Pol¨ªticos sin rumbo

Resulta desolador que en un contexto pol¨ªtico tan cr¨ªtico como el que vivimos en Europa, cuando derechos y libertades fundamentales est¨¢n en cuesti¨®n, nada menos que dos tercios de los 243.000 militantes del movimiento Francia Insumisa de Jean-Luc M¨¦lenchon, que se define de izquierdas, hayan optado por abstenerse o votar en blanco en la segunda vuelta de la elecci¨®n presidencial francesa que se celebra este domingo, rechazando as¨ª respaldar a Emmanuel Macron en su pugna con Marine Le Pen.

Es leg¨ªtimo discrepar de Macron y de sus propuestas; faltar¨ªa m¨¢s. Pero lo que est¨¢ en juego en Francia es cerrar el paso al nacionalismo xen¨®fobo y antieurope¨ªsta que representa Marine Le Pen. Promover la abstenci¨®n o el voto en blanco, a sabiendas de que favorece a Le Pen y debilita a Macron, es un acto de grave irresponsabilidad pol¨ªtica que pone en riesgo la democracia y los derechos de muchos ciudadanos.

No es el de M¨¦lenchon el ¨²nico ejemplo de una izquierda que parece preferir la llegada al poder de la extrema derecha, aunque ponga en peligro la democracia, que endosar con sus votos a opciones de centro reformistas y progresistas. En la reciente elecci¨®n estadounidense, la tibieza de muchos votantes del dem¨®crata Bernie Sanders, que se quedaron en casa para no apoyar a Hillary Clinton, ayud¨® decisivamente a la victoria de Donald Trump. El resultado catastr¨®fico de aquella elecci¨®n no parece haber servido de nada. Al contrario, parece que hay fuerzas pol¨ªticas que piensan que con alguien como Trump en la Casa Blanca o como Le Pen en el El¨ªseo tienen m¨¢s posibilidades electorales.

Espa?a no es un caso distinto de esta extendida tendencia en la extrema izquierda a preferir reforzarse a costa de las fuerzas progresistas, aunque eso deje a la derecha en el poder. Javier Fern¨¢ndez, presidente de la gestora socialista, ha recordado a Iglesias que la eventual adhesi¨®n de Podemos a la candidatura de Pedro S¨¢nchez hubiera malogrado la investidura de Mariano Rajoy, un ¡°pecado original¡± del que Iglesias pretende redimirse con la presentaci¨®n de una moci¨®n de censura.

Al lanzar dicha moci¨®n de censura sin contar con ning¨²n aval ni posibilidad de ¨¦xito, Podemos se sit¨²a en la misma tesitura sensacionalista y oportunista de M¨¦lenchon. Porque resulta evidente que, con su iniciativa, Pablo Iglesias no pretende tanto descabezar a Mariano Rajoy como sorprender al Partido Socialista en su situaci¨®n de interinidad. Y trasladar a los votantes de Podemos la idea de que ¡°el PSOE sostiene al partido corrupto¡±.

La misma raz¨®n, inmiscuirse en el proceso de primarias socialistas, explica la convocatoria por Podemos de una movilizaci¨®n para el 20 de mayo, 24 horas antes de la celebraci¨®n de esas primarias. Lo que deber¨ªa llevar a Pedro S¨¢nchez, que parece haber olvidado el maltrato pol¨ªtico sufrido de parte de Iglesias, a rechazarla con rotundidad y no con confusas y preocupantes alusiones a sus propios planes de presentar una moci¨®n de censura.

En tiempos convulsos, la pol¨ªtica debe aportar claridad en los fines y firmeza en la defensa de los principios democr¨¢ticos. Los liderazgos basados en el oportunismo y el continuo espect¨¢culo medi¨¢tico degradan la pol¨ªtica y alejan a la ciudadan¨ªa de ella.