La verdad sobre el regreso de ¡®Twin Peaks¡¯ y c¨®mo influy¨® meditar dos veces al d¨ªa
Su creador, David Lynch, desvela los misterios de la nueva temporada de serie con la que empez¨® todo
Tan fuerte es el poder de la sugesti¨®n, y tan lynchiano es el propio David Lynch, que al o¨ªrle hablar en esta silenciosa habitaci¨®n de Los ?ngeles en la que nos cita se podr¨ªa jurar que suena m¨²sica de jazz, entre inquietante y on¨ªrica, durante el tiempo que se le tiene sentado al lado. Alto, delgado, en una perfecta sinfon¨ªa entre blancos (el pelo, la camisa) y negros (el traje), Lynch (Montana, 1946) es una imponente presencia dual.
Al tiempo amabil¨ªsimo y serio. En la manera relajada de escuchar y en el azul clar¨ªsimo de sus ojos est¨¢ Alvin Straight, el protagonista de Una historia verdadera, la pel¨ªcula que dirigi¨® en 1999, protagonizada por ese anciano que es capaz de recorrer casi 400 kil¨®metros montado en una m¨¢quina cortac¨¦sped para ir a visitar a su hermano. Pero bajo la calma y la cortes¨ªa con la que contesta con monos¨ªlabos, o rechaza rotundo una sugerencia sin mayor explicaci¨®n, se adivina algo m¨¢s tormentoso: la sonrisa vagamente mal¨¦vola de quien disfruta jugando al despiste.
Un jefe imprevisible como Gordon Cole, supervisor del agente Cooper, o como Jack Dahl ¨Csu ¨²ltimo cameo televisivo¨C, el productor que entrena al c¨®mico Louis CK en el arte del mon¨®logo cronometr¨¢ndolo con un reloj sacado de Alicia en el Pa¨ªs de las Maravillas en la serie Louie. Con los a?os, su aspecto ha pasado de ligeramente exc¨¦ntrico a sobrio y elegante, y su dominio de su personaje p¨²blico es tal que apenas se nota que se aburra con la en¨¦sima entrevista. No tanto porque en sus cuatro d¨¦cadas de carrera haya tenido la oportunidad de contestar a todo, sino porque, como se deduce tras las primeras respuestas, a David Lynch no le gusta dar explicaciones.
"Me siento en una silla, cierro los ojos, dejo mi mente vagar, y a veces consigo una idea", dice Lynch sobre su afici¨®n por la meditaci¨®n
¡°Los humanos adoramos los misterios. No sabemos nada de las cosas de la vida, de d¨®nde venimos o cu¨¢l es nuestro prop¨®sito en este mundo. Nos entretenemos y distraemos con los peque?os detalles, pero hay muchas cosas sobre las que hacerse preguntas. Por la noche, cuando est¨¢s a punto de dormirte, en la oscuridad, a veces te pones a pensar en estas cosas. Es un gran misterio en el que todos estamos inmersos¡±. David Lynch no solo habla de los enigmas insondables del alma humana. Tambi¨¦n a qui¨¦n pertenece esa oreja cortada que aparece sobre el c¨¦sped, qui¨¦n es el vagabundo que espera detr¨¢s de la esquina de la cafeter¨ªa... O qui¨¦n mat¨® a Laura Palmer.
Este ¨²ltimo misterio, uno de los m¨¢s famosos de la historia de la televisi¨®n, tendr¨¢ su continuaci¨®n esta primavera. Twin Peaks, hito de los noventa, ilustre precursora de las series de autor, vuelve con 18 cap¨ªtulos y 37 de sus actores originales.
Despu¨¦s de negociaciones que tuvieron a los fans pendientes de Twitter durante gran parte de 2015, Lynch anunci¨® que se iniciaba el proyecto, luego amenaz¨® con irse por diferencias de presupuesto y termin¨® firmando un acuerdo por el doble de cap¨ªtulos de los inicialmente planeados. Mark Frost, cocreador de la serie original, tambi¨¦n firma los nuevos guiones, y entre los m¨¢s de 200 actores que forman el elenco, destacan Jennifer Jason Leigh, Monica Belluci, Laura Dern o Naomi Watts. Ya tiene fecha de estreno: el domingo 21 de mayo. En Espa?a se ver¨¢ en Movistar+.
Lynch asegura que, en realidad, nunca dej¨® de pensar en Laura Palmer. Pero sus seguidores ya han aprendido a no acercarse a su obra en busca de una respuesta; no, al menos, de una l¨®gica o racional. Porque el director, guionista y artista que reconoce que tiene una aproximaci¨®n fundamentalmente pict¨®rica al cine (¡°para m¨ª, una pel¨ªcula es como un cuadro en movimiento¡±, reconocer¨¢ en un momento de la conversaci¨®n) no busca en sus historias detectivescas tanto un final satisfactorio que resuelva todas las inc¨®gnitas como suscitar otras preguntas: ¡°Algunos misterios est¨¢ muy bien que se resuelvan, son inspiradores. Sin embargo, lo que pasa cuando se resuelve un misterio es que la historia se acaba y ya est¨¢. Por eso siempre debemos dejar un espacio para continuar so?ando. Por ejemplo, el final de Chinatown [pel¨ªcula dirigida por Roman Polanski en 1974] esa frase, ¡®olv¨ªdalo, Jake, es Chinatown¡¯, abre todo un mundo de cosas en las que pensar, es un final maravilloso. La dalia negra es la historia de un asesinato sin resolver que ha hecho so?ar a la gente durante m¨¢s de un siglo. Yo no intento decir nada concreto a trav¨¦s de mi trabajo. Como dice el refr¨¢n: si quieres mandar un mensaje, usa Western Union¡±.
