Guerlain da un salto al futuro sin renunciar a su pasado

Del peque?o local en el n¨²mero 42 de la Rue de Rivoli de Par¨ªs, donde Pierre-Fran?ois Pascal Guerlain abri¨® su primera perfumer¨ªa en 1828, hasta el majestuoso 392 de la Rue Saint-Honor¨¦, donde se inaugur¨® en 2016 la primera boutique personalizada Guerlain, hay una distancia casi tan larga como los 190 a?os de historia de una de las sagas perfumeras m¨¢s antiguas de Francia y del mundo. Un rastro que se puede seguir a lo largo de fragancias de referencia como el Agua de Colonia Imperial creada para la esposa del emperador franc¨¦s Napole¨®n III, la emperatriz Eugenia, en 1853; Jicky, considerado el primer perfume moderno y que vio la luz en 1889 o, ya entrado el Siglo XX, Shalimar, la primera fragancia oriental para la mujer.

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As¨ª es el anuncio de Angelina Jolie para Guerlain

Angelina Jolie, imagen solidaria del perfume Mon Guerlain

Renovada, imbuida dentro del conglomerado de lujo LVMH y enfrentada a un mundo globalizado donde a menudo lo r¨¢pido predomina sobre lo artesanal, Guerlain ha lanzado su ¨²ltima apuesta, consolidarse como marca internacional.

¡°Nuestro deseo, nuestra visi¨®n, es ser la maison m¨¢s reputada de perfumes de lujo del mundo¡±, resume la nueva estrategia el presidente de Guerlain, Laurent Boillot, en entrevista con EL PA?S en Par¨ªs.

Solidificadas en los ¨²ltimos a?os las diferentes l¨ªneas de una marca que abarca tambi¨¦n los cosm¨¦ticos y el cuidado de la piel, pero que sabe que debe su fama a sus perfumes, Guerlain, que se enorgullece de mantener al 100% su made in France, quiere dar ahora el verdadero salto internacional. Y lo hace de la mano de una figura con tanta personalidad como la que afirma tienen sus fragancias, la actriz, productora y embajadora de buena voluntad de Naciones Unidas Angelina Jolie. Ella es la ¡°portavoz¡± del nuevo perfume con el que Guerlain aspira a ser una marca conocida en cada recoveco del planeta, Mon Guerlain, una fragancia concebida como un ¡°manifiesto¡±, dice Boillot, de la centenaria casa de perfumes.

¡°Un perfume Guerlain es un perfume de car¨¢cter y Angelina Jolie es una persona poco com¨²n¡±, explica Boillot sobre la elecci¨®n de una actriz que se prodiga poco en el mundo de la publicidad y con la que discuti¨® personalmente una colaboraci¨®n que asegura mira al largo plazo. ¡°Nos gustaba mucho tanto su belleza como su car¨¢cter, que hace que sea algo m¨¢s que solo una buena actriz o una cara bonita. Es tambi¨¦n una mujer comprometida¡±.

Seg¨²n Boillot, Jolie tiene adem¨¢s una caracter¨ªstica especial que busca la casa perfumera en sus clientes: ¡°Tiene un recuerdo emocional muy intenso con la marca¡±, debido a que su madre, la tambi¨¦n actriz Marcheline Bertrand, usaba un maquillaje perfumado de la misma marca que ahora representa su hija.

Porque para Boillot no hay nada m¨¢s ¡°¨ªntimo y sublime¡± que lo que una fragancia puede llegar a evocar. ¡°El perfume tiene una relaci¨®n emocional muy fuerte, un perfume puede hacer pensar en un amigo, en una madre, y se puede considerar incluso como patrimonio de una persona¡±.

De ah¨ª que el segundo gran eje en el que se basa la internacionalizaci¨®n de la marca sea la inauguraci¨®n de boutiques de perfumes personalizados como la que abri¨® el a?o pasado en Par¨ªs y, hace menos de un mes, en Bruselas. Es un plan ambicioso, asegura Boillot. En los pr¨®ximos 15 a?os, Guerlain quiere haber inaugurado 150 boutiques de este tipo en todo el mundo, a una media aproximada de diez por a?o. Antes de que acabe este 2017, habr¨¢ al menos seis nuevos locales de este tipo, uno de ellos en China, su principal mercado tras el franc¨¦s, y el resto en Europa, adelanta. En ellas, los clientes gozar¨¢n de asesor¨ªa personalizada para encontrar el perfume ¡ªGuerlain, por supuesto¡ª que m¨¢s se ajuste a ellos. Desde cl¨¢sicos a nuevas fragancias. Porque el perfume, asegura Boillot, es como la literatura. ¡°Se pueden releer los grandes autores y tambi¨¦n leer los contempor¨¢neos. Y podemos redescubrir un Shalimar o un Mitsouko (dos de los perfumes cl¨¢sicos) e interesarnos a la vez por un Mon Guerlain¡±.