?Pueden las m¨¢quinas sustituir a m¨¦dicos, bomberos o sacerdotes?
El riesgo de automatizaci¨®n o transformaci¨®n existe para pr¨¢cticamente cualquier profesi¨®n, incluso para algunas que requieren cercan¨ªa y empat¨ªa humana
Los investigadores de la Universidad de Oxford lo han dejado muy claro en su informe The Future of Employment: m¨¦dicos, bomberos y sacerdotes est¨¢n a salvo de los robots, y pueden descansar tranquilos. El riesgo de ser sustituidos por ellos se encuentra por debajo del 20% en la cl¨¢sificaci¨®n del estudio, mientras que profesiones como la de ¨¢rbitro, o vendedor telef¨®nico, alcanzan el 90%. Son trabajos que necesitan mucha intuici¨®n, empat¨ªa y trato social, lo que hace muy dif¨ªcil que, al menos en el corto plazo, sea posible un reemplazo.
No obstante, esto no implica que el riesgo sea inexistente para ellos ni que todos los amenazados vayan a desaparecer. La naturaleza de este proceso es mucho m¨¢s sencilla. Por todo ello, dedicar¨¦ las pr¨®ximas l¨ªneas a analizar el impacto de la nueva era de la rob¨®tica sobre seis profesiones que a todos nosotros nos resultan muy cercanas y que lo ilustran con gran claridad: profesionales de la hosteler¨ªa, polic¨ªas y carceleros, los servicios asistenciales, el cuerpo de bomberos, los sacerdotes y los profesionales de la medicina.
Profesionales de la hosteler¨ªa:
El primero en contratar robots-camareros en China fue el Dalu Robot, un establecimiento de la ciudad de Jinan especializado en el Hot Pot (caldero mongol). Lo hizo en 2010, abarcando las portadas de los medios de comunicaci¨®n de todo el mundo. Los robots, que no serv¨ªan la comida sino que se limitaban a acercarla a la mesa, hab¨ªan sido desarrollados por la empresa Shandong Dalu Science and Technology y ten¨ªan un precio de venta unitario de unos 5.500 euros.
En 2013, la ciudad china de Harbin tambi¨¦n abri¨® un establecimiento con un equipo de robots: el Haohai Robot Restaurant. Esta vez, a diferencia del anterior, trabajaban adem¨¢s en la cocina. Eran un total de veinte aut¨®matas (con aspecto de androide) que se encargaban de casi todo, desde la reserva de la mesa hasta de servir las bandejas. Tan solo necesitaban algo de ayuda para cortar la carne y la verdura.
En el hotel japon¨¦s Henn-na, lo que se traducir¨ªa como "Hotel extra?o" u "Hotel extravagante", solo se utilizan robots para la atenci¨®n de los clientes. Su propietario, Hideo Sawada, tom¨® la decisi¨®n para "crear el establecimiento m¨¢s eficiente y productivo del mundo". De esta forma, el precio por habitaci¨®n est¨¢ entre los 50 y los 140 euros, muy por debajo las tarifas propias del pa¨ªs.
El establecimiento, que, por cierto, est¨¢ ubicado en el parque de atracciones de la ciudad de Sasebo, ofrece una experiencia inolvidable. Con todo, algunas de las personas que han pasado por all¨ª recomiendan tomar nota sobre dos posibles mejoras: la rapidez en las gestiones y la calidez en la atenci¨®n.
Polic¨ªas y carceleros:
AnBot es un robot-polic¨ªa (1,50 m y 78 kg) dise?ado por la Universidad de Defensa Nacional para patrullar las calles de China. Por su aspecto, ha sido descrito como una mezcla entre el R2-D2 de Star Wars y los daleks de la serie del Doctor Who. A m¨ª me parece que podr¨ªa confundirse, m¨¢s bien, con un contenedor o, incluso, con un enorme buz¨®n de correos.