Quiz¨¢ su pasi¨®n por la meditaci¨®n trascendental explique el cruce de intriga y surrealismo que es la obra de David Lynch. Reconocido seguidor desde los a?os setenta del Maharishi Mahesh Yogi, el director medita dos veces al d¨ªa. ¡°Me siento en una silla, cierro los ojos, dejo mi mente vagar, y a veces consigo una idea. Pero tambi¨¦n puede llegarte una idea caminando por ah¨ª. La meditaci¨®n es una manera de concentrarte; al final, m¨¢s deprisa o m¨¢s despacio, algo llegar¨¢. Simplemente porque lo est¨¢s deseando¡±.
No se sabe si gracias a esa consciencia, expandida a lo largo de d¨¦cadas de pr¨¢ctica, o por la satisfacci¨®n m¨¢s prosaica de que este proyecto largo, complejo y ¡°con muchas piezas distintas que deb¨ªan encajar¡±, est¨¦ finalmente terminado, el se?or Lynch exuda serenidad. Todo le parece bien. Ahora asegura que incluso estuvo bien tener que encontrarle un asesino a Laura Palmer.
Olvidando que en ocasiones anteriores ha lamentado esa ¡°presi¨®n¡± que le oblig¨® a hallar un culpable, una cosa que, mirando atr¨¢s, no le parece ¡°tan grave¡±. ?Y las incre¨ªbles expectativas que suscita su regreso a la televisi¨®n tras 27 a?os ¨Cy m¨¢s de una d¨¦cada despu¨¦s de su ¨²ltima pel¨ªcula, Inland Empire¨C o competir en un mercado televisivo cuantitativa y cualitativamente incomparable al de los noventa? ¡°Es el mismo proceso¡±, responde mostrando nula preocupaci¨®n. ¡°Tienes una idea y la intentas trasladar al cine con todos sus elementos: sonido, atm¨®sfera, luz, m¨²sica. Siempre trat¨¦ Twin Peaks como una pel¨ªcula, pero en trozos. Ahora es igual.¡±
Asegura que no ve la televisi¨®n, excepto las noticias y un programa que ha descubierto de tuneado de coches que le fascina: ¡°Hacen cosas incre¨ªbles, muy bonitas¡±. Tampoco est¨¢ al d¨ªa de los estrenos cinematogr¨¢ficos. ¡°Cuando estoy trabajando no tengo tiempo¡±, confiesa. ¡°Adem¨¢s, no me ayudar¨ªa. Me gusta concentrarme en el trabajo, ah¨ª es donde me divierto¡±.
¡°Los humanos adoramos los misterios. No sabemos nada de las cosas de la vida, de d¨®nde venimos o cu¨¢l es nuestro prop¨®sito en este mundo"
Sospechamos que no quiere que se contamine ese proceso tan suyo de inspiraci¨®n. ¡°Encontrar una idea es algo muy especial. No estaba ah¨ª, no exist¨ªa, y de pronto, ?zas!, aparece. La ves, o la oyes, o la sientes, la escribes... A veces es el comienzo de algo. Capturar ideas es un proceso muy emocionante, tanto como intentar traducirlas y ser fiel a ellas¡±. Ahora, una vez terminados los 18 cap¨ªtulos, no tiene prisa por empezar un nuevo proyecto. ¡°Me gustar¨ªa volver a pintar este verano. Y si se me ocurren ideas, las escribo¡±, afirma con total tranquilidad.
Regresar a aquel pueblo de 51.201 habitantes ha sido ¡°precioso¡±, aunque tampoco quiere especificar qu¨¦ porcentaje de la nueva temporada transcurre all¨ª; si los embates de la globalizaci¨®n han tenido alg¨²n efecto en el aserradero (cuya maquinaria ocupaba planos, a ojos de hoy, incre¨ªblemente largos en esa cabecera emblem¨¢tica); o si volveremos a escuchar los compases del tema de Angelo Badalamenti que pr¨¢cticamente ten¨ªan la capacidad de inducir un trance. Todos estos son misterios que resolveremos el 21 de mayo (a juzgar por el tr¨¢iler, no a lo primero, s¨ª a lo segundo). Pero queda claro que, para David Lynch, Twin Peaks seguir¨¢ siendo, y debe seguir siendo, un misterio, incluso despu¨¦s de su ¨²ltimo cap¨ªtulo.
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