La psic¨®loga 'millennial' que pasa consulta v¨ªa Skype
Hablamos con Jara P¨¦rez, que teoriza sobre feminismo, adicciones, y nos muestra sus partes m¨¢s oscuras a trav¨¦s de las redes sociales
Se decidi¨® por la psicolog¨ªa despu¨¦s de visitar a una terapeuta cuando era adolescente. Reconoce que tom¨® esa decisi¨®n por puro pragmatismo: la libertad de horarios le permitir¨ªa ser m¨¢s libre cuando fuese adulta. Pero despu¨¦s de acabar la carrera se sinti¨® desencantada y pas¨® a?os trabajando como redactora para una web de bodas. Despu¨¦s prob¨® suerte dise?ando ropa junto al artista Bigote Sucio. Y aunque la recuerda como una ¨¦poca divertida en la que com¨ªa Cheetos y beb¨ªa mucha cerveza, pas¨® por un momento oscuro de su vida y tuvo que acudir de nuevo a una psicoterapeuta para volver a ver la luz.
Despu¨¦s de aquello supo que la psicolog¨ªa era lo suyo: ella tambi¨¦n quer¨ªa tener entre sus manos ese poder sanador. As¨ª que dej¨® la tienda, se especializ¨® en terapia sist¨¦mica familiar y se mud¨® a un cortijo rodeado de naturaleza en Almer¨ªa. Desde all¨ª acompa?a a los pacientes v¨ªa Skype y el resto del tiempo lo pasa haciendo pasteles, leyendo fanzines e intentando buscarle sentido a sus vicios.
"Somos esclavos de un ideal, sea cual sea. Nos formamos una imagen de c¨®mo debemos ser y hacemos verdaderas barbaridades para conseguirlo"
?Por qu¨¦ has decidido pasar consulta por Skype?
Cuando buscas psic¨®logo, te esfuerzas por encontrar a alguien que sepas que te va a entender y con el que vas a congeniar. Pero no siempre es f¨¢cil, depende un poco del lugar en el que vivas. Para m¨ª este m¨¦todo es guay porque puedo trabajar desde donde quiera, siempre que sea un lugar tranquilo y solitario, y no pierdo el tiempo en ir y venir de la consulta. Y al hacerlo desde mi casa soy bastante flexible con los horarios. A m¨ª me parece una fantas¨ªa porque vivo en medio del desierto, estoy tranquila y feliz, y tengo la misma cantidad de trabajo que si viviera en una gran ciudad.
?Hay diferencias entre los problemas que te plantean las mujeres y los hombres?
Las que m¨¢s vienen a la consulta son chicas j¨®venes, pero acompa?o a gente muy dispar. En principio los problemas parecen bastante diferentes, pero cuando ahondas en ellos te das cuenta de que no lo son tanto. Por lo general los hombres terminan m¨¢s r¨¢pido la terapia, no tengo claro por qu¨¦, pero creo que es una cuesti¨®n de emociones. Puede ser que ellos sean m¨¢s pr¨¢cticos y se enreden menos con estas cosas, pero solo una percepci¨®n m¨ªa, sin argumento cient¨ªfico ninguno.
?Qu¨¦ conclusiones sacas despu¨¦s de hablar con tanta gente?
Que somos esclavos de un ideal, sea cual sea. Nos formamos una imagen de c¨®mo debemos ser y hacemos verdaderas barbaridades para conseguirlo. El problema es que en esa idealizaci¨®n nunca cabe todo lo que somos: desechamos gran parte de nuestro ser porque no concuerda con el modelo que nosotros mismos hemos creado. Ignorar esto es imposible a largo plazo porque todas esas cosas acaban explosionando como un g¨¦iser. Para m¨ª esa es una de las misiones m¨¢s importantes de la psicoterapia: acompa?ar a la gente y observar las partes que no les gustan pero que no paran de erupcionar, para lograr convivir con ellas con un m¨ªnimo de tranquilidad y aceptaci¨®n.
