Mucho m¨¢s que jirafitas de wax
Un grupo de mujeres con discapacidad del sur de Senegal gana autonom¨ªa con un proyecto de innovaci¨®n en productos artesanos
En las calles de arena de Gadapar¨¢ se entretejen muchos sue?os que nacen en la adolescencia. Mientras ellos conjugan con insistencia el verbo emigrar, ellas aspiran a tener un trabajo que les permita escapar de un futuro que perciben ya escrito. Hace cinco a?os, Talla Kand¨¦ transitaba por estas calles sin mucha ilusi¨®n, arrastrando una pierna que, eso pensaba, la amarraba a una vida de conmiseraci¨®n. Hoy, sin embargo, se levanta cada ma?ana y se pone delante de su m¨¢quina de coser con la que engendra peque?as preciosidades en forma de bolsos, llaveros, mu?ecas, jirafitas y monederos con los que, ahora s¨ª, se siente ¨²til y reconocida. ¡°Puedo ayudar a mis padres en casa, que no es poca cosa¡±, asegura.
Poliomielitis, un accidente, una infecci¨®n o una malformaci¨®n cong¨¦nita. En esta iluminada habitaci¨®n del centro de personas con diversidad funcional de Kolda, en el sur de Senegal, hay muchas razones que justificar¨ªan una suerte de laxitud, un dejarse llevar, pero lo que se nota es mucha energ¨ªa. Aisatou Doumbia, a quien le falta un brazo, es la presidenta del grupo de inter¨¦s econ¨®mico Deggo, integrado por cinco mujeres y un hombre. ¡°Cada uno de nosotros tiene alg¨²n tipo de discapacidad. Nos organizamos en 2013, pero ven¨ªamos aqu¨ª y no hac¨ªamos nada, s¨®lo charlar y ver pasar el tiempo¡±, explica. Hasta que un d¨ªa la vida de Doumbia se cruz¨® con la de los dise?adores valencianos Jordi Alberola e Inma Bail¨¦n, que aterrizaban en Kolda tras terminar sus estudios y con dos experiencias de voluntariado en Ecuador y Mal¨ª.
De aquel encuentro fecundo, auspiciado por la ONG catalana Xarxa de Consum Solidari y financiado por la Asociaci¨®n Gumersindo Rodr¨ªguez, vio la luz en 2015 la ONG Design for Development (Dexde). La filosof¨ªa de sus creadores es utilizar el dise?o como una herramienta de cambio, un instrumento ¨²til para artesanos en situaci¨®n desfavorecida, en este caso mujeres y alg¨²n hombre con diversidad funcional que aspiran a la independencia econ¨®mica. Gracias a su laborioso trabajo y a las mejoras en dise?o, la formaci¨®n y la creaci¨®n de redes de distribuci¨®n y venta que aporta Dexde, Aisatou y sus compa?eros han conseguido tener unos ingresos. ¡°Vendemos los productos aqu¨ª mismo o en el hotel Hobbe, pero tambi¨¦n en Ziguinchor o incluso en Espa?a por pedido¡±, explica la presidenta de Deggo.
Adama Diao tiene 26 a?os y es una enamorada de la costura desde que era una ni?a. Quiz¨¢s por eso se maneja con soltura entre hilos y carretes. Por su parte, Suadu Diallo, de 19, aprende r¨¢pido. Al ser sorda tuvo siempre problemas de integraci¨®n, pero frente a una m¨¢quina de coser no se nota la diferencia. Con Badou Mballo, el ¨²nico var¨®n de la asociaci¨®n, tambi¨¦n se tienen que comunicar con signos. Antes pasaba las horas en el pueblo con la ¨²nica tarea de ir a recoger madera o cuidar el ganado; ahora tambi¨¦n contribuye a producir estas peque?as piezas, muchas de ellas elaboradas con telas africanas como el wax. ¡°A m¨ª sobre todo me gustan los collares y las mu?ecas¡±, tercia Aminata Sylla, de 23 a?os.
El primer proyecto de Dexde surgi¨® en Kolda y se extendi¨® luego a Oussouye y Mlomp, localidades de Casamance. Esta zona natural del sur de Senegal, formada por las regiones administrativas de Ziguinchor, Sedhiou y Kolda, vive un conflicto desde el a?o 1982 cuando un grupo independentista se alz¨® en armas. Aunque en los ¨²ltimos a?os se han producido notables avances hacia una paz duradera, sobre todo tras el alto el fuego unilateral por parte del principal movimiento rebelde, lo cierto es que la inseguridad y la inestabilidad han contribuido a ahondar la brecha de subdesarrollo entre la f¨¦rtil Casamance y el resto del pa¨ªs. Kolda, por ejemplo, es una de las regiones m¨¢s pobres de Senegal, tiene una tasa de analfabetismo del 71% y de malnutrici¨®n cr¨®nica del 30%. La agricultura es la base de la econom¨ªa, pero las mujeres s¨®lo reciben un beneficio muy limitado de esta actividad, pues tienen un acceso muy escaso a la tierra y a los recursos productivos.
