Justice, la noche ya no les confunde
Hicieron bailar a medio mundo en 2006, pero cinco a?os despu¨¦s se hizo el silencio. Ahora el d¨²o franc¨¦s vuelve m¨¢s maduro
Un crucifijo cubierto de un l¨ªquido viscoso. Podr¨ªa ser gasolina. Visto bajo la luz, el material cobra un reflejo irisado. Si todo va a saltar por los aires, que sea entre colores alegres. Las canciones que esconde esa car¨¢tula, escuchadas a todo volumen en un despacho de su discogr¨¢fica parisina, parecen contener este mensaje. Diez temas compuestos y grabados en una ciudad sumida en el horror, bajo un sol de invierno, en una casa perdida.
Hay ecos de Giorgio Moroder y Donna Summer, de sus admirados Beach Boys mezclados con bases electr¨®nicas, de unos Jackson 5 revisitados por Trent Reznor. As¨ª suena Woman, el regreso de uno de los mayores fen¨®menos musicales de la d¨¦cada pasada, el d¨²o franc¨¦s Justice.
?A qu¨¦ se han dedicado desde su ¨²ltimo ¨¢lbum, Audio Video Disco, publicado en 2011? ¡°A vivir. A disfrutar de nuestros amigos y nuestras familias¡±, responden al un¨ªsono. Van vestidos con sendas bombers de colores distintos y camisetas con motivos gr¨¢ficos que hacen que uno se pregunte si se llaman por las ma?anas para ponerse de acuerdo. Su aspecto sigue siendo juvenil, aunque ya no tienen 20 a?os. M¨¢s bien se acercan a los 40. El rictus travieso de Xavier de Rosnay, hoy padre de familia, se ha vuelto algo melanc¨®lico. Gaspard Aug¨¦ se ha cortado la melena y ganado un poso maduro.
"Nuestra vida ha cambiado. Ha llegado cierta madurez. Ser¨ªa muy triste hacer m¨²sica como ni?os de 20 a?os¡±
Dicen que se plantearon Woman como si fuera un disco de g¨®spel, capaz de proporcionar un sentimiento de comuni¨®n a quienes lo escucharan. ¡°En este periodo de nuestras vidas nos sentimos c¨®modos con la idea de proponer cosas positivas. Es un momento luminoso y solar. Hacer m¨²sica oscura es muy f¨¢cil. Lo dif¨ªcil es lo contrario¡±, afirma De Rosnay.
¡°Nuestra vida ha cambiado. Aunque no seamos Bob Dylan, porque no volcamos nuestras tripas sobre el papel, ha llegado cierta madurez¡±, confirma Aug¨¦. Durante la veintena vivieron de noche y llenaron clubes con su electr¨®nica te?ida de disco digerible por las masas. ?Cambia su trabajo cuando a uno ya no le apetece acostarse de madrugada? ¡°Claro que cambia. Y no intentamos ir contra ese cambio. Ser¨ªa muy triste hacer m¨²sica como ni?os de 20 a?os. Los grupos que envejecen bien son los que hacen la m¨²sica que corresponde a su edad¡±, responde De Rosnay.
En realidad, Justice nunca fueron chicos malos, sino ni?os buenos cubiertos de tatuajes y crecidos en la periferia residencial de Par¨ªs (De Rosnay comparte patron¨ªmico con un militar de la guardia de Luis XVIII). Su encuentro se produjo en una fiesta, ¡°en 2002 o 2003¡±, cuando ambos trabajaban de grafistas. ¡°Nos ca¨ªmos bien, pero nada m¨¢s. Al conocerlo, no me dije que iba a ser ¨¦l¡±, recuerda De Rosnay.
Meses despu¨¦s, en una cena improvisada alrededor de una raclette, conocen a Pedro Winter, el manager de Daft Punk y fundador del sello Ed Banger. Le hacen escuchar el que ser¨¢ su primer ¨¦xito: una remezcla de Never be alone, canci¨®n de los brit¨¢nicos Simian, de la que s¨®lo salvar¨¢n su contagioso estribillo. El resto es historia: We are your friends, en la versi¨®n remezclada por Justice, se convertir¨¢ en uno de los temas de 2006.
M¨¢s tarde, le seguir¨¢ otro a¨²n m¨¢s exitoso: D.A.N.C.E. De ese primer ¨¢lbum, Cross, vender¨¢n casi un mill¨®n de ejemplares. Son los d¨ªas del primer iPhone, de las Ray-Ban de colores, en el ecuador de una d¨¦cada sin nombre, justo antes de que estalle la crisis econ¨®mica. Justice ganan Grammys y llenan el Madison Square Garden. Kanye West acude a sus conciertos y los Jonas Brothers los siguen en MySpace.
Juran no sentir nostalgia por aquella ¨¦poca. ¡°Fue muy divertido, pero estamos muy bien como estamos¡±, dice De Rosnay. ¡°Yo me siento a gusto con mi edad¡±, asegura Aug¨¦. Compartiendo cigarrillos, cruasanes y miradas c¨®mplices, tambi¨¦n sorprende que sigan soport¨¢ndose. ¡°Si ha funcionado es porque somos bastante distintos. Si fu¨¦ramos id¨¦nticos, no habr¨ªa durado 13 a?os¡±. ?Igual que una pareja? ¡°Puede ser, puede ser¡¡±, encajan con deportividad. ¡°Ahora existe menos pudor entre nosotros. Ya no nos da verg¨¹enza que el otro nos encuentre rid¨ªculo¡±. Mejor definici¨®n de la madurez, imposible.
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