Miedo a la raz¨®n cient¨ªfica
La actitud pol¨ªtica hacia la homeopat¨ªa y otros insultos a la inteligencia es incompatible con un Estado moderno, laico y racional
?A qu¨¦ viene tanta opacidad? Los diputados especializados en sanidad del Grupo Popular en el Congreso han recibido esta semana al lobby home¨®pata (los m¨¦dicos, farmac¨¦uticos y veterinarios que defienden esa terapia anticient¨ªfica y fraudulenta), y parece ser que la conversaci¨®n que mantuvieron es alto secreto, como si hubieran estado discutiendo de fabricar la primera bomba at¨®mica espa?ola. "No te voy a decir la postura del PP", fue lo m¨¢s parecido a una declaraci¨®n que tuvo a bien hacer la portavoz de Sanidad del Grupo Popular, Teresa Angulo. Luego a?adi¨® que su partido no tiene una idea preestablecida sobre la homeopat¨ªa, lo que puede explicar la declaraci¨®n anterior, si bien se mira. La otra parte, los defensores de lo indefendible, tambi¨¦n eligi¨® callar. Tal vez tampoco tengan ni idea de homeopat¨ªa. Lee en Materia la cr¨®nica de este desprop¨®sito pseudocient¨ªfico, pseudopol¨ªtico y paranormal del que solo ha salido el silencio.
Salvo Ciudadanos, los partidos no se atreven con las supersticiones de la gente
La actitud de estos pol¨ªticos se puede entender: basta ponerse sus mismas gafas graduadas por un electoralismo estrecho. Puesto que la mitad de los espa?oles cree que la homeopat¨ªa funciona, razonar¨¢n estos representantes del pueblo, denunciar esa pr¨¢ctica como una estafa puede ser arriesgado a la hora de contar votos. Si la mitad de los espa?oles creyera en la transmigraci¨®n de las almas, la pena de muerte o las virtudes del sufrimiento humano, estos representantes del pueblo ser¨ªan capaces de convertir todos esos cantos de sirenas en proposiciones de ley. La verdad no les importa. No son m¨¢s que calculadoras humanas que saben sumar y restar esca?os. La verdad no vende en nuestros d¨ªas: cada partido puede elegir la que m¨¢s le convenga.
Es bien curioso que el ¨²nico partido que se ha atrevido a impulsar una iniciativa parlamentaria contra los chamanes y los farsantes haya sido Ciudadanos. Ni el PP, ni el PSOE ni Podemos parecen interesados en promover la racionalidad cient¨ªfica. No se trata solo de la homeopat¨ªa, sino tambi¨¦n de la eutanasia, de la muerte digna, de la independencia del Estado de las jerarqu¨ªas eclesi¨¢sticas. Salvo Ciudadanos, los partidos no se atreven con las supersticiones de la gente. Preferir¨¢n pactar con el mism¨ªsimo diablo antes que enfrentarse a ¨¦l. Y, si esto ocurre con las cuestiones donde la raz¨®n cient¨ªfica est¨¢ tan clara como el agua pura, no s¨¦ qu¨¦ podemos esperar de la pol¨ªtica en las cuestiones m¨¢s complejas y turbias, como las que llenan las primeras p¨¢ginas estos d¨ªas. Si nuestros dirigentes consideran ¨²til ignorar la verdad, la seguir¨¢n ignorando por los siglos de los siglos. Pobre raz¨®n. Pobre pa¨ªs.
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