sino las condiciones y los m¨¦todos para ponerlos en marcha.
Francia est¨¢ peor que antes. Nuestro pa¨ªs est¨¢ en el 28? puesto mundial en PIB per capit¨¢n, y el 63% de la poblaci¨®n ha visto sus ingresos estancados o disminuidos desde 2005. Para que una poblaci¨®n cada vez m¨¢s numerosa y m¨¢s vieja tenga m¨¢s poder adquisitivo es necesario un crecimiento integral, m¨¢s productividad y un esfuerzo espec¨ªfico en favor de los m¨¢s vulnerables.
El empleo es crucial para recuperar la prosperidad en la econom¨ªa del conocimiento y adaptarse a la revoluci¨®n digital. Est¨¢ en marcha una transformaci¨®n que incluye la robotizaci¨®n y el incremento de los trabajadores aut¨®nomos. Hay que dar prioridad a la educaci¨®n, la movilidad profesional y la reconfiguraci¨®n de la protecci¨®n social.
Casi todos los candidatos han subrayado la importancia del sector de las start-ups, de sus empresarios y sus cerebros, que prueban que Francia no ha perdido del todo el amor al riesgo y el sentido del progreso. La transformaci¨®n digital, poco explotada hoy en Francia, es, junto con lo ecol¨®gico, la v¨ªa de crecimiento para el futuro. Podemos acelerarla mejorando la financiaci¨®n, la movilidad y el acceso a las informaciones p¨²blicas.
Existe un amplio consenso sobre la seguridad nacional, la lucha contra el terrorismo y las amenazas procedentes de los pa¨ªses pseudodemocr¨¢ticos y el mundo cibern¨¦tico. Es necesaria una acci¨®n m¨¢s coordinada en los ¨¢mbitos militar y diplom¨¢tico, policial y judicial, econ¨®mico y educativo, adem¨¢s de una mayor inversi¨®n en defensa, hasta el 2% del PIB entre 2022 y 2025.
Despu¨¦s de que Europa haya sido el chivo expiatorio de la crisis y los fallos de nuestros dirigentes, se palpa cierto distanciamiento respecto a las propuestas de salir de la Uni¨®n o de la eurozona. Ante los peligros del siglo XXI, los logros europeos en materia de seguridad, principio de legalidad, gran mercado y moneda ¨²nica est¨¢n revaloriz¨¢ndose. Los candidatos populistas han tenido que matizar sus cr¨ªticas. En este a?o electoral decisivo para el continente, tras el Brexit y la elecci¨®n de Donald Trump, resurge la idea de que el futuro de las naciones y el fortalecimiento de la UE son inseparables.
Nicolas Baverez es historiador.
Traducci¨®n de Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia.
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