?Qu¨¦ se necesita para innovar en educaci¨®n?
Se ha avanzado en cobertura y acceso, pero las habilidades y los aprendizajes en la regi¨®n de Am¨¦rica Latina siguen siendo bajos, desiguales e inadecuados para las demandas del mercado laboral

Tengo la fortuna de ser testigo a diario de iniciativas educativas realmente valiosas en Am¨¦rica Latina y el Caribe. Por ejemplo, he descubierto c¨®mo en la municipalidad de La Pintana en Santiago de Chile, se construy¨® una escuela inspirada en los dibujos de sus estudiantes. En M¨¦xico, se lanz¨® recientemente un proyecto con Plaza S¨¦samo para motivar a que las ni?as aprendan matem¨¢ticas y ciencias de forma divertida. En Barbados, he visto c¨®mo trabaja la empresa privada con los sistemas educativos para que los estudiantes obtengan certificaciones de educaci¨®n t¨¦cnica y vocacional. Todos estos proyectos comparten un elemento en com¨²n: la innovaci¨®n.
Y es que es bien sabido que para acelerar la mejora en la calidad de los aprendizajes de nuestros ni?os y j¨®venes la innovaci¨®n es un elemento clave, pero ?qu¨¦ debemos tener en cuenta cuando innovamos en educaci¨®n?
Por definici¨®n, innovar es una invitaci¨®n a ser creativos y pensar fuera de la caja. Sin embargo, esto requiere que primero entendamos los retos que forman precisamente esa ¡°caja¡±. Cuando pensamos en educaci¨®n para nuestra regi¨®n, la primera barrera con la que nos encontramos son las deficiencias en la calidad de los aprendizajes. Aunque hemos avanzado en cobertura y acceso, las habilidades y los aprendizajes de la regi¨®n siguen siendo bajos, desiguales e inadecuados para las demandas del mercado laboral. Adem¨¢s, las pronunciadas brechas de g¨¦nero en aprendizajes y las altas tasas de deserci¨®n en educaci¨®n secundaria, dificultan la formaci¨®n de un capital humano competitivo en nuestros pa¨ªses.
Aunque hemos avanzado en cobertura y acceso, las habilidades y los aprendizajes de la regi¨®n siguen siendo bajos, desiguales e inadecuados para las demandas del mercado laboral
Ante estos retos, la tarea de innovar en educaci¨®n debe partir de sentir el pulso de lo que sucede en la regi¨®n. Debemos entrar en contacto con lo que est¨¢ pasando, conocer la realidad que muchas veces es lejana a nuestros centros de investigaci¨®n y observar c¨®mo sortean los diversos actores las problem¨¢ticas, muchas veces imprevistas, y qu¨¦ iniciativas innovadoras se encuentran ya en ejecuci¨®n.
Y esto nos lleva a hacernos preguntas espec¨ªficas sobre situaciones reales que nos ayudar¨¢n a resolver otros casos pr¨¢cticos: ?C¨®mo es que una provincia en Argentina optimiza su sistema de evaluaci¨®n interna? o ?De qu¨¦ manera un pa¨ªs de Centroam¨¦rica implementa programas de primera infancia para cerrar las brechas de desarrollo? Conocer estas experiencias permite establecer un punto de partida para evaluar y replicar las posibles soluciones adaptadas a distintos contextos.
Identificar ideas y proyectos piloto con nuevos enfoques es importante, pero no suficiente, para lograr los cambios que necesitamos. Es aqu¨ª cuando la investigaci¨®n educativa se convierte en una herramienta clave para identificar pol¨ªticas y pr¨¢cticas exitosas. A trav¨¦s de investigaci¨®n rigurosa y de calidad, identificamos y asimilamos las experiencias innovadoras y las transformamos en lecciones aprendidas y en evidencia.
Nuestra experiencia dice que un componente fundamental para innovar en educaci¨®n es propiciar ecosistemas que promuevan y convoquen la comunicaci¨®n entre hacedores de pol¨ªtica, investigadores, innovadores, y claro, la comunidad escolar (directores, maestros, padres de familia y estudiantes incluidos). Son todos estos actores los protagonistas que potencian la transmisi¨®n de ideas y el alcance de la innovaci¨®n.
La escuela debe fomentar no solo las habilidades de leer, escribir y computar, sino tambi¨¦n la capacidad de colaborar con otros, resolver problemas de forma creativa, aplicar el conocimiento adquirido e innovar
La articulaci¨®n de estos procesos requiere tiempo, pero Am¨¦rica Latina y el Caribe van por buen camino. En Per¨², por ejemplo, el Ministerio de Educaci¨®n es referente en la regi¨®n gracias a la creaci¨®n de MinEdu Lab, un laboratorio de innovaci¨®n dentro del mismo sistema educativo. Desde el BID, en alianza con Fundaci¨®n Chile, surge la iniciativa regional SUMMA para posicionarse como el primer Laboratorio de Innovaci¨®n para Am¨¦rica Latina y el Caribe que busca generar din¨¢micas que catalicen la innovaci¨®n y as¨ª plantear una agenda compartida en la regi¨®n.
Hoy, m¨¢s que nunca antes, nuestros ni?os, ni?as y j¨®venes necesitan aprender a aprender y a usar esos aprendizajes creativamente para resolver los problemas que enfrentan y las nuevas situaciones que vayan a enfrentar en el futuro. Y, para ello, la escuela debe fomentar no solo las habilidades de leer, escribir y computar, sino tambi¨¦n la capacidad de colaborar con otros, resolver problemas de forma creativa, aplicar el conocimiento adquirido e innovar.
Demasiadas salas de clase en nuestra regi¨®n siguen enfocadas en que los estudiantes memoricen conceptos en lugar de resolver problemas, apuntando a un alumno ¡°promedio¡± que nunca existe, mientras la mitad se aburre y la otra mitad se pierde. Vivimos en un momento hist¨®rico donde existe evidencia contundente de que todos tenemos el potencial para aprender y seguir aprendiendo a lo largo de la vida, a ser creativos y a forjar nuestras propias vidas. Las aulas de clase deben ser un lugar esencial para iniciarse en ese camino.
Emiliana Vegas es jefe de divisi¨®n de educaci¨®n del BID.
Puedes seguir a PLANETA FUTURO en Twitter y Facebook e Instagram, y suscribirte aqu¨ª a nuestra newsletter.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.