AnBot posee una sofisticada tecnolog¨ªa de reconocimiento facial y m¨²ltiples sensores que le permiten detectar focos de problemas: armas, explosivos, estupefacientes, incendios¡ Asimismo, est¨¢ programado para acudir a socorrer a la poblaci¨®n (alcanza los 18 km/h) y puede actuar directamente, y bajo su propio criterio, contra sospechosos y delincuentes, dado que tiene una enorme garra met¨¢lica (que los puede sujetar) y despide una corriente el¨¦ctrica que sirve para inmovilizarlos. Sus creadores han anunciado que pronto saldr¨¢ a la venta por un precio en torno a 12.000 euros.
Los que s¨ª tienen fecha de estreno son los robots polic¨ªa de la ciudad de Dub¨¢i: empezar¨¢n a patrullar este mismo a?o. Al principio se encargar¨¢n de recorrer zonas poco conflictivas (como parques p¨²blicos o centros comerciales), por lo que no ir¨¢n armados. Su funci¨®n ser¨¢ ayudar a los turistas que necesiten informaci¨®n sobre la ciudad, por lo que se espera que hablen seis idiomas y que sepan bromear.
Para finalizar, dedicar¨¦ unas l¨ªneas a la prisi¨®n de Pohang, ubicada en Corea del Sur. All¨ª, la vigilancia de los presos est¨¢ a cargo de robots supervisados por guardianes de carne y hueso. Tienen una altura de 1,5 metros y un aspecto sorprendentemente infantil. Gracias a su inteligencia artificial son capaces de detectar patrones de conducta como, por ejemplo, intentos de suicidio, peleas o un posible mot¨ªn. Su compa?¨ªa es especialmente ¨²til en caso de conflicto, dado que permiten establecer la comunicaci¨®n con los presos sin poner en peligro la vida de un guardia.
Cuidador de ni?os y ancianos:
PARO (2,5 kg), rebautizado en Espa?a como Nuka por motivos obvios, es un adorable robot interactivo con aspecto de beb¨¦ foca. Desarrollado por el Instituto Nacional de Ciencia y Tecnolog¨ªa Industrial Avanzada de Jap¨®n (AIST), toma su nombre del acr¨®nimo de Personal Assistant Robot (robot asistente personal).
Aunque el primer prototipo fue dise?ado en 1993, su comercializaci¨®n no empez¨® hasta una d¨¦cada despu¨¦s, en concreto en el a?o 2004. Desde entonces, hace compa?¨ªa a miles de ancianos que residen en pa¨ªses como Jap¨®n, donde el r¨¢pido envejecimiento de la poblaci¨®n ha pasado a convertirse en un reto muy complicado de gestionar.
PARO est¨¢ programado para "educar" emocionalmente a su due?o. De esta forma, tiene incorporados m¨²ltiples microchips y cinco tipos de sensores (luz, temperatura, tacto, audio y posici¨®n) que le permiten percibir su comportamiento y, cuanto m¨¢s se le acaricia, m¨¢s cari?oso se vuelve y viceversa. En particular, ha demostrado ser una herramienta de gran efectividad frente a problemas como la ansiedad, la tristeza o la demencia.
Este robot posee adem¨¢s un sistema de inteligencia artificial que le permite aprender. Si recibe un golpe tras hacer algo que no le gusta a su due?o, no lo volver¨¢ a hacer y si, por el contrario, recibe una caricia, siempre que pueda volver¨¢ a repetir esa conducta. Para conseguirlo, su creador, el experto en rob¨®tica Takanori Shibata, ha contado con el apoyo de reconocidos colegas de profesi¨®n, pero tambi¨¦n de un importante equipo de psic¨®logos, terapeutas y m¨¦dicos.
Con un precio en torno a los 6.000 euros, ha logrado un ¨¦xito rotundo en pa¨ªses como Dinamarca, donde el 80% de los municipios se han hecho con un ejemplar para sus centros asistenciales. Esto ha supuesto unas ventas de m¨¢s de 4.000 unidades en el mundo, cifra que sus due?os esperan multiplicar en breve, dado que pronto recibir¨¢ la certificaci¨®n como dispositivo m¨¦dico por parte de las autoridades europeas.
