Catal¨¢, reprobado

El Pleno del Congreso aprob¨® este martes con los votos de todos los diputados, salvo los del PP, la reprobaci¨®n del ministro de Justicia, Rafael Catal¨¢; la del fiscal general, Jos¨¦ Manuel Maza, y la del fiscal anticorrupci¨®n, Manuel Moix, por entender que algunas de sus iniciativas estaban encaminadas a proteger a pol¨ªticos presuntamente implicados en actos de corrupci¨®n. La reprobaci¨®n no tiene mucho recorrido, porque en nada obliga al Gobierno ni a los implicados, pero resulta inquietante la coincidencia en el conjunto de las fuerzas de oposici¨®n a la hora de desconfiar de determinadas actuaciones de la fiscal¨ªa. Y recuerda que los tachados de r¨¦probos no supieron explicar la pasada semana las actuaciones por las que fueron reclamados en la Comisi¨®n de Justicia del Parlamento.

Los interpelados no supieron hacerlo, en todo caso, con la suficiente contundencia y claridad como para despejar todo g¨¦nero de dudas. Y esto no es bueno porque nada da?a tanto a las instituciones como que sus actuaciones est¨¦n bajo sospecha, y que lo est¨¦n a prop¨®sito del combate contra la corrupci¨®n, la segunda mayor preocupaci¨®n de los espa?oles, seg¨²n el ¨²ltimo bar¨®metro del CIS.

Maza lleva al frente de la fiscal¨ªa general, por decisi¨®n de Catal¨¢, desde noviembre de 2016, tras el cese de su predecesora, Consuelo Madrigal, por negarse a sufrir presiones en algunos nombramientos. Como el del fiscal anticorrupci¨®n, cargo para el que fue elegido Moix en febrero, aun cuando era el que menos experiencia ten¨ªa en esta materia entre los aspirantes. Han sido dos de sus actuaciones las que m¨¢s revuelo causaron: la iniciativa de apartar a los dos fiscales que investigaban el caso del 3% en Catalu?a, y la denuncia de los que trabajaban en el caso Lezo por haber buscado posponer las diligencias que llevaron a la detenci¨®n del expresidente de la Comunidad de Madrid con el PP Ignacio Gonz¨¢lez por presunta corrupci¨®n a trav¨¦s del Canal de Isabel II. La filtraci¨®n de una conversaci¨®n en la que Gonz¨¢lez comentaba la idoneidad de Moix para anticorrupci¨®n, meses antes de su nombramiento, destap¨® las alarmas: el Gobierno, se sospecha, habr¨ªa buscado a fiscales favorables que les facilitaran la salida a pol¨ªticos del PP acusados de corrupci¨®n.

Comisiones, precios inflados, turbias complicidades entre pol¨ªticos y empresarios, dinero desviado de manera fraudulenta: la situaci¨®n del Partido Popular a prop¨®sito de distintos casos de corrupci¨®n parece intolerable y, por eso mismo, el Gobierno debe garantizar el impecable funcionamiento de la fiscal¨ªa. No todas las actuaciones que han despertado sospechas pueden ser probadas, pero se les debe dar una respuesta pol¨ªtica inequ¨ªvoca.

El ministro Catal¨¢ y sus colaboradores no han sido convincentes en sus explicaciones, un error de enorme magnitud en un momento en que las instituciones de la democracia representativa est¨¢n siendo cuestionadas y cuando cala el mensaje de que todo el sistema est¨¢ podrido. Si el PP no sabe transmitir ese radical compromiso en la lucha contra la corrupci¨®n del que presume, ser¨¢ responsable directo en el peligros¨ªsimo descr¨¦dito que est¨¢ sufriendo la separaci¨®n de poderes.