El cambio clim¨¢tico obliga a los osos polares a cambiar focas por huevos
El deshielo complica la caza de mam¨ªferos marinos, que est¨¢n siendo sustituidos por ataques a nidos
M¨¢s al norte del c¨ªrculo polar ¨¢rtico est¨¢ Svalbard, un archipi¨¦lago noruego que fue base de balleneros vizca¨ªnos siglos atr¨¢s. All¨ª el cambio clim¨¢tico se est¨¢ notando m¨¢s que en otro lugar del planeta. Desde hace una d¨¦cada, el ciclo anual del deshielo empieza cada vez antes y llega cada vez m¨¢s lejos. Esto est¨¢ afectando al mayor depredador del norte: los osos polares, incapaces de cazar focas, est¨¢n sustituy¨¦ndolas por huevos de patos, gansos y gaviotas.
"Antes del deshielo marino, el hielo terrestre aguantaba en las zonas costeras junto al frente del glaciar hasta finales del verano", explica el investigador del Instituto Polar Noruego, Charmain Hamilton. "Las focas anilladas pod¨ªan descansar sobre el hielo cerca de sus respiraderos y los osos polares cazarlas ya fuera acech¨¢ndolas o esper¨¢ndolas en la boca del respiradero", a?ade.
Pero el cambio clim¨¢tico ha trastocado esta interacci¨®n presa-depredador, b¨¢sica en el ecosistema ¨¢rtico. En un fen¨®meno que denominan amplificaci¨®n ¨¢rtica, esta regi¨®n se est¨¢ calentando tres veces m¨¢s r¨¢pido que el resto del planeta y el calentamiento es a¨²n m¨¢s acusado en Svalbard. Aqu¨ª hay ya 20 semanas menos de hielo de las que hab¨ªa en 1979.
En Svalbard (Noruega) hay ya 20 semanas menos de hielo de las que hab¨ªa en 1979
A las focas anilladas, la principal fuente de alimentaci¨®n del osos polar en esta zona, el deshielo no parece haberles cambiado la vida. A falta del hielo marino, siguen descansando y cuidando de sus cr¨ªas sobre trozos del glaciar. Pero, como dice Hamilton, "parece que los osos polares no cazan tan f¨¢cilmente a las focas sobre este tipo de hielo".
Esa es la principal conclusi¨®n de una investigaci¨®n que arranc¨® en 2002, bien antes del acelerado deshielo iniciado en 2006, y que a¨²n sigue. Anillaron con dispositivos de teledetecci¨®n a 67 osos y otras 60 focas y los rastrearon buscando mapear sus ¨¢reas de distribuci¨®n y sus encuentros. Vieron que los ¨²rsidos segu¨ªan m¨¢s o menos los mismos patrones en las primaveras de antes de 2006 que en las de los a?os posteriores.
Pero, con el deshielo m¨¢s temprano y m¨¢s profundo, las cosas han cambiado en el verano y principio del oto?o. El estudio, publicado en Journal of Animal Ecology, muestra que las zonas por las que se mueven las focas y las de los osos ya no se solapan como antes. "Como la retirada del hielo marino les ha complicado la caza de focas anilladas, los osos polares pasan ahora menos tiempo en las cercan¨ªas de los glaciares de marea, recorren mayores distancias al d¨ªa y dedican m¨¢s tiempo a merodear junto a fuentes alternativas de comida, como las colonias de cr¨ªa de patos y gansos", comenta Hamilton.
M¨¢s del 90% de la dieta de los osos polares est¨¢ compuesta por mam¨ªferos marinos, en especial varias especies de focas. Pero ese porcentaje parece estar bajando por culpa del cambio clim¨¢tico y los osos estar¨ªan ampliando su dieta para compensar. Investigadores del Centro ?rtico de la Universidad de Groningen (Pa¨ªses Bajos) publicaron en 2015 los resultados de otro estudio que hab¨ªa arrancado en 1970. En ¨¦l anotaron los avistamientos de osos en cuatro ¨¢reas de nidificaci¨®n de aves en Spitsbergen, la principal isla de Svalbard, y una quinta en la cercana costa de Groenlandia.
El deshielo, los movimientos de los osos y los ataques a los nidos parecen estar conectados. Cada a?o la capa de hielo es menor y la estaci¨®n helada m¨¢s corta. Los avistamientos de osos, muy raros en los 70, han aumentado paulatinamente hasta estallar con el nuevo siglo: un incremento del 15% anual desde que comenz¨®. Y este triple fen¨®meno no es exclusivo de Svalbard. En toda la circunferencia ¨¢rtica el deshielo estival marca m¨¢ximos cada a?o. Esto est¨¢ alterando los patrones de movimiento y conducta de los osos polares que, buscando compensar, se ceban con los huevos.
Los ataques a nidos en el ?rtico canadiense se han multiplicado por siete desde 1980
En el ?rtico canadiense los ataques a nidos se han multiplicado por siete desde 1980. M¨¢s de un tercio de las colonias de eider com¨²n, el pato m¨¢s grande y abundante en las regiones ¨¢rticas, distribuidas a lo largo de 1.000 kil¨®metros de la costa norte de Canad¨¢ han sufrido el cambio de dieta de los osos. En algunas colonias y a?os, se han perdido hasta el 90% de los huevos.
"Los osos pueden provocar la extinci¨®n local de algunas aves", sostiene el investigador de la Universidad de Windsor (Canad¨¢), Cody Dey, que ha modelado el impacto del gran depredador sobre las colonias de aves. El drama es que tanto destrozo no servir¨¢ de mucho. "Puede ayudar a mejorar el estado de un peque?o n¨²mero de osos, pero no ayudar¨¢ a la poblaci¨®n en su conjunto. Simplemente hay demasiadas pocas aves y tan dispersas como para alimentar a los osos polares durante el verano", concluye este bi¨®logo.
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