Aquellos que quieran conocerlo mejor, lo tienen muy f¨¢cil. PARO protagoniz¨® el episodio Old People de la serie de Netflix Master of None. Igualmente, actu¨® en el episodio Replaceable You ("Reemplazable t¨²"), n¨²mero 490 de Los Simpson.
Este tipo de aut¨®matas tienen adem¨¢s que ser divertidos. Meebo es un curioso robot de la compa?¨ªa japonesa UniFa, dise?ado para la observaci¨®n (y vigilancia) parental de los ni?os durante las horas de guarder¨ªa. Tras su lanzamiento en 2015, qued¨® posicionado como una alternativa frente a las c¨¢maras de grabaci¨®n tradicionales. Sin embargo, Meebo es tambi¨¦n un objeto de entretenimiento, dado que, durante la monitorizaci¨®n, bailan con los peque?os e incluso les hacen preguntas. Se espera que pronto sea capaz de medir la fiebre de los ni?os sin tener que tocarlos.
El cuerpo de bomberos:
El bombero es un profesional muy valorado porque cada d¨ªa se juega la vida por nosotros en el servicio de extinci¨®n de incendios y el salvamento de aquellos en situaci¨®n de riesgo. En la Universidad de Berkeley (California) han desarrollado un robot que les puede apoyar en esas tareas, de momento sin aspiraciones de sustituir a los humanos.
El robot, bautizado como CRAM, tiene el aspecto de una cucaracha y el tama?o de la palma de una mano. Al igual que su fuente de inspiraci¨®n, es capaz de moverse en un estado de aplastamiento que reduce su tama?o a la mitad sin reducir su velocidad, por lo que est¨¢ siendo desarrollado para la localizaci¨®n de supervivientes tras cat¨¢strofes naturales o atentados terroristas. Ya han mostrado inter¨¦s, entre otros, el Centro de B¨²squeda y Rescate Asistido por Robots y la Agencia Federal de Emergencias de Estados Unidos.
En Harvard un equipo de expertos ha fabricado un robot con el aspecto, el peso y el tama?o de una abeja real. Bautizadas como RoboBees, servir¨¢n para ayudar en tareas de rescate, as¨ª como para detectar compuestos qu¨ªmicos nocivos.
A diferencia de los drones tradicionales, pueden apoyarse en superficies tan delicadas como la hoja de un ¨¢rbol o el cristal, lo que extiende el tiempo de vuelo de estos aparatos. Esto ha sido posible gracias a un sistema de espuma que amortigua los impactos y que evita que reboten. Las RoboBees llevan, adem¨¢s, un sistema de c¨¢maras y pronto tendr¨¢n su propio "cerebro", con el que podr¨¢n encargarse, por s¨ª solas, de misiones de alto riesgo y complejidad.
Sacerdotes:
En el viejo templo de Longquan, en Pek¨ªn, disfrutan de la compa?¨ªa de Xian¡¯er (60 cent¨ªmetros), un monje robot que, desde hace casi un a?o, atrae a muchos visitantes. Aunque parece reci¨¦n salido de una pel¨ªcula infantil, Xian¡¯er canta mantras budistas y mantiene conversaciones b¨¢sicas sobre la religi¨®n y la vida en el templo. Para sorpresa de todos, ha resultado ser un veh¨ªculo perfecto para dar a conocer su doctrina filos¨®fica y los dogmas de fe. En palabras de su creador, el maestro Xianfan, es una demostraci¨®n m¨¢s de que "la ciencia y el budismo no se contradicen, se pueden combinar y son compatibles entre s¨ª".
