La cara luminosa de la ¡®Big Pharma¡¯
Miles de buenos cient¨ªficos dedican su vida a investigar para las grandes firmas farmac¨¦uticas, y las vacunas que han descubierto est¨¢n en la calle
La gran industria farmac¨¦utica, o Big Pharma en su sin¨®nimo despectivo, es seguramente uno de los sectores empresariales considerados m¨¢s sospechosos por la poblaci¨®n planetaria. Prefieren, se dice, investigar en la calvicie del mundo rico antes que en la malaria del pobre; manipulan, se dice, los ensayos cl¨ªnicos de maneras sutiles para apantallar los efectos secundarios de sus mol¨¦culas estrella o amplificar sus propiedades curativas; presionan, se dice, a los gobiernos y a la OMS (Organizaci¨®n Mundial de la Salud) para que avalen sus f¨¢rmacos nuevos y, en su caso, financien su coste para la poblaci¨®n afectada; inventan, se dice, enfermedades inexistentes (disease mongering) para generar en la gente una necesidad superflua. Desde El tercer hombre ¨Cel primer thriller farmac¨¦utico de la historia, con gui¨®n de Graham Greene¡ª hasta El jardinero fiel de John le Carr¨¦, la Big Pharma se ha llevado suyo tambi¨¦n en el arte.
Si un hada buena destruyera ahora mismo la Big Pharma, se habr¨ªa cargado la mitad del avance de la medicina
Es f¨¢cil pensar as¨ª, y la historia reciente bulle con casos particulares que podr¨ªan avalar cualquiera de esos puntos. La comunidad m¨¦dica y sanitaria hace bien en permanecer alerta ante cualquier abuso. Pero quedarse ah¨ª es perderse la mitad de la historia. Porque, si un hada buena destruyera ahora mismo la Big Pharma, se habr¨ªa cargado la mitad del avance de la medicina. Miles de buenos cient¨ªficos dedican lo mejor de sus vidas a investigar para estos grandes laboratorios, y alg¨²n d¨ªa habr¨¢ que hacer una lista de ellos y reconocerles su aportaci¨®n a la ciencia. Un buen nombre para empezar puede ser el de Mariagrazia Pizza, descubridora de las vacunas contra la tos ferina y contra la meningitis B. Y s¨ª, empleada de Glaxo (GSK), una de las grandes. Lee en Materia una interesante entrevista con ella.
El farmac¨¦utico es un sector de alto riesgo. Una empresa puede invertir 10 a?os y una pasta gansa en una mol¨¦cula que acaba estrell¨¢ndose en el primer ensayo cl¨ªnico. Un nuevo f¨¢rmaco puede topar con la actitud hostil o indiferente de una agencia del medicamento o una direcci¨®n general de salud p¨²blica. Y las vacunas son el negocio m¨¢s delicado de todos. Son medicina preventiva, y por tanto merecen apoyo p¨²blico, pero una cosa que le pinchas al paciente una vez, o solo unas pocas, y le deja protegido toda la vida no es el modelo de negocio que tiene en mente un broker de Wall Street. Un abogado de colmillo retorcido puede convencerte a la salida del hospital de que la vacuna que le han puesto a tu hijo causa autismo. No es cierto, pero el dinero de los papeleos judiciales se lo llevar¨¢ el abogado.
Pese a todo, gigantes farmac¨¦uticos como Pasteur o Glaxo est¨¢n creando vacunas innovadoras y eficaces. Tenlo en cuenta la pr¨®xima vez que veas El tercer hombre. Las cosas importantes siempre son mucho m¨¢s complicadas ¨Ce interesantes¡ª de lo que nos gustar¨ªa.
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