Tienes un blog?en el que escribes sobre temas de actualidad como el deseo feminista. ?Por qu¨¦ es importante pronunciarse al respecto?
Esto tiene mucho que ver conmigo: soy feminista, una bocazas y tengo opiniones para todo. En el blog de Therapy Web doy una opini¨®n profesional que muchas veces se fusiona con la personal porque ahora mismo ya no s¨¦ muy bien d¨®nde acaba la psic¨®loga y empieza la persona.
Creo que muchos de los problemas que trae la gente a la consulta tienen que ver con una forma de ver el mundo y esta a su vez tiene mucho que ver con la educaci¨®n y la sociedad. Por eso me parece importante generar debates para establecer nuevas formas de ver el mundo y as¨ª poder contarnos otras historias sobre nuestra vida con las que nos sintamos m¨¢s arropadas, m¨¢s a gusto. Creo tambi¨¦n que es muy importante que los profesionales nos posicionemos en temas de g¨¦nero y trabajemos incluyendo esta perspectiva en nuestra pr¨¢ctica, sino estaremos incurriendo en un sesgo machista.
?Qu¨¦ peso tiene el feminismo en tu terapia?
En los modelos de psicoterapia en los que yo me he formado no est¨¢ incluida la perspectiva de g¨¦nero en origen; ha sido m¨¢s tarde cuando diferentes profesionales la han ido incorporando a nivel te¨®rico. As¨ª que es un poco yo me lo guiso, yo me lo como. Pero el simple hecho de reflexionar sobre c¨®mo diferentes grupos de personas no hemos formado parte de manera igualitaria en la creaci¨®n de la sociedad me obliga a tenerlo. Es una herramienta muy importante de an¨¢lisis de la realidad. Y es importante valorar las distintas situaciones en las que se encuentra la gente y eso incluye la perspectiva de g¨¦nero o el sistema de clases. Yo necesito analizar la realidad de la persona que tengo delante para ajustarme a ella y sin estas herramientas estar¨ªa muy perdida.
?Es nueva esta ruptura entre la profesional distante y la joven que se expone a trav¨¦s de sus redes sociales?
"A m¨ª no me apetece entrar en el Facebook de un psic¨®logo cuando estoy hecha polvo y que me diga que tengo que sonre¨ªr para que la vida me vaya de perlas"
El profesional siempre ha sido alguien lejano y as¨¦ptico, con una carga de poder muy fuerte, pero a d¨ªa de hoy somos muchas las trabajadoras que estamos rompiendo con esa forma de trabajar porque ya no nos representa. Las investigaciones en psicoterapia hablan de que el factor m¨¢s importante para lograr el ¨¦xito en la terapia es conseguir una buena relaci¨®n terap¨¦utica. Y yo creo que es importante ajustarte a la forma de pensar de la persona que tienes enfrente, pero eso no posible desde una posici¨®n de superioridad.
Tambi¨¦n tienes un Tumblr con el que muestras tu parte m¨¢s negativa. ?Por qu¨¦ lo haces?
Intento dar voz a esa parte de m¨ª que menos me gusta y trato de hacerlo de la manera m¨¢s art¨ªstica que puedo, teniendo en cuenta que no soy artista. Es una reivindicaci¨®n de lo abominable, de lo que me da verg¨¹enza mirar y que los dem¨¢s vean; puede parecer un poco bestia, pero creo que es sumamente terap¨¦utico. As¨ª que lo hago p¨²blico como forma de protesta y de liberaci¨®n personal. Adem¨¢s, como terapeuta no pretendo que mis pacientes me vean como el colmo de la salud mental porque adem¨¢s no creo que exista ese ideal. Hay diferentes formas de vivir en lo que a pensamientos y emociones respecta y todas son v¨¢lidas, unas m¨¢s pr¨¢cticas que otras y unas m¨¢s satisfactorias que otras. Eso es todo.