Su eficacia ha sido tal que el presidente de la asociaci¨®n budista del pa¨ªs, el maestro Xuecheng, ha declarado en la televisi¨®n CCTV que: "Los budistas no solo deber¨ªan aspirar a la iluminaci¨®n a trav¨¦s del aprendizaje, la meditaci¨®n y la cultivaci¨®n del d¨ªa a d¨ªa para obtener energ¨ªa positiva de la doctrina budista. Tambi¨¦n tendr¨ªan que aportar m¨¢s a la sociedad, transformar sus propios beneficios, bondad, compasi¨®n y sabidur¨ªa para los dem¨¢s a trav¨¦s de Internet y los nuevos medios".
Xian¡¯er puede presumir de ser el monje mec¨¢nico m¨¢s medi¨¢tico del momento, pero no de haber sido el primero en servicio, ni tampoco ser¨¢ el ¨²ltimo. Desde 1999 tambi¨¦n hay un robot monje en el antiguo templo budista de Hotoku-ji en Kakogawa, Jap¨®n. Fabricado con piezas recicladas de bicicletas, radiocasetes y lavadoras por un t¨¦cnico de ferrocarriles de 65 a?os, Yoshihiro Motooka, hoy es el encargado de dar la bienvenida a los nuevos fieles.
En este caso, el robot tiene la cabeza rasurada, orejas prominentes y un aspecto que recuerda al de sus compa?eros de carne y hueso quienes, al igual que ¨¦l, permanecen arrodillados mientras sostienen en su mano izquierda la cuerda de un juzu (rosario con cuentas). De esta forma, permanece quieto la mayor parte del tiempo, en posici¨®n de meditaci¨®n. Tan solo despierta cuando alguno de sus sensores detecta la llegada de un devoto, lo que hace que se lance a recitar sutras budistas, al tiempo que con su mano derecha toca un mokugyo (instrumento de percusi¨®n tambi¨¦n conocido como pez de madera).
Servicios m¨¦dicos:
Hospitales de todo el mundo cuentan, en la actualidad, con un cirujano rob¨®tico en los quir¨®fanos: el sistema quir¨²rgico Da Vinci de la empresa estadounidensa Intuitive Surgical. Su aspecto no es el de un m¨¦dico humanoide, sino que parece, m¨¢s bien, un montacargas con brazos rob¨®ticos. Sin embargo, puede presumir de realizar m¨¢s de 500 000 operaciones al a?o.
La historia comenz¨®, en los a?os 80. El Pent¨¢gono y la NASA compart¨ªan un sue?o: una tecnolog¨ªa que permitiera operar a distancia a soldados y astronautas y, por ello, acordaron unir su equipo cient¨ªfico y la financiaci¨®n para hacerlo realidad.
A mediados de los 90 llegaron los primeros prototipos, en el a?o 2000 la licencia de las autoridades sanitarias de Estados Unidos para operar a seres humanos, y en 2001 tuvo lugar la primera intervenci¨®n transoce¨¢nica. Un equipo m¨¦dico que estaba en Nueva York extirp¨® la ves¨ªcula de un paciente que se encontraba en Estrasburgo (Francia).
Gracias a una consola, el m¨¦dico mueve los brazos del robot como si fueran los suyos propios. Estos tienen en los extremos las herramientas necesarias para operar (tijeras, bistur¨ª¡) y varias c¨¢maras que permiten al cirujano ver el interior de cada paciente en tiempo real. Son im¨¢genes tridimensionales y ampliadas, lo que hace que durante la intervenci¨®n tenga la sensaci¨®n de haberse metido dentro del cuerpo del paciente.
En otras palabras, esta tecnolog¨ªa incrementa la visibilidad y la precisi¨®n, lo que reduce el tiempo de operaci¨®n hasta un 50% y mejora las habilidades del profesional m¨¦dico. Consigue operaciones m¨ªnimamente invasivas y m¨¢s exactas, lo que acelera enormemente el tiempo de recuperaci¨®n. Tambi¨¦n elimina el riesgo de un posible temblor, pudiendo acabar por completo con los errores humanos.
