D¨ªa mundial sin tabaco: Los padres no perciben el riesgo de los cigarrillos electr¨®nicos
La falta de acuerdo cient¨ªfico sobre las consecuencias de 'vapear' hace que los progenitores sean incapaces de decidir sobre su uso
El planteamiento parece sencillo: un cigarrillo electr¨®nico es menos t¨®xico que uno tradicional. Pero no se sabe si es m¨¢s o menos o igual de cancer¨ªgeno. Si se compara el humo del tabaco con el humo de los dispositivos, es un hecho objetivo que estos ¨²ltimos contienen menos nicotina y alquitr¨¢n. Pero al mismo tiempo, los cient¨ªficos advierten de la alta concentraci¨®n de metales pesados (como el cromo, el plomo o el n¨ªquel) y sustancias cancer¨ªgenas (como la acrole¨ªna, formaldeh¨ªdo y acetaldeh¨ªdo) en los aerosoles del vapeo. seg¨²n la Agencia Internacional Contra el C¨¢ncer.
Es decir: el cigarrillo electr¨®nico podr¨¢ tardar m¨¢s o menos en provocar da?os en el organismo, pero lo acabar¨¢ haciendo. En el D¨ªa Mundial Sin Tabaco, que se celebra cada 31 de mayo, contin¨²a el debate sobre si los e-cigarrillos son tan perjudiciales como para plantearse una restricci¨®n de su uso y sobre todo evitar que los adolescentes se inicien en su consumo.
De momento, la primera parte, que ser¨ªa la concienciaci¨®n en las familias no est¨¢ funcionando. Seg¨²n un reciente estudio publicado por los Centros para el Control y la Prevenci¨®n de Enfermedades de Estados Unidos, dos quintas partes de los adultos estadounidenses creen que la exposici¨®n de los ni?os a estos aerosoles de forma pasiva provoca ¡°poco da?o¡±, mientras que un tercio de la poblaci¨®n desconoc¨ªa si causaba ¡°alg¨²n da?o¡±. Pero no solo en Estados Unidos existe esta baja percepci¨®n del riesgo para la salud. En Espa?a otro estudio de 2015 publicado por el Instituto Catal¨¢n de Oncolog¨ªa (ICO) desvelaba que el 70% de los encuestados no consideraban peligroso el cigarrillo electr¨®nico y lo ve¨ªan ¨²til para dejar de fumar.
Falta de acuerdo cient¨ªfico
¡°La Organizaci¨®n Mundial de la Salud pidi¨® al ICO que realizara una revisi¨®n sistem¨¢tica de lo que sabemos hasta ahora sobre emisiones de los cigarrillos electr¨®nicos. Y el estudio todav¨ªa sigue en marcha, pero se pueden adelantar algunas conclusiones. Lo primero que habr¨ªa que destacar es que estos dispositivos no expulsan ¡°vapor de agua¡± inocuo, sino aerosoles con sustancias t¨®xicas y cancer¨ªgenas. Teniendo esto claro, para saber qu¨¦ consecuencias provoca la exposici¨®n a estos aerosoles en la salud todav¨ªa no existen estudios suficientes, contrastados y fiables que determinen los da?os¡±, advierte el doctor Francisco Camarelles, portavoz del Comit¨¦ Nacional para la Prevenci¨®n del Tabaquismo.
Mientras una rama de la comunidad cient¨ªfica brit¨¢nica todav¨ªa conf¨ªa en la posibilidad de rescatar los e-cigarros con fines terap¨¦uticos si se controla exhaustivamente su composici¨®n y se evitan las sustancias t¨®xicas, el resto de Europa se muestra reticente y ni siquiera recomienda este dispositivo para dejar de fumar. La falta de acuerdo debida a la carencia de estudios concluyentes hace que los sistemas de vapeo sigan en un limbo cient¨ªfico.
¡°La recomendaci¨®n que hacemos en Espa?a es la prudencia: si todav¨ªa no sabemos las enfermedades que provoca esa concentraci¨®n de metales, lo mejor ser¨ªa no fumar delante de los menores ni tampoco en el interior del hogar. La gente piensa que cuando se va el humo ya no hay peligro para el ni?o, pero no es as¨ª: las sustancias permanecen flotando y caen en la superficie, donde los m¨¢s peque?os pueden pasar la mano y llev¨¢rsela a la boca. Aparte de que el vapeo invita a fumar m¨¢s, no ayuda a dejarlo, y no solo eso: corremos el riesgo de volver a normalizar el tabaco¡±, se?ala el doctor Camarelles.
Vapeo adolescente
Por si acaso, sin esperar m¨¢s estudios y ante el alarmante aumento del consumo de e-cigarros entre adolescentes en Estados Unidos, la Agencia Federal de Control de Medicamentos y Alimentos, (FDA) ha dado importantes pasos para restringir este tipo de vapeo y desde 2016 controla de cerca la elaboraci¨®n y el contenido de pipas, bol¨ªgrafos, vaporizadores y cualquier tipo de sistemas electr¨®nicos de suministro de nicotina.
¡°Antes de esta normativa, esos productos pod¨ªan ser vendidos sin ning¨²n tipo de control de sus ingredientes, c¨®mo fueron fabricados y su peligro potencial¡±, explica Mitch Zelle, director del Centro de Productos de Tabaco de la FDA. ¡°Con la nueva ley estamos dando pasos para proteger a los estadounidenses de los peligros de estos productos, asegur¨¢ndonos de que adviertan de sus riesgos para la salud y restringiendo la venta a menores¡±.
Precisamente, el aumento exponencial entre los j¨®venes estadounidenses vapeadores es un motivo de preocupaci¨®n para la comunidad cient¨ªfica. Entre 2011 y 2015, el uso del cigarrillo electr¨®nico pas¨® del 0,6 al 5,3% entre los estudiantes de ense?anza Secundaria y del 1,5% al 16% entre los de Bachillerato. Esto significa que m¨¢s de tres millones de alumnos estadounidenses se convirtieron en vapeadores habituales en 2015, de los cuales un 81% admit¨ªa que lo hac¨ªa por su agradable sabor.
Seg¨²n ha declarado la Asociaci¨®n Nacional del Cigarrillo Electr¨®nico (ANCE) a Efeagro, en Espa?a solo vapearon 350.000 personas en 2016, un 0,7% de la poblaci¨®n total de 46 millones de habitantes.
La Sociedad Espa?ola de Neumolog¨ªa y Cirug¨ªa Tor¨¢cica (SEPAR) coincide con la FDA en advertir del riesgo de los cigarrillos electr¨®nicos como puerta de adicci¨®n al tabaco para los m¨¢s j¨®venes.
¡°Los adolescentes suponen un p¨²blico objetivo que puede caer en el tabaquismo por empezar con el cigarrillo electr¨®nico. Es un problema epidemiol¨®gico y de sensibilizaci¨®n. Adem¨¢s, existe el riesgo de que el uso de estos cigarrillos entre la poblaci¨®n general normalice la conducta de fumar, algo que se hab¨ªa conseguido erradicar¡±, afirma Carlos Jim¨¦nez, neum¨®logo y director de investigaci¨®n en tabaquismo de SEPAR.
En su opini¨®n, el mayor peligro que implica la moda del vapeo es que se podr¨ªa tardar entre cuatro y cinco d¨¦cadas en descubrir las verdaderas consecuencias para salud de los cigarrillos electr¨®nicos, como sucedi¨® con el tabaco.
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