Arquitectura en serie

Una marca leve en el paisaje, como un ave de paso, para proteger a los guardas de las inclemencias del tiempo. Una caja de madera ligeramente elevada del suelo y una cubierta plana de acero. Esta garita de vigilancia est¨¢ m¨¢s cerca de una casa que de una torre de centinela y est¨¢ pensada como un mueble: la han fabricado herreros y carpinteros y la han dise?ado los arquitectos Koldo Fern¨¢ndez-Gaztelu y Enrique Jerez.

Muchos de los Bienes de Inter¨¦s Cultural (BIC) de Castilla y Le¨®n se hallan en entornos naturales y rurales, precisan vigilancia. ¡°Y los visitantes necesitan alguien que les atienda y poder identificar d¨®nde solicitar esa ayuda¡±, explican los arquitectos. La Junta de Castilla y Le¨®n ha iniciado la sustituci¨®n de las actuales casetas de protecci¨®n de los guardas para dignificarlas, significarlas y relacionarlas con los monumentos y los lugares a los que prestan servicio.

Gaztelu Jerez firman este pabell¨®n piloto, que se puede abrir y ampliar o cerrar y proteger seg¨²n las necesidades. Cerrado parece un cofre revestido de tarima de madera negra colocada en vertical. Esa tarima de la fachada est¨¢ protegida con la t¨¦cnica tradicional japonesa del Shou Sugi Ban, basada en la carbonizaci¨®n. La cubierta es una chapa engatillada de acero rematada por un fino alero tambi¨¦n de acero negro natural, con una leve pendiente hacia los bordes para drenar el agua de manera natural, as¨ª como para proteger la caba?a del sol. En el interior, la estructura vista de panel contra-laminado de madera aporta calidez visual.

Por el momento han instalado dos pabellones. El primero, junto al Monumento Nacional ermita visigoda de Quintanilla de las Vi?as (Burgos), uno de los pocos ejemplos de esta arquitectura conservados en la Pen¨ªnsula Ib¨¦rica. El segundo, en el yacimiento arqueol¨®gico de Arrabalde (Zamora), que antiguamente fue un castro prerromano, declarado BIC en 2006.

Cuentan los arquitectos c¨®mo el Museo de Zamora, de Tu?¨®n y Mansilla, custodia el ¡°Tesoro de Arrabalde¡±, para el que los arquitectos dise?aron una vitrina, que simult¨¢neamente es un cofre, dentro del gran cofre que es el edificio en s¨ª mismo. Esa idea de interconectar espacios y compactarlos para disminuir su presencia y aumentar su eficacia est¨¢ presente tambi¨¦n en estos pabellones.

M¨¢s all¨¢ del espacio y del impacto en el lugar, Jerez y Gaztelu pensaron en una construcci¨®n ¡ªconvertida aqu¨ª en producci¨®n¡ª que redujese costes. Lo hicieron limitando los trabajos a un carpintero y un herrero.

El resultado es sostenible por su bajo impacto en el lugar -la cimentaci¨®n es superficial y de madera tratada- y por su reversibilidad. El consumo energ¨¦tico es casi nulo -gracias al aislamiento t¨¦rmico que proporcionan las fibras de madera- y al uso de energ¨ªas tradicionales, reciclables y limpias. As¨ª, la calefacci¨®n es una peque?a estufa de le?a, el lavabo funciona a pedal y el inodoro es seco ecol¨®gico para garantizar un ciclo cerrado.

Precio aproximado por metro cuadrado, seg¨²n los arquitectos: 1.400 euros. (12,32 metros y 16.329 euros de coste final).