Kolda tiene una tasa de analfabetismo del 71% y un 30% de malnutrici¨®n cr¨®nica
Y como los grandes ¨¢rboles de Casamance es aqu¨ª donde esta iniciativa sigue echando ra¨ªces. Una de las claves es que los m¨¢s de 40 artesanos que se benefician del proyecto aplican su experiencia en costura o cester¨ªa, pero aprenden a elaborar productos nuevos. ¡°Por ejemplo en Oussouye llevaban 20 a?os haciendo el mismo tipo de cesta. Ahora, gracias a nuestro proyecto y a partir del mismo material, han aprendido a hacer salvamanteles o l¨¢mparas que ni imaginaban que pod¨ªan hacer. O se atreven a mezclar telas o a tintar la hoja de palma¡±, explica Jordi Alberola. En Kolda, donde llevan m¨¢s tiempo, los miembros de Deggo producen una enorme variedad de productos, desde mu?ecas hasta elefantes de juguete, pajaritas o peque?as carteras.
Sin embargo, est¨¢ bien elaborar productos diferentes y atractivos con materiales propios, pero luego hay que venderlos. En la actualidad existen puntos de venta en las tres localidades de Casamance donde se encuentran los artesanos, pero se prev¨¦ que los habr¨¢ tambi¨¦n en centros urbanos mayores, como Ziguinchor o Dakar. Asimismo, funciona muy bien la venta en Espa?a, que es bajo pedido. ¡°Estamos moviendo estos productos en mercadillos y la verdad es que estamos contentos. Sobre todo bolsos, delantales, los animalitos para los ni?os y las pajaritas le gustan mucho a la gente¡±, a?ade Inma Bail¨¦n.
Inma Bail¨¦n: ¡°Est¨¢n empoderadas, ya no dependen de una figura masculina¡±
Para que la mercanc¨ªa llegue a Espa?a, los artesanos est¨¢n siendo formados tambi¨¦n en los aspectos relacionados con la distribuci¨®n. ¡°Por ejemplo, aprenden a responder a una demanda v¨ªa correo electr¨®nico, a prepararlo en una caja y a enviarlo por correos ordinario¡±, explica esta dise?adora valenciana. Mientras Deggo en Kolda se ha especializado en productos a base de wax (un tipo de tela africana), pero tambi¨¦n bisuter¨ªa, complementos de ropa y objetos decorativos y de papeler¨ªa, el grupo de Oussouye, denominado Kalamissoo, est¨¢ m¨¢s centrado en la cester¨ªa con hoja de palma, propia de la regi¨®n, y, finalmente, los artesanos de Mlomp, Kanot-wa, acumulan m¨¢s experiencia en telares artesanales.
Los miembros de Dexde, que tambi¨¦n cuenta con la periodista Pilar Alberola como responsable de comunicaci¨®n, destacan sobre todo el cambio que se ha producido en estas personas con discapacidad, especialmente en Kolda que es donde llevan m¨¢s tiempo. ¡°Se nota sobre todo en su autonom¨ªa financiera. Ahora se alimentan mejor, pueden acudir al m¨¦dico si lo necesitan y dos de ellas han tenido hijos en el hospital, sus necesidades b¨¢sicas est¨¢n cubiertas. Adem¨¢s si hay una fiesta tienen dinero extra para comprarse algo de ropa¡±, explica Bail¨¦n, para quien el mayor impacto es psicol¨®gico. ¡°Las mujeres est¨¢n empoderadas, se han dado cuenta de que siendo discapacitadas pueden hacer cosas y ser aut¨®nomas. Ya no dependen de una figura masculina¡±.
Los proyectos de Dexde, que contin¨²an gracias a la financiaci¨®n de la Comunidad Valenciana y al respaldo de la ONG Aida Ayuda Intercambio y Desarrollo, tambi¨¦n persiguen la implicaci¨®n de dise?adores interesados en el mundo de la cooperaci¨®n, que pueden o bien donar sus dise?os o bien participar en las formaciones en Senegal. Recientemente, la estudiante Sara S¨¢nchez desarroll¨® su proyecto final de grado de Ingenier¨ªa T¨¦cnica y Dise?o Industrial en Oussouye tratando de adaptar las m¨¢quinas de coser a personas con deficiencia motora. Asimismo, la dise?adora de moda donostiarra Nerea Lurga¨ªn estuvo una semana en Kolda impartiendo varios talleres y el estudiante Miguel Rold¨¢n gan¨® un concurso de dise?o y pudo pasar varias semanas en Senegal poniendo en pr¨¢ctica su idea con los artesanos locales.
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