'Vintage'
Los precios y el nuevo estilo del Caf¨¦ Comercial han espantado a su antigua alma y clientela
El Caf¨¦ Comercial de Madrid, el m¨¢s antiguo de la capital, tanto que aparece en los Episodios nacionales de Gald¨®s, lo cerraron hace dos a?os sin avisar a los trabajadores ni a los clientes, esto es, por sorpresa y con nocturnidad, lo que auguraba un destino incierto para el local, pero lo acaban de volver a abrir despu¨¦s de una remodelaci¨®n a fondo que ha respetado sus elementos m¨¢s caracter¨ªsticos (m¨¢rmoles, l¨¢mparas, mesas, sillas, espejos¡) y su funci¨®n de caf¨¦ de siempre, no as¨ª su alma y su clientela. Los precios y el nuevo estilo de la nueva, especialmente la de las noches, han espantado a la antigua, aquellos bohemios asiduos que se pasaban las horas muertas en el caf¨¦ leyendo el peri¨®dico, escribiendo o jugando al ajedrez en medio de los clientes ocasionales y de otros menos frecuentes pero con mesa ganada a pulso despu¨¦s de a?os de fidelidad al sitio.
Rafael S¨¢nchez Ferlosio quiz¨¢ fue el ¨²ltimo de los hist¨®ricos, desaparecidos ya sus amigos y compa?eros del realismo de los 50 y el guionista Rafael Azcona y los suyos o el alcalde de Madrid y profesor Tierno Galv¨¢n, que desayunaba todas las ma?anas en el Comercial un madrile?o caf¨¦ con churros antes de dirigirse a sus ocupaciones, pues viv¨ªa cerca. Pero no solo han desaparecido los bohemios y estudiantes del caf¨¦. Otro de sus estandartes, los libros de segunda mano que se alineaban bajo los espejos a lo largo de las paredes para uso de la clientela, que los le¨ªa y los volv¨ªa a dejar, incluso los repon¨ªa por cuenta propia a su voluntad, tambi¨¦n han desaparecido en beneficio de un nuevo concepto de interiorismo que los ha debido de considerar anacr¨®nicos o dignos ¨²nicamente de decorar la parte alta de los ba?os, donde ha colocado unos pocos, eso s¨ª, lo suficientemente altos como para que nadie alcance a cogerlos y se le ocurra ponerse a leerlos mientras atiende a sus necesidades. Vistas las frases que a modo de filosof¨ªa y ense?a decoran las paredes del caf¨¦ en sustituci¨®n de ellos uno comprende perfectamente que el lugar de los libros son los retretes: Vivir es un asunto personal, Para ser hay que estar (todo un tratado de filosof¨ªa actual) o, ya en el colmo de la imaginaci¨®n, Bibir (ojo al corrector de erratas: est¨¢ escrito tal cual lo transcribo) es beber con los que viven.
?Cu¨¢nta raz¨®n ten¨ªa Luis de Camoens, el pr¨ªncipe de la literatura portuguesa, la invitada especial de la presente edici¨®n de la Feria del Libro de Madrid que se celebra estos d¨ªas en el Retiro, cuando titul¨® un soneto hace ya 500 a?os: ¡°Mudan los tiempos, mudan las voluntades¡±!
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.