"Creo que es muy importante que los profesionales nos posicionemos en temas de g¨¦nero y trabajemos incluyendo esta perspectiva en nuestra pr¨¢ctica, sino estaremos incurriendo en un sesgo machista"
?Qu¨¦ beneficios o aspectos negativos puede suponer esta exposici¨®n?
Soy la profesional que soy gracias a mi formaci¨®n, a mis experiencias personales y a lo que he hecho de ellas en mi propio proceso terap¨¦utico. Por lo tanto no creo que tenga que esconder c¨®mo soy ante las personas que vienen a mi consulta. Esto de alguna forma incluye mis redes sociales personales, pero me siento bastante libre para no tener que andar escondi¨¦ndome. A trav¨¦s de Instagram y Facebook? tambi¨¦n le muestro al mundo qui¨¦n soy como profesional, qu¨¦ es lo que pienso, c¨®mo trabajo y qu¨¦ pueden encontrarse cuando vengan a verme a la consulta. De hecho, creo que me contactan m¨¢s personas a trav¨¦s de mi Facebook personal que del de empresa, a pesar de las barbaridades que digo a diario. Soy una profesional de la psicoterapia pero tambi¨¦n soy una mamarracha.
?Hay m¨¢s profesionales que hayan optado por este nuevo acercamiento a la profesi¨®n?
S¨ª, cada vez, m¨¢s personas deciden enfocar su trabajo desde esta perspectiva. Es el caso de La Psicowoman, una psicoterapeuta familiar y sex¨®loga que ha decidido hacerse youtuber, despu¨¦s de acompa?ar durante muchos a?os a adolescentes y ser consciente de sus necesidades afectivo sexuales. Lo hace con una perspectiva de g¨¦nero muy marcada y adapt¨¢ndose a lo que lo que ellos quieren. Otra chica que me parece alucinante es Maja Malou Lyse, una feminista activista de la sexualidad, el cuerpo y la salud de la mujer cis, que utiliza su imagen y su sexualidad en las redes sociales de una manera muy transgresora.
Incluso has hecho playlists de chicas. ?Ya no solo es importante actuar como psic¨®loga sino que adem¨¢s es necesario crear contenido de manera habitual?
Me resulta muy divertido hacerlo; son cosas que a m¨ª me gustar¨ªa que me ofreciesen. El discurso mainstream de los psic¨®logos en las redes sociales me da repel¨²s, este buen rollo impostado; el tema del pensamiento positivo, esa pose Mr.Wonderful, me enerva. Estoy segura de que hay muchas personas interesadas en otro tipo de filosof¨ªa m¨¢s realista. A m¨ª no me apetece entrar en el Facebook de un psic¨®logo cuando estoy hecha polvo y que me diga que tengo que sonre¨ªr para que la vida me vaya de perlas; prefiero alguien que me proponga una playlist de chicas traperas que lo est¨¢n partiendo para poder darle un poco de fuerza y dignidad a mi d¨ªa.
En este art¨ªculo?explicas por qu¨¦ las adicciones no son malas en s¨ª mismas.
Hay mucha hipocres¨ªa con este tema. Muchos profesionales las demonizan a lo bestia cuando lo cierto es que todos estamos enganchados a cosas que nos regulan emocionalmente: a una sustancia legal o ilegal, a las patatas fritas, al trabajo, al deporte, a comernos las u?as, al control, a comer pl¨¢tanos, al sexo, a la compa?¨ªa, a las notificaciones de las redes sociales... Siempre hay cosas que nos enganchan y llenan nuestros vac¨ªos, pero el discurso oficial es que solo nosotros podemos llenar esos vac¨ªos. Sin embargo, como no estamos educados para ello, cogemos lo primero que tenemos a mano. Muchas veces esos enganches nos hacen peor que bien pero en otras ocasiones es al rev¨¦s. Se trata de ver qu¨¦ te resta y qu¨¦ te suma, e ir encontrando poco a poco esas cosas que llenan esos agujeritos sin hacernos sentir mal. Es un trabajo arduo pero merece la pena.
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