El d¨ªa despu¨¦s para una superviviente de c¨¢ncer de mama
Un estudio sobre el impacto socioecon¨®mico del tumor de mama se?ala que las mujeres quedan con secuelas f¨ªsicas, emocionales o cognitivas tras el alta m¨¦dica
Hay vida m¨¢s all¨¢ del c¨¢ncer. La supervivencia a cinco a?os del c¨¢ncer de mama es superior al 85%; la del tumor de colon es de hasta el 90%; y la del melanoma, por ejemplo, es del 92%. Sin embargo, poco se habla del d¨ªa despu¨¦s, de c¨®mo es la vida de un superviviente de c¨¢ncer despu¨¦s de recibir el alta m¨¦dica. Un estudio del hospital Sant Pau de Barcelona ha empezado a analizar el impacto socioecon¨®mico del c¨¢ncer de mama en supervivientes j¨®venes ¡ªen edad laboral¡ª. Los primeros resultados arrojan que entre el 60% y el 70% de la muestra analizada presenta afectaci¨®n en la funcionalidad f¨ªsica, emocional o cognitiva.
Desde el mismo momento del diagn¨®stico ya hay un impacto psicosocial en la paciente. En su caso, pese a que el c¨¢ncer de mama tiene una alta supervivencia, sigue siendo la primera causa de muerte entre las mujeres occidentales, una espada de Damocles que genera ¡°angustia y miedo¡± desde el primer minuto. ¡°Lo primero es una sensaci¨®n de incredulidad. El proceso de negaci¨®n es muy com¨²n. Pero como el c¨¢ncer de mama no estigmatiza mucho por peligro de muerte, las mujeres de ahora, trabajadoras y cuidadoras de los hijos y la casa, tienden a minimizar el impacto. Limitan su pensamiento y la exteriorizaci¨®n de sus sentimientos y luego cuando se curan, es cuando explotan¡±, explica la psicoonc¨®loga de la Asociaci¨®n Espa?ola Contra el C¨¢ncer (AECC), Teresa L¨®pez-Fando.
El estudio del Sant Pau, preludio de una investigaci¨®n internacional prospectiva con otros siete hospitales europeos, pone sobre la mesa ¡°algo que los m¨¦dicos que atendemos a estas pacientes ya sab¨ªamos¡±, explica el doctor Jaume Masi¨¤, art¨ªfice del estudio y director del servicio de Cirug¨ªa Pl¨¢stica del Sant Pau. ¡°Percib¨ªamos que la mujer no ven¨ªa solo por un problema f¨ªsico. La mayor¨ªa ven¨ªan tambi¨¦n con un problema emocional. Ten¨ªamos una supervivencia del 89% pero ellas no se sent¨ªan personas sanas¡±, relata el cirujano pl¨¢stico.
Los investigadores analizaron a 175 mujeres del conjunto de pacientes atendidas por esta patolog¨ªa en el Sant Pau y concluyeron que el 67% de ellas presentan un impacto en su calidad de vida: el 83% arrastra secuelas f¨ªsicas, el 68% emocionales, el 73% cognitivas y el 79% afectaciones sociales despu¨¦s del tratamiento. El 76% no puede desempe?ar sus roles habituales con normalidad. ¡°Este estudio confirma lo que ya sabemos. Con independencia del pron¨®stico, el c¨¢ncer de mama tiene un impacto en la salud, la imagen, la vida familiar ¡ªporque involucra a toda la familia¡ª y el ¨¢mbito laboral. Afecta a mujeres en edades donde son el pilar familiar y el impacto social es mayor¡±, sostiene el doctor Miguel ?ngel Segu¨ª, portavoz de la Sociedad Espa?ola de Oncolog¨ªa M¨¦dica (SEOM).
Los expertos coinciden en que las secuelas f¨ªsicas est¨¢n muy estudiadas y atendidas, como el linfedema, una acumulaci¨®n anormal de l¨ªquido en el tejido blando debido a una obstrucci¨®n en el sistema linf¨¢tico y que puede ser?potencialmente incapacitante. Pero quedan muchas aristas por abordar en cuanto a las consecuencias derivadas del proceso cancer¨ªgeno. ¡°Nos hemos centrado tanto en los tratamientos y en salvar a estas mujeres que no nos hemos centrado en otros elementos como el seguimiento posterior¡±, reconoce L¨®pez-Fando.
"Ten¨ªamos una supervivencia del 89% pero ellas no se sent¨ªan personas sanas¡±, explica el doctor Masi¨¤
De hecho, con el alta m¨¦dica en la mano, la queja m¨¢s recurrente de las supervivientes es que se quedan en tierra de nadie. Durante el proceso diagn¨®stico y el tratamiento se mantienen al abrigo de los equipos oncol¨®gicos pero, una vez superada la enfermedad, hay un agujero administrativo que no resuelve si sus m¨¦dicos de referencia, los que han de tratar las secuelas del proceso cancer¨ªgeno, son, por ejemplo, los onc¨®logos o los m¨¦dicos de atenci¨®n primaria. ¡°Lo que les genera angustia es el tr¨¢nsito, lo que ellas llaman abandono de los onc¨®logos. Viven en un limbo asistencial¡±, admite la psicoonc¨®loga. ¡°Hay un problema de c¨®mo seguimos a estas mujeres. Antes lo hac¨ªamos los onc¨®logos pero al aumentar la supervivencia, con el volumen de supervivientes que tenemos y sus problem¨¢ticas, ya se nos escapa. Es necesario que haya un continuum asistencial, pero es muy dif¨ªcil¡±, a?ade Segu¨ª.
Con ese temor de base, las supervivientes tienen que enfrentarse a una nueva realidad donde, efectivamente, ¡°hay un cambio de valores de vida en ellas y tienen que adaptarse a que la sociedad no ha sufrido ese cambio con ellas¡±. Tambi¨¦n en su vida personal. Seg¨²n el estudio, s¨®lo un 20% de las mujeres de la cohorte manifestaban tener una vida sexual activa. ¡°Hay un impacto clar¨ªsimo de su vida sexual. Hay una disminuci¨®n de la l¨ªbido¡±, explica Segu¨ª.
Entre el 60% y el 70% de la muestra analizada presenta afectaci¨®n en la funcionalidad f¨ªsica, emocional o cognitiva
La integraci¨®n laboral es otro elemento pendiente. ¡°Menos de un 40% est¨¢n en la misma situaci¨®n laboral que antes del c¨¢ncer¡±, avisa el portavoz de la SEOM. El estudio del Sant Pau refiere que el 46% de las mujeres en edad laboral no trabaja y el 61% de ellas vinculan el motivo del paro a su c¨¢ncer de mama. ¡°Tienen problemas de inseguridad y autoestima, miedo a si podr¨¢n rendir como antes. A las aut¨®nomas no les queda otra que volver a trabajar pero f¨ªsicamente no se encuentran igual. La situaci¨®n de las que trabajan, depende mucho de la relaci¨®n con su empresa, si le ha facilitado las cosas o no¡±, apunta L¨®pez-Fando.
Los facultativos reconocen que toca abordar el d¨ªa despu¨¦s, tanto desde la perspectiva m¨¦dica como jur¨ªdica. ¡°Tienen problemas para conseguir incapacidades, seguros m¨¦dicos, hipotecas¡¡±, se?ala la psicoonc¨®loga. Con todo, advierten, algunas secuelas son permanentes. ¡°Algunas f¨ªsicas les van a durar toda la vida porque impacta en su estilo vital, pero hay molestias de la quimio que se resolver¨¢n en dos o tres a?os¡±, concluye Segu¨ª.
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