Rebelde con causa
En lugar de intentar comprender a los militantes, los acusamos de miop¨ªa o los compadecemos como v¨ªctimas de encantadores de serpientes
La victoria de Pedro S¨¢nchez es como el Brexit y la elecci¨®n de Trump. Pero no porque la pasi¨®n y la mentira hayan derrotado a la raz¨®n y a la verdad, sino porque en todos estos casos parece que son los expertos quienes se han hartado de los votantes y no a la inversa. En lugar de intentar comprender a los militantes, los acusamos de miop¨ªa o los compadecemos como v¨ªctimas de encantadores de serpientes.
Es f¨¢cil tildar a S¨¢nchez de populista. Sus soflamas contra los poderes econ¨®micos o su imagen cantando La Internacional con el pu?o alzado destilan un olor rancio: el l¨ªder que une a los suyos a costa de dividir a la sociedad.
Pero es dif¨ªcil entender por qu¨¦ S¨¢nchez es tan popular. Ideol¨®gicamente ha sido inconsistente, una veleta que ha transitado del mestizaje ideol¨®gico ¡ªy de un pacto moderado con Ciudadanos¡ª al indigenismo izquierdista.
Pero, precisamente por esa capacidad camale¨®nica, las comparaciones con el radicalismo de Beno?t Hamon y Jeremy Corbyn son precipitadas. Y es que, a diferencia de los l¨ªderes socialistas franc¨¦s y brit¨¢nico, que tienen problemas para proyectarse m¨¢s all¨¢ de la militancia, S¨¢nchez era el candidato a la secretar¨ªa general m¨¢s atractivo para los potenciales votantes socialistas. Aventajaba claramente a Susana D¨ªaz entre aquellos que desertaron a Podemos y sus confluencias. Pero tambi¨¦n venc¨ªa a D¨ªaz entre los potenciales votantes centristas.
Militantes y simpatizantes del PSOE ven algo en S¨¢nchez que se les ha escapado al aparato socialista y a la intelligentsia progresista: el nuevo secretario general no atrae por tener la claridad mesi¨¢nica del Che, sino la confusi¨®n rebelde de James Dean. Trata con desprecio a sus progenitores y no sabe a d¨®nde va. Pero s¨ª de d¨®nde quiere huir. Y ese esp¨ªritu de rebeld¨ªa genera simpat¨ªa.
Al PSOE le espera un camino ignoto hasta recuperar las ciudades, comunidades aut¨®nomas y votantes j¨®venes que ha perdido. Para conducirlo bien, S¨¢nchez tiene que reconocer errores y moderar su discurso. Pero ning¨²n otro candidato ten¨ªa su fuerza contagiosa. Ahora solo hace falta que la temple. Y se pueda convertir as¨ª en un rebelde con causa. @VictorLapuente
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