Una defensa europea
Las bravatas de Trump obligan a los 27 a avanzar en la integraci¨®n militar
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La actuaci¨®n de Donald Trump en la cumbre de la OTAN no pod¨ªa ser m¨¢s desali?ada, impertinente y hosca hacia sus aliados europeos. Por el momento escogido, un homenaje a las v¨ªctimas del 11-S. Resulta infrecuente que el representante natural de los homenajeados aproveche un acto en su memoria para leer la cartilla a quienes les honran con su recuerdo. Tal conducta dice m¨¢s de la catadura moral del personaje que sus habituales desplantes.
Porque la recriminaci¨®n que dirigi¨® a los europeos est¨¢ fuera de lugar. Protocolario, pues la l¨®gica y antigua reclamaci¨®n de Washington de que los dem¨¢s miembros de la Alianza contribuyan m¨¢s al presupuesto com¨²n siempre se hab¨ªa vehiculado discretamente, como corresponde entre colegas civilizados. Y en cuanto al contenido, porque el compromiso de superar el suelo de un 2% del PIB en gastos de defensa se adopt¨® ya en 2014 para el horizonte de 2024, que a¨²n est¨¢ lejos.
La credibilidad de Trump ante los europeos todav¨ªa tiene ¡ªdesde sus bravatas electorales a favor del Brexit y contra la Uni¨®n Europea¡ª margen de recorrido descendente. El jefe del populismo ultra mundial provoc¨® muecas mordaces al propugnar ¡°dureza¡± y ¡°vigilancia¡± sobre Rusia, cuando ¨¦l mismo ha filtrado secretos de seguridad al ministro de Exteriores de Vlad¨ªmir Putin.
Y lo que es peor, por su gravedad intr¨ªnseca contra la seguridad com¨²n, y por tratarse de un hecho ins¨®lito hasta ahora, el espionaje de EE?UU ha filtrado al p¨²blico datos secretos sobre el terrorista de M¨¢nchester, proporcionados por la polic¨ªa brit¨¢nica, que pretend¨ªa mantener oculta su identidad para investigar mejor sobre su entorno de c¨®mplices.
Con socios tan bocazas y poco fiables, ya pueden multiplicarse los gastos militares, que no aumentar¨¢n la seguridad. De modo que es Trump quien est¨¢ en deuda con sus aliados, m¨¢s que a la inversa. En particular con los europeos orientales vecinos de su amenazante amigo Putin, el invasor de Crimea y pertinaz desestabilizador de Ucrania.
Europa debe en cualquier caso tomarse en serio su propia defensa, durante demasiados a?os subcontratada a EE?UU. Y m¨¢s cuando la actual c¨²pula pol¨ªtica de su permanente socio despliega parejos signos hostiles y desaprensivos.
Para ello es esencial destinar a defensa los recursos financieros necesarios. Pero ser¨ªa mucho mejor que los plantease colectivamente antes que de forma individual: la pauta inversora es a¨²n demasiado nacional y por tanto obsoleta (tanques para improbables acciones terrestres en defensa de los territorios de cada uno) en vez de responder a las exigencias de bloque y de actuaciones exteriores (sat¨¦lites, transporte a¨¦reo, portaviones).
Los documentos ultimados por Bruselas en pro de un pilar de defensa europea (un cuartel general permanente, el impulso a la agencia europea de armamento) van en la buena direcci¨®n. Pero hay que acelerar su traducci¨®n pr¨¢ctica. Y su financiaci¨®n: si, contra la idea de Trump, no hay que hacer recortes sociales para activar los militares, habr¨¢ que gastar mejor; impulsar m¨¢s el crecimiento y la recaudaci¨®n fiscal; y/o recurrir a la deuda.
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