El precio es la otra cara de la moneda. Hacerse con uno de estos equipos cuesta en torno a 2 millones de euros, lo que explica que su presencia en Europa sea mucho m¨¢s reducida, en torno a una cuarta parte, y que, en el caso de Espa?a, la cifra no llegue ni al 20 % de penetraci¨®n.
El sistema quir¨²rgico Da Vinci no es una amenaza para el futuro laboral de los cirujanos, dado que son ellos quienes toman las decisiones y manipulan el movimiento de la m¨¢quina. Se trata, por el contrario, de un instrumento quir¨²rgico m¨¢s que, sin embargo, s¨ª repercute directamente sobre la forma en la que estos llevan a cabo su trabajo y, por supuesto, sobre el perfil de quienes colaboran en sus intervenciones.
Con la llegada de los nanorrobots, sucede algo semejante. Su origen se remonta a 1959, a?o en el que, por primera vez, se menciona el t¨¦rmino "nanotecnolog¨ªa". Lo hizo el f¨ªsico te¨®rico Richard Feynman en un discurso que bautiz¨® como Hay mucho espacio ah¨ª abajo.
La Universidad de Montreal ya ha logrado curar con nanorrobots el c¨¢ncer de colon en ratones
La nanotecnolog¨ªa puede definirse como la manipulaci¨®n de la materia a escala nanom¨¦trica (unidad de longitud equivalente a una mil millon¨¦sima parte de un metro). La aplicaci¨®n de la nanotecnolog¨ªa a la pr¨¢ctica m¨¦dica recibe el nombre de "nanomedicina", disciplina que est¨¢ experimentando, entre otros, sobre el uso de nanorrobots para el transporte de f¨¢rmacos dentro del cuerpo.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Montreal (Canad¨¢) ya ha logrado curar con nanorrobots el c¨¢ncer de colon en ratones. Esto podr¨ªa marcar un antes y un despu¨¦s en la lucha contra la enfermedad, paliando los terribles efectos secundarios que tratamientos como la quimioterapia tienen actualmente sobre los cuerpos enfermos. Podremos tardar m¨¢s o menos en ver este nuevo tipo de tratamiento en nuestros hospitales, pero no tengo ninguna duda de que llegar¨¢n.
Si m¨¦dicos y enfermeras pasan de aplicar tratamientos de quimioterapia y radioterapia a inyectar ej¨¦rcitos de nanorrobots, es m¨¢s que evidente que su perfil profesional cambiar¨¢ pero seguir¨¢n siendo necesarios. Es imprescindible prepararse para aprovechar las oportunidades que traen los nuevos tiempos.
Para terminar me gustar¨ªa volver al principio, al caso de los robots camareros de China, desde donde nos llega una historia francamente inspiradora. Guangzhou (o Cant¨®n) es una de las ciudades m¨¢s ricas de China, y todo un referente en productividad, gracias a la velocidad a la que se est¨¢ robotizando su tejido industrial. Hace tan solo unos meses, los medios de comunicaci¨®n internacionales se hicieron eco de una sorprendente noticia protagonizada por sus restaurantes locales: dado su bajo rendimiento, hab¨ªan decidido despedir a los camareros-robot.
Sus camareros mec¨¢nicos, que no ped¨ªan aumentos de sueldo ni hac¨ªan huelga, ten¨ªan serios problemas para servir sopa sin salpicar, chocaban continuamente unos contra otros y se averiaban much¨ªsimo. Constituyen una buena referencia para entender los peligros y los retos a los que se enfrentan tanto los profesionales como las empresas tras la llegada de la revoluci¨®n digital. En contra de lo que muchos puedan pensar, no todo vale.
Silvia Leal es consejera y experta en inno-liderazgo y transformaci¨®n digital. Doctora en Sociolog¨ªa y asesora de la Comisi¨®n Europea en competencias digitales, liderazgo y emprendimiento y directora del Programa en Direcci¨®n TIC & Innovaci¨®n Digital de IE Business School. Es autora de los libros e-Renovarse o morir, Ingenio y Pasi¨®n e Ingenio, Sexo y Pasi¨®n (LID Editorial).
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