El nombre secreto de Girona
Girona fue un importante centro cabal¨ªstico, lo que invita a especular sobre la combinatoria de las letras de su nombre
En Los nueve mil millones de nombres de Dios, el famoso relato de Arthur Clarke mencionado la semana pasada, se plantea un t¨ªpico problema combinatorio en el que no son v¨¢lidas todas las combinaciones (o variaciones con repetici¨®n, como en este caso) posibles, sino solo las que cumplen ciertos requisitos. En principio, con 30 letras tomadas de 9 en 9 podemos formar 309 ¡°palabras¡± distintas, es decir, casi 20 billones, por lo que las restricciones impuestas por los monjes tibetanos (como la de que una misma letra no puede repetirse m¨¢s de tres veces seguidas) tendr¨ªan que ser muy dr¨¢sticas para que los nombres v¨¢lidos ¡°solo¡± fueran 9.000 millones. Parece m¨¢s l¨®gico pensar que cuando Clarke, que era brit¨¢nico, hablaba de billions se refer¨ªa a billones de los europeos y no de los estadounidenses; pero como el relato se public¨® en una revista estadounidense, se interpret¨® (y luego as¨ª se tradujo al castellano) que se trataba de miles de millones. Si consideramos que los nombres de Dios son 9 billones, las restricciones solo reducen a la mitad las 309 posibilidades iniciales (y eso que solo estamos contando los nombres de nueve letras), lo cual es m¨¢s veros¨ªmil.
Si la ¨²nica restricci¨®n fuera que no pod¨ªa repetirse una misma letra m¨¢s de tres veces seguidas, solo habr¨¢ que restar de las 309 variaciones con repeticiones posibles las de la forma aaaaxxxxx, xaaaaxxxx, xxaaaaxxx, xxxaaaaxx, xxxxaaaax y xxxxxaaaa, lo cual es m¨¢s complicado de lo que parece a primera vista, pero f¨¢cil de plantear. Y a estos posibles nombres de nueve letras habr¨ªa que a?adir los de ocho, siete, seis¡?
Con las letras de Girona
Hace muchos a?os vi, en un libro cuyo t¨ªtulo no recuerdo, un ejemplo mucho m¨¢s sencillo de este tipo de problemas combinatorios literales con limitaciones ortogr¨¢ficas:
Con las letras de GIRONA, ?cu¨¢ntas palabras se pueden formar que respeten la alternancia vocal-consonante?
Y un poco m¨¢s complicado: ?Cu¨¢ntas palabras pronunciables podemos formar con esas seis letras?
Obviamente, no se consideran pronunciables las palabras que empiezan o terminan por las tres consonantes, que, adem¨¢s, solo pueden ir juntas, entre vocales, en el orden NGR, como en ANGRIO. Y la ¨²nica pareja de consonantes admisible al comienzo de una palabra es GR, como en GRINOA. Forzando un poco la mano de la pronunciabilidad, se pueden admitir las terminaciones NG, RG y RN, pero no GR, GN y NR. Pero, por supuesto, cada lector(a) puede abordar el problema introduciendo las variantes que considere oportunas.
Girona fue uno de los m¨¢s importantes centros cabal¨ªsticos de la Edad Media, por lo que tal vez nuestros pacientes lectores, a imitaci¨®n de los monjes tibetanos del relato de Clarke, acaben descubriendo el nombre secreto de la ciudad.
Carlo Frabetti es escritor y matem¨¢tico, miembro de la Academia de Ciencias de Nueva York. Ha publicado m¨¢s de 50 obras de divulgaci¨®n cient¨ªfica para adultos, ni?os y j¨®venes, entre ellosMaldita f¨ªsica, Malditas matem¨¢ticas o El gran juego. Fue guionista de La bola de cristal.
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