El Gobierno de Holanda busca maestros varones
Quiere compensar el predominio abrumador de las docentes en la ense?anza primaria
La feminizaci¨®n de la ense?anza primaria lleva de cabeza en Holanda al Ministerio de Educaci¨®n. En 2015 las maestras sumaban el 87% en dicha etapa escolar, y aunque las estad¨ªsticas oficiales locales no distinguen por g¨¦nero la calidad de las lecciones impartidas, la falta de colegas varones es evidente. Tanto, que el Gobierno est¨¢ dispuesto a modificar los estudios de Magisterio para atraerlos. Sobre todo porque, llegados a secundaria, el equilibrio es mod¨¦lico: profesores y profesoras se reparten casi al 50% las clases en todo el arco educativo, desde la formaci¨®n profesional a la preuniversitaria.
La situaci¨®n holandesa no es ¨²nica. Seg¨²n el servicio estad¨ªstico de la Comisi¨®n Europea (Eurostat), a escala comunitaria, el 85% de los docentes eran mujeres en primaria en 2014 (en Espa?a, el 76%). Dinamarca es la m¨¢s igualitaria, con un 69%. Pero en Holanda el desfase ha provocado un debate social sobre la necesidad de que haya maestros para que los chicos dispongan de un modelo masculino en el cual reflejarse. Reconocidos expertos nacionales en comportamiento, como Lauk Woltring, aducen que ¡°la identidad se forma hasta los 12 a?os y los chicos necesitan ser chicos¡±. Una maestra, se?ala, ¡°tender¨¢ a frenar su af¨¢n aventurero y su energ¨ªa, y as¨ª corren el peligro de rendir menos¡±. En su opini¨®n, la emancipaci¨®n femenina es estupenda ¡°siempre que los chicos no sean vistos como perturbadores porque se mueven m¨¢s¡±.
Pedagogos y maestros, como Eke y Cornely Krijnen, le han contestado que as¨ª ¡°refuerza el estereotipo de g¨¦nero, porque un buen profesional sabe tratar a ni?os y ni?as¡±. ¡°En la b¨¢sica no importa el g¨¦nero del adulto; los peque?os deben ganar seguridad en s¨ª mismos con un equipo docente diverso¡±, escriben, en el rotativo NRC Handelsblad. Los estudios de Magisterio atraen m¨¢s a las j¨®venes, un 57% de las cuales trabaja como maestra, frente a un 37% de hombres. Ellos prefieren labores de gerencia, o las aulas de secundaria, y les parece poco atractivo un sueldo base de 1.800 euros netos con escasas posibilidades de ascenso. Poco movimiento.
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